Realismo o idiotez

Ángel Manuel Sánchez.– “La realidad es un fenómeno en el siglo XXI subversivo” (Ich Selbst).

Realidad es todo aquello que de mil maneras nos opone resistencia. La realidad tiene vida propia y puede expresarse de forma tangible o virtual. La realidad no cambia por efecto de nuestros deseos, está ahí por oposición a ellos o por complemento circunstancial de ellos.
Estas palabras pueden explicar mucho esa locura colectiva en la que vivimos y que yo describiría de esquizofrenia social.

Pues parece que los españoles vivimos en realidades diametralmente opuestas y no en una realidad tangible…en definitiva racional y por lo tanto común.

Tal como afirma Fernando Savater en un espléndido artículo titulado «Internet y realidad» (Ética de urgencia. Ed. Ariel), se ha hecho muy complicado diferenciar lo presente de lo virtual.

He dicho muchas veces que esta Posmodernidad puede manifestarse con lo que denomino Dictadura de los Eufemismos y las Emociones. Eufemismo es disfrazar (posverdad) con palabras amables y suaves lo que es duro y desagradable. El análisis racional de la realidad se ha sustituido por el emocional. Nos identificamos más con nuestro estado emocional que con el racional y consciente.  

Sólo desde la emocionalidad puede entenderse que podamos llegar a pensar que la farola que tengo enfrente y con la que me voy a dar de bruces no está ahí sino allí…o no está en ningún sitio. Sólo desde el eufemismo puede entenderse que identifiquemos la farola con un espejismo o un hierbajo.

Hay un libro que ha hecho mucho daño, “El Secreto”, de Rhonda Byrne. Si no lo has leído, no te preocupes, yo tampoco, pero su “secreto” no lo es tanto. Es al parecer una terapia para el fomento de la autoestima en la que se trata de convencer a las personas de que la proyección mental positiva sobre sus vidas puede modificar su realidad. Al principio experimentas al parecer un subidón de autoestima porque te vende que eres un super Ser que con solo desear algo fuertemente en tu mente, tu realidad se amolda a lo que proyectas o deseas.  Lo llaman ley natural de la atracción y tiene origen en el ocultismo. Añadiría que también en el Gnosticismo.

Este Secreto no es tan novedoso, en realidad es muy viejo. El cine ha plasmado a lo largo de toda su historia el mito de que los sueños se hacen realidad…con apenas esfuerzo y sin apenas oposición.

El problema de este patrón mental que ciertamente emociona e ilusiona, atrae, es que digiere mal las frustraciones. Toda frustración es susceptible por temor e ignorancia, de engendrar violencia

Llevado al extremo, genera con el tiempo y si no se madura, sentimiento de culpabilidad (por impotencia), complaciencia política (por pérdida del pensamiento crítico) y huida cultural del realismo (por evitar lo duro y desagradable). Este fenómeno sólo puede explicarse si tenemos en cuenta que vivimos en una cultura de la opulencia. En sociedades no opulentas las personas maduran antes.

No estoy diciendo nada nuevo, esto es tan antiguo como nuestra biografía. Pues esto que es tan viejo es determinante.

Generar subidones de autoestima para luego tener bajonazos de autoestima moldea la conciencia de las personas. Crea seres adictos a los subidones y seres agresivos con los aguafiestas.

Pues bien, la realidad es la gran aguafiestas. Y es por ello que las masas se decanten o por subirse a una constante montaña rusa o por bajarse inmediatamente por hartazgo o rebelión.

En España actualmente parece que existieran dos grandes corrientes enfrentadas. Una se aferra a la teoría natural de la atracción (este mundo o esta España no me gusta y la realidad se va a ajustar a la que me gustaría que fuera) y otra que hace todo lo contrario, se aferra a la tierra que pisa y hasta quema.

Una de ellas ha resuelto dar la espalda a la realidad, es decir a lo duro, exigente y desagradable, y otra ha resuelto abrazarla como un baluarte o como la Divina certeza.

