La Pandorga: Una fiesta popular

Julián Plaza Sánchez. Etnólogo.– Han pasado ya algunos años desde que en 1985 el Ayuntamiento de Ciudad Real publicó el trabajo La Pandorga: una fiesta popular, de los autores Julián Plaza y Purificación Muñoz. Este pequeño estudio sobre la fiesta sirvió para aclarar algunas cosas y perpetuar la fiesta de forma documentada.

En 1989 se publicó La Pandorga. Nuevas aportaciones a la fiesta, en ediciones Contacto S.A. Aquí aunque se reproducen los esquemas de la primera publicación, se detallan muchas más manifestaciones que giran alrededor de la fiesta. Desde aquellas publicaciones hasta la actualidad se han venido sucediendo distintos acontecimientos y conviene aclarar algunos aspectos.

Todos los investigadores coinciden que al comienzo del siglo XVIII se había instituido la fiesta de la Pandorga, que corría a cargo del alférez mayor, fiesta que, además de las típicas serenatas de guitarras y bandurrias, actuaba también un cuadro de bailes regionales. Este acontecimiento se celebraba en la noche del 31 de julio, homenajeando a la Virgen del Prado.

En 1998 José Gonzalez Lara, en un artículo de opinión, se preguntaba lo que quedaba de aquella Pandorga fundacional, y cuál era el espíritu que animaba la celebración. Respondía que apenas quedaba nada. La tradición se fue deteriorando, las costumbres relajándose y el espíritu religioso que animaba la fiesta se ha ido perdiendo. Ponía su mirada en recuperar la tradición, pero la tradición y costumbres se transforman con la constante evolución social. Esto ha ocurrido con todas las fiestas populares, no solamente con la Pandorga.

La transformación más esencial de la sociedad es el fin de la familia tradicional y el surgimiento de modelos alternativos de familia, así como la democratización de las relaciones intrafamiliares. Todo esto lleva consigo un proceso de transformación y modernización de las mentalidades. Aparecen las actitudes tolerantes ante los comportamientos que se alejan del modelo de la sociedad tradicional.

El componente esencial del origen de la fiesta de la Pandorga era la finalización de tareas agrícolas, en este caso concreto la siega. Cuando el último carro llegaba a la era con la mies, coincidía con el 31 de julio y todas las personas que habían participado en estas tareas organizaban la fiesta para dar las gracias a la Virgen del Prado, su patrona, por el trabajo realizado y el descanso merecido. Como todas las fiestas tiene un componente fundamentalmente religioso. Cantan y bailan en honor de su patrona en los jardines cercanos a la catedral. La alegría, la limoná y el “puñao” invitan a la fiesta. A lo largo del siglo XX la Pandorga terminó institucionalizándose dejando parte de la tradicional y adquiriendo el ritmo de los nuevos tiempos. Es a partir de 1980 cuando se establece una fiesta de la Pandorga oficial y también con la organización del Festival Nacional de Seguidillas se perpetúa el baile y la música folclórica manchega. Pero lo folclórico da paso a otros escenarios y otros ritmos musicales que ejercen un fuerte llamamiento a la juventud de cualquier punto de España. Al igual que otras actividades que se organizan alrededor de la fiesta, como es el conocido concurso de limoná.

Llegado a este punto quero hacer referencia al concierto que  lleva a cabo la Asociación Amigos de Javier Segovia, constituida como asociación en el año 2008. Javier  cantautor ciudadrealeño, compuso una canción a la fiesta de la Pandorga en 1973 y fue declarada como himno oficial en 1996: Mi pueblo cantará: ¡Pandorga! Francisco Javier Segovia Molina nació en Ciudad Real un 10 de mayo de 1953. Desde muy temprana edad cantaba y componía canciones de su tierra la Mancha. Fue un hombre sencillo y noble, dotado de una sensibilidad especial. Perdió la vida en un accidente de tráfico el 7 de febrero de 1977. La serenidad y la paz que habían dirigido su existencia se convirtieron, de repente, en un dolor prolongado.

Siempre le recordaremos con una guitarra entre tus manos o con un papel y lápiz componiendo canciones. Aunque nos dejó pronto se quedó con nosotros un buen repertorio musical. Sus composiciones plasman las circunstancias y el ambiente de su tiempo. Entre 1973 y 1976 la provincia de Ciudad Real vive un tiempo de festivales, casi todos organizados por la Delegación de Juventud. En 1973 Javier Segovia crea un grupo musical llamado Pandorga, con este grupo se presenta al I Festival juvenil de la canción manchega, celebrado en la plaza de toros de la capital el 12 de agosto de 1973. Consiguieron el segundo puesto interpretando la canción con el mismo nombre que el grupo: Pandorga. Esta canción estaba predestinada a convertirse en un referente del mancheguismo en Ciudad Real. La letra describe el ambiente de la fiesta en la capital manchega en la noche del 31 de julio. En esa época la celebración estaba pasando por una crisis importante y Javier quería de alguna manera perpetuar la fiesta popular.

