Alberto Sánchez.- La parroquia de San Antonio de Padua de Puertollano realizará dos bendiciones de animales el próximo 17 de enero, una a las 12.00 y otra a las 18.00 horas, dada la gran demanda de los feligreses para que se realizase.
La parroquia, situada en el barrio de la Libertad, anunciaba al principio de esta semana su intención por recuperar la fiesta de San Antón, anteriormente celebrada en la parroquia de Santa Bárbara, pero que se perdió con el paso del tiempo
Es por ello que, aprovechando el 50 aniversario de la parroquia, se celebrará una eucaristía a las 9 de la mañana presidida por la imagen del santo. Después, y en la Plaza del Minero, se celebrará la bendición de los animales a las 12.00 y a las 18.00 horas. Esta última se realizará dada la multitud de peticiones recibidas por los feligreses
El párroco, Alfonso Morejudo, ha accedido a realizarla “pensando en los niños, para que puedan venir con sus mascotas al no tener clase por la tarde”.
Para hablar del origen de esta festividad hay que remontarse al Egipto del año 251, momento en que nació San Antonio Abad, que repartió su herencia entre los pobres y después se retiró al desierto.
Según cuenta la leyenda, un cerdo salvaje le acompañó toda su vida después de que el santo hiciera el milagro de devolverles la vista a sus jabatos. Por eso, la imagen de San Antón se representa con un cerdo domado a sus pies, una imagen que también le convierte en el protector de los animales.
San Antonio Abad encontró la paz y el amor verdadero en la contemplación de la naturaleza y de los animales, a los que decidió bendecir durante toda su vida. Y al morir fueron muchos los pastores y los ganaderos que le tomaron como protector y patrón de sus animales. Legado que ha llegado hasta nuestros días.
Su relación con San Antonio de Padua, titular de esta parroquia, viene relacionada por el interés que desató por San Antón, llegando a cambiar su propio nombre, ya que, San Antonio de Padua, se llamaba en realidad Fernando.
Que bendigan a alphonsus que es la mascota de angelita, la derechita cobardona