Del discurso de la Corona

Para superar una crisis (y más una como la actual), es imprescindible la unidad social. Pero este país tiene “el corazón partío”.

Hasta ahora, le ha tocado a distintos representantes del Gobierno no solo informarnos, sino intentar estimularnos; pero la crítica y la escenificación del líder de la oposición, cuestionando de raíz actuación del Gobierno, no han contribuido a esa unidad. Somos muy dados a dar más credibilidad a las palabras por quien las dice, antes de por lo que dice. Para apelar a la unidad, pues, es necesario una voz: la voz del Jefe del Estado. Pero en el caso del Rey, nuestro corazón tiene la misma pena. Hay un problema añadido: hay que hilar fino en la crítica, si uno no quiere ser vilipendiado más de la cuenta por hacer crítica de dicha figura.

Ha querido la casualidad que la crisis sanitaria coincidiera con las pesquisas judiciales en el extranjero sobre la presunta corrupción de Juan Carlos I – inviolable – cuya respuesta de la Casa Real ha sido la de retirarle la asignación económica que se deriva de los Presupuestos Generales del Estado, y presentar un acta notarial de Felipe VI donde renuncia a ser beneficiario de las intrigas de su padre.No ha sido poca cosa, como cazar elefantes: son 1.000 millones € en comisiones, que se sepa, que en un momento como éste vendrían muy bien para comprar material sanitario. Sorprende que dicha acta notarial se hiciera hace un año y no se hiciera público entonces, pero yo lo decía hace poco, “el español piensa bien, pero tarde”; nuestro soberano ha tardado un año. Con estos antecedentes, cuesta mucho apelar a la unidad sin que se cuestione la lealtad de la institución con la sociedad, con la nación. Pero bueno, vamos a darle una vez más el beneficio de la duda al heredero, y no le atribuyamos a él – ni como persona ni como institución – la culpa de lo que no es culpable. Vamos a juzgarle por su actuación. A falta de transparencia, habrá que valorar sus discursos.

Seguramente Felipe VI haya decidido esperar a la comparecencia del Presidente del Gobierno en el Congreso para dirigirse a la nación. En mi opinión hubiera sido más oportuno que el discurso de la Corona se hubiera producido antes, al menos cuando se decretó el estado de alarma; que cada uno valore a su gusto cuál puede ser el momento más adecuado para que el Rey, nuestro Jefe del Estado, se dirija a la nación. Eso sí, llega con retraso a las manifestaciones de los ciudadanos que, convocados por redes sociales, se produce puntualmente a las ocho de la noche en los balcones de todo el país (emocionante, conmovedor, inolvidable, …) y a la concienciación de los ciudadanos que comenzamos el confinamiento con bastante perplejidad.

Un discurso es un acto retórico completo, debe cumplir unos objetivos, debe ser claro en la información que quiere transmitir y articularse en su desarrollo para que a su término se entienda todo. Debe evitar extenderse demasiado, con recovecos o incisos, ser farragoso, de vocabulario complejo; debe ser directo y claro.

El discurso del Rey cumplió en sus formas, incluso en la puesta en escena, pero creo que es otra oportunidad perdida por Felipe VI para ejercer el liderazgo que el país precisa.Primero puntualizó que esta crisis es mundial, y dijo que se había reunido con el Gobierno para analizar la situación y concluir que es una crisis sin precedentes que afecta a nuestras vidas. Tras dar las condolencias a las personas que han perdido seres queridos, y elogiar a las personas que están combatiendo el coronavirus en primera línea (especialmente al sector sanitario) apeló a la responsabilidad, el civismo y la unidad de los ciudadanos. Finalmente se extendió para darnos ánimo: somos un gran pueblo, esta crisis es pasajera, recuperaremos la normalidad.Sin embargo, no dijo nada sobre las preocupaciones comunes de la gente diversa: la economía, los medios para combatir el virus, las relaciones internacionales … cosas que apelan a la madurez de la población. Sin mención, tampoco hay que dar respuesta. Ni siquiera la más mínima mención (directa, velada o breve) a la crisis institucional que ha desatado el Rey emérito. Con franqueza diré que no hice “cacerolada”, sino que escuché el discurso con atención y esperanza de ver algo nuevo.Pero una vez más, el discurso del Rey me resultó decepcionante,más distante que convincente,como una cuña publicitaria de las instituciones, pero más largo y con otra puesta en escena.

Más o menos a la misma hora, Angela Merkel se dirigía al pueblo alemán (el quinto país más afectado del mundo, por detrás de España). Algo similar, pero con una retórica bien distinta, asegurando que el 70% de los alemanes podría contraer el virus, y que harían todo lo posible para suavizar las consecuencias económicas, sobre todo los puestos de trabajo. Es otra forma de afrontar el problema de hacer un discurso como Jefe de Estado.Hasta el discurso final de la película de C. Chaplin en “El gran dictador” fue más emotivo.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

Relacionados

20 COMENTARIOS

  1. A mi el discurso no me decepcionó. Estaba en la línea de lo que esperaba. Lo mejor, su brevedad ( pésames, los truismos euforizantes: saldremos de esta, somos un gran pueblo, blablá). Lo peor, su extemporaneidad. Tardío. Porque ese discurso se debió dar el pasado domingo o , como mucho, el lunes. Porque a estas alturas pregonar consejos que llevamos oyendo más de una semana no aportan nada. Y, por descontado que no esperaba alusión alguna a los escándalos protagonizados por papá Juan Carlos.