Mientras unos vuelan sin alas, otros pisan sin sandalias.

La realidad en exceso hace daño, pero despertarse de un sueño es peor porque se teme haber perdido el tiempo y las energías en algo que no es real ni concreto.

No podemos construir nada en la vida que sea sólido sin un mínimo realismo y esfuerzo. Y tampoco podemos construir si no ponemos fe en lo que hacemos y proyectamos. Se necesitan ambas aptitudes para construir una vida sólida y no líquida.

Por ello, lo peor con lo que ya estamos lidiando es que hay generaciones a las que el sistema educativo, sus familias, sus biografías (pareciera que viven en una burbuja), y los medios de información, han ocultado tan subversiva certeza. Ocultar a los jóvenes que la vida es dura no injusta es hacerles idiotas sin defensa frente a los extremismos.

Lo que es un disparate es derramar esfuerzos y dolor por construir un mundo en el que no exista ni realidad ni resistencia. Eso nos hace sencillamente idiotas y tiranos los unos con los otros, pues los otros se convierten en el obstáculo, en el enemigo a batir.
Afortunadamente para todos, siempre nos podremos entender con un NO idiota, por muy distinta que sean nuestras realidades.

El odio es engendro del miedo y la ignorancia. Odiamos por temor a equivocarnos, odiamos porque confundimos el golpe con una farola con una vida llena de farolas.
Equivocarnos nos hace sabios, maduros y no infantiles. Pero si no remediamos el miedo y la ignorancia, caeremos una y otra vez en el traicionero y tiránico camino del Ego.

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4 COMENTARIOS

    • Pepe el odio es muy contagioso.

      Pero no nos impide que podamos argumentar contra ideas que consideramos equivocadas no porque sean distintas a las nuestras, sino porque buscan imponerse a las nuestras.

      Existe pluralidad ideológica en la sociedad.

      Tengo una muy buena amiga de izquierdas, tanto que asiste a actos de la embajada cubana. Llevamos años conociéndonos. Ella sabe que voto a VOX y que pensamos diferente, pero eso no nos importa porque nos conocemos muy bien y valoramos la autenticidad, la ética y la bondad que hay en el otro.

      Importan las acciones no las ideas.

      En lo que respecta a otros comentaristas, ante la falta de argumentos no admito el ataque personal bajo anonimato.

      Lo detesto y odio al que lo hace.

      Y como llevamos años odiándonos pues esto crece y crece. Nunca había conocido una experiencia así.

      Las redes sociales pueden ser escuelas de odio.

      Si respondes con odio a los que el único argumento, y no lo es, es la descalificación personal…actúas como ellos y es reprochable porque te pones a su altura, pero es comprensible porque como pasión el odio como el amor forman parte de nuestra naturaleza humana.

      Me parece bastante interesante y positivo que se hable del odio como pulsión social.

      Tratarlo como tabú social es un gran error.

      Es necesario definirlo e identificarlo y eso es algo que no se puede consentir que lo haga en monopolio la izquierda, que ve en el ojo ajeno lo que no ve en el suyo.

      Detrás de mis emociones Pepe siempre trato de preservar una buena chispa de lucidez y agudeza para el análisis.

      No pretendo ni ser Gandhi ni Robespierre.

      Trato de ser yo con mis defectos y mis cualidades.

      Y si algo me apasiona es la búsqueda de la verdad y la realidad aunque a veces me abrasen.

      No hay que tener miedo a la realidad pero sí hay que temer a alguien y combatirlos, a los idiotas.

      A esos que tratan de hacer comulgar con ruedas de molino a los demás.

      Afortunadamente creo que empiezan a ser cada vez menos porque la resistencia les desgasta mucho y les quita la careta.

    • Millón y medio de votos perdidos entre PSOE y Podemos y eso solo bajo un doble engaño:

      1) Podemos en el gobierno me quitaría el sueño,

      2) Oculto la sentencia de los ERE hasta después de las elecciones.

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