Ciudad Real: Fiesta por todo lo alto en la ‘resurrección’ de Hombres G

En torno a mil quinientas personas disfrutaron anoche en el Auditorio Municipal de La Granja del concierto en Ciudad Real de Hombres G, cuatro años después de su última actuación en la capital, de la mano de Jaime Cantizano. El espectáculo arrancó con dos clásicos de la banda: Voy a pasármelo bien y El ataque de las chicas cocodrilo.

Tocaron varios temas de su último trabajo, ‘Resurrección’, publicado este año después de casi un década de silencio discográfico. Con los brazos en cruz o confía en mí, fueron las primeras. Esta última se la dedicó David Summers a su hijo que, según dijo, se encontraba entre el público. También recordó a su padre, Manuel Summers, fallecido en 1993, con Llegar a la noche.”Era un crack y me daba buenos consejos”, comentó el cantante. Uno de ellos, explicó, era “Llegar a la noche” después de un día vivido con pasión y dedicación, con el afán de alcanzar otra noche más. Que vuelvas ya o la propia Resurrección, que da nombre al último disco del grupo, también sonaron en el auditorio.

El público, en su mayoría de generaciones que crecieron con los éxitos de la primera etapa de Hombres G, acogía con mayor entusiasmo, como es natural, las canciones más conocidas. Si no te tengo a ti, Un par de palabras, Lo noto y Que soy yo para ti fueron la transición hacia la recta final del concierto.

Summers dedicó Te quiero “a las chicas, preciosas, de Ciudad Real”. Una de las más celebradas por el respetable fue Indiana. Le siguieron No te escaparás, Nassau, Suéltate el pelo y Visite nuestro bar. Entretanto un sostén carmesí cayó sobre el escenario. El cantante lo recogió y, después de unos instantes sin saber muy bien qué hacer con el sujetador, lo devolvió al público de la zona VIP. Después de los primeros acordes de Marta tiene un marcapasos la música se detuvo y el público coreó sus primeras estrofas, animado por los músicos.

El bis comenzó tranquilo, con Junto a ti, del disco ‘Resurreción’, y Temblando. A continuación, Javi Molina se acercó al micrófono con las baquetas en una mano y un cigarro en la otra. El respetable adivinó, y lo celebró, que se avecinaba viaje en góndola. El batería pidió un chupito de tequila, del que dio cuenta, y, tras una calada, recitó la intro de Venezia. Con este tema y la casi obligada Sufre mamón, Hombres G se despidió del público ciudadrealeño.

Finalizado el concierto, que duró cerca de dos horas, la fiesta continuó en el Auditorio Municipal con música de los ochenta y noventa a cargo de un pinchadiscos.

Relacionados

9 COMENTARIOS

    • La música de los Hombres G no es mucho mejor que el reguetón, si acaso tienen un nivel artístico similar.
      «voy a vengarme de ese marica
      voy a llenarle el cuello
      de polvos pica pica»
      No me jodas, el nivel…, como para criticar otros estilos musicales.

  1. Hombre, por favor.

    Se ve que los que hablan no estuvieron allí. Como siempre.

    No es que estuviera a tope, pero no hubo mala entrada para el precio que tenia.

    No estaría subvencionado (supongo). Aquí solo se subvenciona a los grupos antisistema de izquierda radical.

Responder a Florencio Cancelar comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img