Gabilondo reclama en Ciudad Real «periodismo potable» en la era de las ‘fake news’ con decencia y tiempo

El periodista Iñaki Gabilondo ha apelado a la profesión periodística a buscar el camino más corto hacia un «periodismo potable» que sea claramente identificable en plena era de las ‘fake news’ y del exceso de la información poco veraz a través de las redes sociales, proponiendo como receta para los periodistas trabajar con «decencia y tiempo» como ecuación perfecta para conseguir la «solvencia informativa».

Gabilondo, que ha protagonizado el estreno de un nuevo foro impulsado por la Universidad de Castilla-La Mancha de la mano de la Asociación de Periodistas de Ciudad Real bautizado como ‘Diálogo #UCLMsociedad’, ha enumerado algunos de los principales problemas del periodismo actual, desde el «periodismo de monitor» hasta los contratos basura o la precarización, según recoge Europa Press.

«Estamos descolocados ante un viento incontrolado que pone patas arriba todo, que son las redes sociales», ha avisado Gabilondo, quien ha sugerido que «la única clave» para superar este desafío es «afirmarse en la solvencia y en la independencia».

Para ello, pide al sector identificarse «como baliza de información potable» en este contexto, metaforizando con que en un desastre natural «el agua potable es lo primero que desaparece». Y, ahora, «hay tal torrente de información que lo primero que se gasta es la información potable».

¿Cómo identificar esa información potable? Para Gabilondo, aunque es «difícil», hay que impulsar desde el sector una actitud dirigida a «convertir la actividad en un elemento reconocido como potable y creíble» con una fórmula: «Decencia y tiempo para conseguir solvencia».

Decencia, «porque sin ella eres identificado como un impostor»; y tiempo porque «en un gran recorrido hay patinazos, descuidos y errores».

«Pero la decencia y el tiempo acreditan esa solvencia, y se la tenemos que ofrecer a la ciudadanía en este inmenso océano de señales que llegan de todas partes, de ‘fake news’… Y la información potable puede estar en un periódico grande o en un pequeño periódico», ha agregado.

«EL PERIODISMO TIENE QUE CONTROLARSE»

Gabilondo ha opinado que el periodismo, en ocasiones, se dedica más a controlar «a otros poderes» que «a sí mismo».

Ha puesto en valor que hay «grandes iniciativas» en el plano actual, ya que «se están explorando nuevas fórmulas de periodismo», hasta «periodismo sin ánimo de lucro».

El periodista se ha mostrado partidario del pago por contenidos, y ha planteado que, del mismo modo que al comer un filete se examina su procedencia y calidad, igual debería ocurrir al consumir información.

«Todos los periódicos que están saliendo adelante es porque hacen una reconversión, y solo los que están en ese trance están descubriendo que para poder ser atractivo y pedir dinero, tienes que tener un escaparate atractivo», ha abundado, criticando los recortes acometidos por el sector durante la crisis.

«EL PERIODISMO NO PUEDE HACER NADA CONTRA LAS ‘FAKE NEWS’

A preguntas de los asistentes, Gabilondo ha manifestado que combatir las ‘fake news’ está «fuera del alcance del periodista», y que la profesión lo único que puede hacer es «no llevar más basura al basurero».

Son las mentiras de toda la vida en versión 2.0, en un mundo global y a la velocidad de la luz», ha indicado, lamentando que ahora haya «una gran industria» de fabricación de noticias falsas.

«¿QUÉ VAMOS A HACER?»

En su ponencia, Gabilondo ha llegado a dos conclusiones. Una de ellas, una llamada a «cambiar de mentalidad» y confiar en la «capacidad de transformación» que tiene el ser humano sobre las cosas.

En su opinión, la cuestión que se plantea está siendo errónea: «Nos preguntamos qué va a pasar, y la pregunta es, ¿qué vamos a hacer?», ha indicado, agregando que la sociedad parece estar «a la espera de que todo se resuelva y se despeje el horizonte».

