De las elecciones

Uno no debería pronunciarse sobre algo sin tener suficiente información, si no quiere arriesgarse a decir un disparate. Sin embargo, cuando se trata de política, uno no puede saber nunca si está completamente o correctamente informado. Nunca.

La política tiene que ver con la gestión del poder público, y para alcanzarlo o gestionarlose emplean toda clase de artimañas, sean ciertas, inciertas o falsas. No es solo lo que se dice, sino lo que se contradice o lo que no se dice. No son solo los políticos que aparecen ante la prensa los que contribuyen a esta especie de caos, puede ser incluso la propia prensa.

La campaña electoral para las elecciones del 28 de abril, la he seguido superficialmente. De los dos debates televisados, apenas he podido soportar unos minutos del debate del martes 23. Podría parecer audaz opinar de algo sin haberlo visto, pero hay otras formas de enterarse: la cobertura que se le ha dado a ambos debates ha sido más propia de una final de la Liga de Campeones: el pre-partido, el post-partido, las jugadas más interesantes, el ganador por puntos, el VAR … Al final, uno se hace cierta idea de cómo transcurrió aquello, y en verdad siento el alivio del que no asistió a un acontecimiento incómodo.Diseñados por equipos especialistas en comunicación, se cuida la imagen del aliño o el desaliño del líder, la imagen del estrado y el micro, el fondo de pantalla, el slogan o el mensaje corto que ha de calar en el ideario del oyente, el tono de voz, etc. La política es un mercado del voto, dirigido a los sentidos corporales y a los instintos animales, a satisfacer al cliente (que oiga lo que quiere oír) antes que a los contenidos.

En cuanto a las entrevistas, estoy harto de ver cómo una y otra vez los entrevistados son maestros en zafarse de las preguntas incómodas y desviar el tema, en lugar de dar una respuesta definitiva y convincente a lo que se pregunta. En cuanto a los debates, estoy harto de ver a la gente interrumpiéndose, alzando la voz para que no se oiga al que estaba hablando, o crispando el debate para desencajar al prójimo. En cuanto al contenido, estoy harto de mentiras, y más mentiras, de promesas vacías sin intención de ser cumplidas, de argumentos falaces, de cifras engañosas …

Para posicionarme no he necesitado ver estos debates, ya hemos asistido a una precampaña demasiada larga y crispada. Para posicionarme, recurro a la memoria, y no necesito que me la refresquen con una pantalla de plasma.Sin restar un ápice su gravedad, el tema catalán y de la unidad de España se ha convertido en una cortina de humo (y no quiero ahora opinar sobre ello, ya me he pronunciado en otros artículos en contra de la independencia o de un referéndum pactado): lo que nos importa es lo que vivimos, y Cataluña está muy lejos de mis intereses cotidianos.

Habría que remontarse a 2014, cuando irrumpió Podemos en las anteriores elecciones europeas, cuando las encuestas les llegaron a situar ocasionalmente como primera fuerza política; cuando abdicó Juan Carlos I. Cuando de la fusión entre Ciudadanos y UPyD, para contrarrestar a “la nueva política” se pasó a la aniquilación de UPyD en favor de Albert Rivera. Cuando Mariano Rajoy se puso de perfil tras las elecciones de 2015, Pablo Iglesias anunció que se postulaba ante Pedro Sánchez como vicepresidente, y Sánchez y Rivera firmaban un pacto de legislatura imposible. Cuando, tras la repetición de elecciones, a Sánchez se le exigía votar a favor de Rajoy … ¡con el argumento de que la gente no quería votar! – ¡bendita democracia! Cuando Rivera anunció por activa y por pasiva, en su enésimo giro ideológico, que no apoyaría jamás a Rajoy, a la vez que proclamaba su combatividad contra la corrupción (a la vez que en los casos de corrupción salpicaba a los alcaldes “naranjas”). Cuando se constituyó la Mesa del Congreso y Podemos propuso a su propio presidente de Mesa (una quimera), en lugar de buscar un acuerdo con el PSOE (su aliado “natural”) para una propuesta común. Cuando Rajoy, pese a tener garantizada una mayoría parlamentaria, gobernaba a fuerza de Decreto-Ley. Cuando Rajoy presentó los Presupuestos Generales del Estado de 2018 en 2018, y a la semana siguiente (casualidades de la vida…) salía la sentencia del primero de los juicios del Caso Gurtel por la que se condenaba por primera vez en España a un partido político por corrupción (con una declaración como testigo en sede judicial del entonces presidente que resultó falsa –y de la que salió indemne de ser acusado de realizar falso testimonio). Cuando nadie esperaba que saliera adelante la moción de censura, y Ciudadanos (que subía en las encuestas ante el deterioro del P.P.) prefirió alinearse con Rajoy antes que apoyar la censura y provocar una convocatoria de elecciones (esa fue la oferta de Sánchez para lograr el apoyo de Ciudadanos: denegar el apoyo, suponía denegar la convocatoria de elecciones, y dejar vía libre a una legislatura en minoría); cuando Ciudadanos modificó su propio programa, votando sistemáticamente en contra de las propuestas del gobierno del P.S.O.E. con tal de debilitarle. Cuando se anunció como Ministro de Cultura a un “personaje” como Máxim Huerta. Cuando se aplicó el “155” y el Gobierno del P.P. contó con la lealtad del P.S.O.E. en la oposición (con la excepción del senador Montilla) mientras que el Gobierno del P.S.O.E. contó con la más absoluta deslealtad de la oposición, que no tenía la menor intención de tener al respecto una política de Estado, sino de desacreditar al Gobierno ante los intentos de recuperar un diálogo (a cuya ausencia contribuyeron en similar proporción tanto los independentistas como el propio Mariano Rajoy de perfil). Cuando Pablo Iglesias parecía ofrecerse como interlocutor del Gobierno ante los independentistas (¿?) … Ya ven, no me ha hecho mucha falta entrar en detalles de actividad parlamentaria y legislativa  (¡¡¡ que es la razón última de la actividad política !!!) para formarme una opinión de los partidos, de cara a las elecciones.Obras son amores, y lo demás son flores.