    En fin, Antonio, que nada nuevo bajo el sol. Eso sí, guarde usted las espaldas. Cuestionar mínimamente en este digital a los monarcas es considerado por muchos como un delito de lesa majestad. Se dice que hay que respetar la institución. Parecen no entender que es la propia familia real quienes no respetan ni han respetado jamás ni a la institución ni a los españoles.

    Un dato. Ante la cacerolada que le propinamos ayer en Puertollano , la lluvia de insultos de comentaristas ha llegado demasiado lejos. Aguno ha dicho y repetido que somos de un pueblo de gentuza minera. Algunos parecen siervos de la gleba. A los poderosos se les perdona todo.

    • La verdad, me sobrecoge el nivel que alcanzan los insultos en hilos de más de 100 comentarios, como el de la crónica de la cacerolada de Puertollano de anoche. Me parece que no era necesario tanto exceso verbal. En fin

      • En Madrid se está dejando morir a los más mayores en los hospitales

        Ha llegado la selección.

        No hay medios y los sanitarios están desmoralizados.

        El republicanismo nos la trae floja, la izquierda y el progresismo no hacen más que irritar nos

        En qué drama nos han metido estos sinvergüenzas, este gobierno criminal e irresponsable.

        Se veía venir y dijeron que no pasaba nada.

        Asi que Antonio…

        La indignación ya es ira.

        Repito, ha empezado la selección en los hospitales.

        Pero tú sigue con pajas mentales de progresista.

        • ¿Insinuas que «se está asesinando»? ¿Quién, el gobierno? Perdona, Angel Manuel, creo que deberías moderar comentarios como ése, pues se puede confundir especulación con afirmación, y esa afirmación es demasiado grave como para creer a alguien capaz de ser así. Se puede discrepar, pero no incriminar de ese modo.

        • Antonio ha pasado en Italia.

          Y los facultativos del 12 de Octubre lo están denunciando. Se ven obligados a descartar pacientes.

          La realidad no es moderada.

          Es la que es.

  2. No me considero un antisistema, ni milito en la contracultura. Soy un ciudadano como tantos que se emociona con ese pueblo valenciano que lleva la música en los genes y que salió esta mañana al balcón a interpretar con sus instrumentos de metal Amparito Roca y Paquito el chocolatero para conjurar la tristeza por haberse quedado sin su fiesta grande. O con los que tienen vozarrón y entonan Nesun dorma, Sobreviviré o Resistiré.

    Pero uno, que apenas consigue arrancar algunas notas a la guitarra, es de los que salen al balcón para aplaudir a los que están cumpliendo con su deber en esta crisis casi distópica que estamos viviendo. Y anoche además estuve presente en la cacerolada. No son cosas incompatibles. La omertá o ley del silencio en torno a la Monarquía es algo que ha durado ( dura ) demasiado tiempo. Es hora de romper el silencio, Y este es un tiempo tan oportuno como cualquier otro para decir : BASTA YA.
    Y a quien le escueza …vaselina

    • Gracias, Antonio. Con este artículo se demuestra que es más honesto escribir de todo que jugar a la ocultación. La libertad hay que cultivarla y ejercerla. Usted, escribiendo; otros, como yo, saliendo al balcón con un pedazo de cacerolón, a ejercer nuestro legítimo derecho al pataleo. Y a los Reyes sabio refrán : El que quiera honra, que se la gane.

  3. Me sorprende que la gente se haya sorprendido de la vida didoluta y el latrocinio de Juan Carlos I… Forma parte de la tradición borbonica en España… Dos ejemplos, Isabel II, ninfómana y ladrona. Alfonso XIII del que Valle I clan decía que lo echaron de España por ladrón, no por Rey. Y yo añado que por puntero…

    • Ha llegado la selección de quien muere y a quien se atiende en los hospitales de Madrid.

      Los ancianos son abandonados a su suerte.

      Gracias.

      Iros a tomar por culo.

      • Los primeros en llegar a tomar por culo debeb ser los que nos desmantelaron la sanidad pública. Ale corre a buscarlos que tu les votaste y se lo consentiste desgraciao

        • O sea miles de millones de euros retenidos por parte del Gobierno a las Comunidades autónomas durante los últimos meses.

      • Que razon llevas con lo de ancianos abandonados a su suerte, solo tienes que ver lo que ha hecho con ellos ese de los tuyos con los ancianos de la residencia de Tomelloso.
        Menudo sinverguenza, como para dejar en vuestras manos la sanidad pública. Ale a la mierda. Venga vosotros a perdonar impuestos a los ricos y subir presupuesto a militares. Gentuza!!!

        • Cómplice tu del estado ínfimo en personal y materiales sanitarios qye nos dejaron desde 2011 en Sanidad publica y continuaron. Ahora que se necesitan nos damos cuenta en donde no se puede recortar NUNNNNCAA. Nuestros sanitarios publicos no dan abasto para salvar vidas. Malvados no, lo siguiente canallas.

        • Y eso en Sanidad publica, pero es que para investigación ya es que el PP se lo pasó por el forro de los cojones. Se gastaron más en mastiles y banderas, hay que joderse. Espero que ahora solo utilicen sus clinicas privadas y se pongan de mascarilla sus banderas. Putos enanos mentales. Como para volver a, dejar el gobierno y mucho menos la sanidad en vuestras pezuñas. Panda desastrosa.

    • La eterna retórica psoera y pesebrera. Dar una en el clavo y otra en la herradura. Decir que sí, pero que también. Oiga…que soy republicano, pero la República …hoy no…mañanaaa! Qué asco dais

Responder a Antonio Cancelar comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img