«No hay vientos favorables para el que no sabe a dónde ir. La necesidad de tener una respuesta a las cosas parte de la condición de que tenemos que decidir qué vamos a hacer, y para eso hay que modificar por completo la mentalidad del país», ha dicho, subrayando que la afirmación de que los jóvenes no tienen futuro es falsa. «¿Cómo que no? El que no tiene futuro soy yo, los jóvenes tienen mucho futuro y no está escrito, y va a depender de lo que se haga».

En este punto, ha alertado de que tanto en la sociedad como en la política «se catapulta el presente hacia el futuro como si en el camino se fuera a estar asistiendo a la inercia de los tiempos», pero «las cosas no son así». «Podemos vivir en el estupor, pero no estamos condenados a nada».

ABOGA POR MÁS EDUCACIÓN

La segunda conclusión de Gabilondo en su disertación pasa por su defensa de una mayor inversión en investigación, educación y ciencia.

«No puedo entender la distracción con la que se vive en nuestro país respecto a la necesidad de volcarse en la educación. Hay que hacerlo hasta en defensa propia, para sobrevivir», ha considerado.

En este sentido, ha reparado en que en España «hay una muchedumbre de gente dedicada a la actividad educativa, empresarial y científica que se mueve en la vanguardia, pero parece estar en la cara oculta de la luna».

«PONTE EN LOS ZAPATOS DE LA GENTE»

Gabilondo ha sugerido a las nuevas generaciones de la profesión a empatizar con su entorno y ponerse «en los zapatos de la gente» a la hora de contar historias.

Ha pedido al sector tener «una mirada ‘cinemascope'» de la sociedad y «hablar». «Como no llenes tu corazón de eso, estás perdido. Llena tu mochila de conocimiento. Aprende idiomas. No pares de estudiar. Y cuida el contacto con la gente».

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7 COMENTARIOS

  1. Hay una cosa que se nos escapa, por encima de la comunicación y el periodismo real, auténtico, plural e independiente y de las lineas editoriales, legitimas en todo medio: la telebasura. No es una cuestión baladí. Hay una cadena de televisión-Tele Cinco-cuya programación florece en su 80 por ciento en el detrito social. Los pseudocomunicadores que trabajan en la tripa se hacen llamar periodistas, hablan de exclusivas y de información, de fuentes, etc… O sea utilizan la jerga del periodismo serio. Me hubiera gustado que además de analizar el periodismo global y digital y sus derivadas se hubiera hablado de la letrina meidática dominante. La respuesta, ya lo sé, es la esperada: libertad de expresión y libertad de elección de canal. Sin embargo no vendría mal que los popes de la comunicación, y Gabilondo lo fue y lo es y su respetabilidad está fuera de duda, critiquen abiertamente canales que lanzan sin parar detrito humano al salón de las casas, hablando a voces, insultándose, de tal suerte que el modelo Sálvame llega a invadir debates aparentemente serios como el debate sabatino de la Sexta. Tele Cinco no se acoge a nada, ni a horario escolar, ni a ética, ni a dignidad, ni a nada. Es una corrala, hortera, de mal gusto, tóxica y… ay, recoge mensualmente las mejores cotas de audiencia. Haberle preguntando a Gabilondo qué le parece ese tipo de Televisión hubiera dado para un titular, incluso, a nivel nacional. Lo mejor es apuntar los anuncios que se dan en esos programas que hay muchos y eliminarlos de nuestra compra. Es la única salida… o una televisión rosa con un poco más de educación. La diferencia entre un comunicador de Salvame y similares y de un Telediario es la que hay entre un curandero y un múdico. De periodistas, nada. Por lo demás, de acuerdo con Iñaki, es uno de los grandes, como lo era Gistau en otra onda, tristemente desaparecido. Buenas tardes y buena suerte

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