Estoy harto del reclamo a una participación ciudadana que es total y absolutamente despreciada por todos los partidos sin excepción, que se limita a participar en una urna, y donde la relación “analógica” entre representantes y representados es inexistente. Estoy harto de una ley electoral que además de anacrónica es terriblemente injusta y desproporcional, que desvirtúa la relación y la proporción entre la voluntad democrática del pueblo y su reparto de escaños; una ley que si no se ha mejorado, es porque siempre le ha salido rentable a los que han detentado el poder desde hace más de cuarenta años.

Y sin embargo, iré a votar. Y si no me gusta ninguna opción, votaré en blanco. Algunos pensarán que para qué votar en blanco, si es más cómodo no ir a votar y va a ser lo mismo. Pues no, no es lo mismo. Y si no, infórmense.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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20 COMENTARIOS

  1. No comparto parcialmente su análisis, y su conclusión final me parece tremendamente interesante.

    Existe una cuestión que me parece muy interesante plantear.

    Por qué Pedro Sánchez no convocó elecciones una vez que mostró a los españoles un gobierno estrella y con cierta popularidad en la opinión pública??

    Ese fue su momento, nos hubiéramos ahorrado muchas energías y recursos públicos.

    NO LO ENTIENDO.

    Y pienso, realmente un idiota puede gobernar un país??

    Mi interpretación de todo ello es que su EGO le cegó.

    Y además, qué queda del viejo PSOE…

    Lo veremos el domingo.

    • Más que un análisis, es una manifestación de mi estado de ánimo, apelando al recuerdo de anécdotas (que considero relevantes) acontecidas durante esta extraña legislatura que comenzó en diciembre de 2015.

      No sabemos qué pasará, si se repetirá el resultado de las elecciones andaluzas, o las catalanas. O si por el contrario surge algo distinto.
      Lo que más me gustaría que terminase la crispación, pero me temo que esto no ha hecho más que empezar. Ojalá me equivoque.

      • Continuará la crispación.

        Si se repite la Historia, nos podría corresponder vivir hechos paralelos a los acaecidos en 1933-1934.

        Gana la derecha, y se produce un doble golpe de Estado en Cataluña y Asturias (en realidad era en toda España pero allí triunfó en el resto no).

        Todo eso en el presente sería reproducible bajo la POSMODERNIDAD.

        Nada que no esté pasando en otros países a su manera.

        En USA con Trump, en UK con el Brexit, en Francia con los chalecos amarillos, en Italia con Salvini…

        Toda esta crispación es de eco occidental.

        Lo que pasa es que en España nos adelantamos…como cuando anticipamos la II Guerra Mundial.

        • España es el más completo laboratorio en Occidente para analizar las consecuencias de la ingeniería social progre y fragmentaria aplicada a las masas.

          Soros nos tiene especialmente en el punto de mira.

          Somos la línea del frente de dos bloques en guerra.

          Uno, de corte anglosajón y globalista, de religión «progre» y fragmentador de los Estados Nación en Europa. Europa ante EEUU (sin Trump) y UK (con Brexit) debe estar debilitada a cualquier precio.

          Otro, de corte reaccionario a todo lo anterior. La Europa de las Naciones con una clase media muy debilitada por procesos económicos en los que no toma parte sino como sujeto pasivo.

        • Las ideologías constituyen el pretexto argumental para la división de la sociedad civil, pero no es verdad.

          Lo que hay detrás es otra cosa, y las ideologías clásicas (izquierda-derecha) no pintan.

          El capitalismo global anglosajón desea dominar el escenario político occidental, y para ello se dota de un escudo ideológico progre que fragmente Estado, familia, y sociedad.

          El sujeto aislado, el individuo, es mucho más manipulable e instrumentable.