El último día del mes de julio / se ensalza la tradición. / Se unen los pueblos del coto manchego / para cantar a su son.

Entre el Prado viejo y la catedral / se eleva un largo tablón / donde por las noches, las agrupaciones / bailan a su alrededor. / Y el Prado se llena / de gente que espera: / la moza y el moscón. / Y enaguas se ven al dar la sartén / el mozo del blusón.

Todos las familias desde los abuelos / salen después de cenar / pa ver al Eusebio, hijo del brigada, / que va a bailar con la Paz. / Y el niño del árbol ya canta soñando / al espectador. / Se ve la Patrona, que al Prado se asoma / por su mirador.

¡Pandorga, mi pueblo cantará Pandorga!

Termina la fiesta, la Virgen se acuesta, / los niños quieren más. / Y el poete viejo no encuentra sus versos / para culminar. / Y el padre de ella la espera en la puerta / para regañar. / La noche y el tiempo se marchan contentos, / mañana cantarán…

¡Pandorga, mi pueblo cantará Pandorga!

La canción nacía predestinada a convertirse en icono de la fiesta, que se ha ido desarrollando al tiempo que lo hacía la democracia. Su autor no ha podido ver ni sentir la emoción cuando cientos de personas cantan a coro, año tras año, la canción en la Plaza Mayor para indicar el inicio de la fiesta de la Pandorga. Esta fiesta que resurgió con fuerza a partir de 1980, se ha ido desarrollando hasta la actualidad con apoyo institucional y participación popular. Los amigos de Javier Segovia han querido recordar y perpetuar su actividad artística, constituyendo la asociación cultural. Dentro de las actividades que llevan a cabo durante la celebración de la Pandorga, actúan todos los años en los jardines del Prado.

El núcleo de la fiesta podemos decir que se basa en la manifestación folclórica del pueblo. En esta, como en tantas otras fiestas populares, el pueblo se expresa con lo que sabe y con lo que tiene. Por eso la indumentaria de los participantes es la que se utilizaba hasta la industrialización del tejido. Podemos visualizar el traje típico de la tierra ya sea en versión de fiesta o de faena. También podemos escuchar música popular con instrumentos musicales tradicionales como la bandurria, la guitarra, el laud y las castañuelas. El pueblo no solo canta, también baila. Aunque el baile se incorporó más tarde, se consolidó en el siglo XX con las seguidillas, jotas, torrás, meloneras y fandangos. Todo esto lo recuperan diversas agrupaciones folclóricas como la Asociación de Coros y Danzas Mazantini que nació en 1941 y la Asociación de Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado fundada en 1998.

Personaje protagonista de la fiesta es el Pandorgo. Es a partir de 1980 y según un documento propiedad de Tomás Valle en el aparece este personaje, es cuando se decidió incorporar la figura del Pandorgo. Es la persona que se hace cargo de la fiesta, la que preside junto con las autoridades municipales y es el que invita al pueblo al tradicional “puñao” y a la limoná. Los primeros que fueron nombrados hasta 1988, crearon la Hermandad de Pandorgos, y son los encargados de elegir al Pandorgo del año siguiente y procurar que no queden en el olvido las tradiciones.

Es a partir del año 1980 cuando se han venido incorporando diferentes actividades musicales, también se incorpora la práctica de juegos populares como los bolos y el concurso de limoná que se celebraba en el Prado. Con el paso del tiempo, este concurso se ha convertido en un macroconcurso en que participa gente venida de toda España. La ofrenda a la Virgen del Prado por parte de Peñas y Asociaciones, es otra manifestación que se incorpora en esa fecha.

Podemos concluir que la fiesta de la Pandorga ha conservado actividades tradicionales, todo lo referente a la manifestación folclórica y juegos populares. La naturaleza de la fiesta ha permanecido viva a lo largo del tiempo, fiesta que surge para dar las gracias por su carácter protector a la patrona de Ciudad Real la Virgen del Prado, por esto siempre se celebrada en su honor. El resto de actividades se han ido incorporando debido principalmente a la institucionalización de la fiesta y a la modificación de conducta social. A partir de la transformación del núcleo familiar y de la actividad económica, los jóvenes tienen otros intereses y distintas metas. En la mayoría de los casos el ocio se ha impuesto a la tradición, a las costumbres y todo se transforma. Actualmente el Ayuntamiento de la capital elabora un programa de actividades de dos semanas de duración.

