Cosas

Manuel Valero.- Ávido de buenas noticias, así anda uno. No es una originalidad desde luego. ¿A quién no se le despierta el buen humor cuando revisa el mundo mientras toma el café mañanero y se topa con una buena noticia? El mundo o la ciudad donde se vive que también forma parte del mundo. Hasta ella llegan las imágenes de Mariúpol, el ascenso meteórico de los precios, la luz superlativa, la matraca política en clave interna, pero también la aparente agonía del coronavirus a punto de ser destronado al tiempo que se deteriora aún más la imagen del Emérito, el retorno del pueblo-gente-ciudadanía a las aceras procesionales o a las playas vacacionales. Años horribles desde el fatídico idus de marzo de 2020 en que empezó todo con la pandemia y sus efectos colaterales del trinque como ha sucedido siempre en tiempos de penuria, le siguió una erupción volcánica y una guerra que sacudió el temor a una conflagración global.

Así que sobre este retablo que no es precisamente maravilloso resultan impagable los primeros centímetros ganados a la nueva normalidad para que sea solo eso: normalidad sin calificativos. Pues bien, añadan al optimismo del sector hostelero y hotelero ante la apertura de la puerta normal, los efectos que ello tendrá para la economía nacional y el empleo. Da igual, o eso parece, que la inflación engorde. Había muchas ganas porque la vida empuja como decía Goytisolo y apenas se ha barruntado que el covid anda canijo el personal ha puesto proa a cualquier parte. Comm,il faut. Un poco de optimismo, ¿no? Quizá al pistolero del Kremlin le dé por pensar qué demonios está haciendo en Ucrania  mientras él hace lo que hacemos todos: defecar. Filósofos no han faltado que han dejado dicho que en el trono de deshechos surgen algunas veces ideas luminosas.

De modo que estrechando el cerco me vengo a mi ciudad a la que no le faltan detractores y por supuesto defensores, entre los que me incluyo, sin perder la perspectiva critica si preciso fuera, que no tóxica que entristece al que la hace y mucho . Y si la misma está atravesando la espesa negrura de unos tiempos olvidables, parece que se abre una rendija por donde entra don Lorenzo. También lo dijo otro filósofo, o lo digo yo. Cuanto más negro es el túnel mejor se ve el átomo de claridad que lo traspasa. Y hete aquí que ya hay piedra. Que no es angular pero sí simbólica. La del Hospital de Puertollano, digo. Sí, sí, aquel prometido y desprometido una y otra vez. Recuerdo cuando empezaron las obras del de Ciudad Real. Joder, cómo pasa el tiempo. Vuela. Como cantaban, mejor dicho tocaban, Los Pekeniques de quienes sólo escuchamos su voz en Cerca de las estrellas. Que me voy. Vuelvo. Que ya ha echado a andar el que será el Hospital de las futuras generaciones, como supongo que Puertollano se hidrogenará del casi todo, que para eso es un mojón alternativo en la cosa, como supongo se construirá la nueva Comisaría que ahora está constreñida en una calle de antiguo casco en el casco antiguo, como supongo comenzarán las obras de boulevard ancho y la reforma de El Bosque, que prepararán la ciudad del futuro.

Ah, las elecciones, claro. Por supuesto. Forma parte del juego democrático en el que nada de lo que hace quien gobierna, rojo, azul, verde, morado, naranja  o amarillo…¿hay amarillo? está bien y en el que todos harían lo mismo si pudieran. Nos ha jodío. Hay dos cosas que hermanan, fíjate, a los políticos: el deseo inconfesado de la apetitosa mayoría absoluta -ay, quien la pillara- y la pulsión de venderse bien.

PD.  El paisano Tomás Fernando Flores será uno de los castellanomanchegos ilustres en la edición del próximo 31 de mayo en que se cumplen los 40 años de Autonomía, lo que me recuerda que ya va siendo hora de que conozcamos al pregonero de la Feria de Puertollano, que uno tiene ya ganas de pasar el testigo. Bien podría ser él. ¿O no?

Buen Jueves. Santo o Laico.

Relacionados

2 COMENTARIOS

  1. Desafortunadamente, estamos demasiado ahogados en nuestras propias mentes, inundados con alimentos libres de nutrientes, por una preocupación excesiva por la imagen, una falta de verdad, autenticidad y vulnerabilidad……..

Responder a Charles Cancelar comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img