        • Y los Estados Nación solo pintan en cuanto deudores de una inmensa deuda pública cuya posición acreedora es de los lobbys financieros anglosajones.

          El capitalismo progre globalizador y de origen anglosajón está detrás de todo esto.

          España es un peón de vanguardia.

        • No hay razón para llevar la alarma hasta ese extremo, no habrá guerra civil. Seguro. El fin del mundo no vendrá por la pólvora, sino por el calentamiento global

  2. El 28-A tenemos que llenar las urnas de futuro y esperanza por la España que queremos. Debemos acudir con alegría y entusiasmo para hacer frente a los ‘tres temores’ de los derechos y libertades…..

    • Que los socios de Sánchez transgreden sistemáticamente y que los herederos de Zapatero conculcan con la violación del principio de igualdad ante la Ley y presunción de inocencia en el ámbito penal de la violencia doméstica, y con la censura de interpretaciones distintas sobre la Memoria Histérica.

  3. Venga, Antonio, te sobra artículo. No te lo tomes tan en serio. De hecho, tú lo has dicho, un debate es como un partido de la Champions, se ve y se comenta como un partido de la Champions. Luego, cada uno a sus ocupaciones. Total, qué más da. Nos la meteran doblada unos u otros.

  4. Pues yo voy a ir a votar, y voy a ir a votar socialdemocracia, por su programa, que no por su líder, porque recuerden todos, los líderes se presentan por Madrid, no por Ciudad Real. Si quieren ustedes votar a alguno de los que han salido en la tele estos días, debene star empadronados en Madrid.

    Y lo voy a hacer porque en la provincia de Ciudad Real se corre el riesgo de que salga V.O.X. y eso no es bueno para los miles de ciudadanos que tienen salarios o pensiones bajas y necesitan un estado fuerte que les ayude, y por supuesto para que el PSOE tenga un férreo control en Madrid.

    Lo que está claro es que el 80% de la población necesita de los servicios públicos, y si se vota al Trifachito, todos ellos llevan en su ADN la privatización de servicios que NO se pueden pagar.

    Si alguien tiene cáncer, que pruebe a pedirle un tratamiento de quimio a su seguro, a ver dónde le manda…

    Lo dicho, voten a quien quieran, pero descarten, si son de ese 80%, cualquier opción de derechas. Yo soy de ese 80% y voy a votar para que siga habiendo servicios públicos para todos/as.

    • Servicios públicos low cost que es lo que tendremos.

      En cuanto el BCE no nos preste dentro de unos meses un euro más, llegue la crisis económica de lleno, y baje la recaudación…

      Despidamos la calidad de los servicios públicos.

      Sin estabilidad política primero, y por tanto económica…

      Nuestro Estado social está amenazado de muerte.

  5. Yo iré a votar y lo haré por Unidas Podemos. Para mi, el resto de candidaturas son la derecha, incluyendo al psoe, que cuando ha gobernado solo ha realizado política s conservadoras. Que nadie se engañe.

  6. Por cierto, don Antonio, que estoy absolutamente de acuerdo con el penúltimo párrafo de su artículo. Y es que, además de injusta , la Loreg viene condicionada por la Constitución, única de Europa que incluye preceptos que inciden en el sistema electoral. Si a ello le añadimos la miserable llamada al voto útil, de la que tanto han abusado y abusan ppsoe, la injusticia se hace más patente.
    Y, bueno, el mal llamado voto en blanco, que como dice Alex grijelmo, deberia denominarse sobre vacío… respetable. Mas no contemplo ni comparto esa opción.

    • Hasta las gónadas de la reiterada cantinela del voto útil por parte de los dos partidos que tradicionalmente se han repartido el pastel del Poder Judicial, Constitucional y demás instituciones, amén de los votos propios y de los partidos minoritarios. Nunca me ha engañado el PSOE, ni antes ni ahora. Ni cuando el 11-M, cuando fueron como corderitos a votar masivamente al PSOE. Entonces y ahora, yo siempre voté y votaré a cualquier partido que esté a la izquierda del PSOE.

  7. La espectacularizacion de todo a través de la imagen global e instantánea está creando un periodismo sensacionalista y una sociedad infantilizada. El debate de La Sexta fue lo más parecido a una pelea escolar que a un debate intelectual sobre ideas y proyectos. Y los candidatos son jóvenes!! Más periodismo pero estilo Salvame

    • Parcialmente de acuerdo. Todos se mostraron faltones e impertinentes- Rivera el que más- como chiquillos malcriados… menos, aunque me duela reconocerlo porque no es mi opción, Pablo Iglesias. Hasta a mi padre que rondará como usted los setenta y que detesta las pintas de Iglesias, reconoció que fue el único sosegado, sobrio , solvente y sin perder las formas en ningún momento. La verdad es la verdad, venga de Agamenón o su porquero. Ese tío tiene una oratoria y agilidad mental envidiables.

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