LA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA EN EL AÑO 2020

            Es verdad que parte de nuestra vida está bajo nuestro control. También es cierto que intentamos predecir el futuro, ¡pero quién acierta con el futuro! En estos momentos todos estamos controlados por un Gobierno con dudoso talante democrático. Cuando está en juego la salud y la libertad, parece ser que todo el mundo vota por la salud pero podemos caer en el riesgo de abrir la puerta a un sistema de control inadmisible, menos aún en un sistema democrático. Ahora más que nunca se hace imprescindible combinar estos cuatro factores: salud, economía, libertad y privacidad.            Si el gobierno no consigue combinarlos nos estaría llevando a un recorte de libertades, separándonos cada vez más del sistema democrático que tantos esfuerzos costó implantar en España. Quizás esto sea una consecuencia de lo que decía Ortega y Gasset: “El pueblo español es un pueblo problemático porque no cesa de interrogarse sobre su identidad y su destino”.

            Durante el confinamiento se ha especulado sobre la manipulación de la información, hasta el punto que el gobierno también ha intentado limitar la libertad de expresión. Pero tenemos que recordarle que la mejor forma de combatir las manipulaciones a través de las redes sociales es con la libertad de expresión. Una situación excepcional requiere medidas excepcionales que de ninguna manera, como quieren algunos, pueden perpetuarse en el tiempo. En países dictatoriales se está aprovechando la pandemia para restringir la libertad de expresión y los derechos civiles.

               En nuestro estado actual no hay que perder de vista el concepto de libertad. Cervantes lo hace a través de don Quijote en la segunda parte de su magna obra:

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrecheces de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!” (II, LVIII)

            Este texto se refleja en la Declaración de los Derechos Humanos: tenemos derecho a libertad de expresión y el mismo tiempo, esa libertad hay que ganársela, aun a costa de la vida, con una honestidad intelectual diariamente puesta a prueba por sutiles insidias más peligrosas que la amenaza abierta y directa de sicarios, tiranos y verdugos.

            Quizás muchas personas piensen al leer esto que no tiene nada que ver con la fiesta de la Pandorga. Pues bien, tiene que ver porque esta fiesta es un signo de identidad de los ciudadrealeños. Cuando se interfiere en una actividad tradicional, se está atacando a la identidad del pueblo representado. La tradición es entendida como comunicación de sentidos. Por lo tanto la cultura popular tradicional es de suma importancia en la formación, desarrollo y preservación de los valores que conforman la identidad de una nación, de una región o de una localidad.

            Este año tendremos que cantar aquella coplilla de antaño:

Este año no hay Pandorga / Virgen del Prado / por las cicaterías de Maldonado.

            En el año 1789 siendo corregidor mayor de Ciudad Real Vicente Maldonado, el primogénito del marques de Castellanos, suspendió la Pandorga. Parece ser que como buen salmantino era devoto de la Virgen de la Vega, no importándole la devoción a la Virgen del Prado. Este año no ha sido Maldonado sino motivos sanitarios. Pero estos no impedirán que los ciudadrealeños celebren, cada uno en la intimidad familiar, la fiesta de la Pandorga.

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6 COMENTARIOS

  1. Quien impide la celebración pública de la ‘Pandorga’ es el virus ‘2019-nCov».
    Por cierto, innovar y modernizar la fiesta sin perder de vista nuestras tradiciones….

  2. Un entretenido Artículo, echado a perder, cuando el autor al final, ha manifestado su total parcialidad, en cuanto a política se refiere, y ha pasado de exponer un relato mas o menos curioso, a echar la culpa del Covid, a un Gobierno, que te puede gustar o nó, según tus ideas políticas, pero que en modo alguno se le puede tachar de antidemocrátioc o dictatorial. Creo que para ello tendría que mirar hacia otro lado .

    Una pena, le hubiera quedado muy bien, sin añadír los últimos párrafos.

  3. Con todos mis respetos la Pandorga es la fiesta más canalla e indigna de España. Una fiesta que promueve,incita y consiente el consumo ingente de alcohol de jóvenes y menores no es una fiesta es un delito contra la salud pública consentido pero mientras no pase nada se mira hacia otro lado

    • Me imaginaba que no habría respuesta. Se podría llamar la Antonia o la Remedios, y a la gente le daría igual. Qué cosa más absurda e Indocumentada de fiesta de borrachos.

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