Jesús Millán Muñoz.- Hoy, estás en la mesa de la comida y suena uno de los teléfonos móviles de alguno de los comensales, y en vez de hablar, la familia entre sí, físicamente, alguno de ellos está dialogando con alguien a cien o diez mil kilómetros.
Se dirá que es fácil, es cortarlo, no cogerle la llamada, cerrar el móvil en esos momentos familiares, de diálogo, hablar, verse, conocerse un poco más.. Esos momentos de expresar lo que les ha pasado, captar los detalles de sus gestos y sus palabras, los tonos, e ir, entendiendo y comprendiendo, a otros individuos, tan cercanos afectiva y realmente. Pero, lo ideal y lo real, quizás, sean dos caminos que se besan solo de vez en cuando.
Conocí a una buena persona, que fue asistenta familiar de una casa de la burguesía alta. Y, tenían dos o tres personas para servirles las comidas. Cuando se reunían, a degustar los platos, expresaba que siempre en esos momentos, no hablaban de nada personal, sino solo de empresas y de acciones y del mundo económico. Por tanto, habían llegado a un acuerdo-convención-plan y, era una familia numerosa, Lo que quiere indicar, que el resto de temas familiares, los trataban en otros medios-modos-formas, quizás, en alguna casa de campo o segunda residencia, quizás, en las habitaciones particulares. Lo cual demuestra, que cada entidad familiar, y el individuo que habita dentro de cada una de ellas, se adaptan y adopta a las realidades humanas, de distinto modo…
En el caso del pueblo, los días que pueden sentarse todos a comer-cenar-desayunar-merendar-almorzar juntos, son pocos días, cada vez menos, con los trabajos y las distancias de un lugar a otro. Pues siempre si existen cuatro o tres miembros de esa unidad familiar, siempre, suena un móvil, que es o tiene un mensaje urgente.
La cuestión es que la tecnología o una nueva técnica cambia, si se adopta y adapta a distintas realidades, cambia distintos aspectos del ser humano, cambia la psicología y la antropología, aunque sea poco, las costumbres, las posibilidades. Se indica que el invento del arco y ola flecha produjo cambios en distintos aspectos de la realidad del momento. También tienen influencias, no solo sociales, familiares, económicas, sino también de la conformación del cerebro, a distintos niveles. Que quizás, no seamos conscientes. Los móviles y la teleinformática y todo lo relacionado con esos mundos, también nos causarán cambios a y en todos los sentidos. Quizás, ya lo esté realizando. Quizás, solo percibamos algunos de esas modificaciones, unas, que nos parecen buenas, otras, menos buenas, una racionales, otras menos racionales…
¿Pero caminamos hacia la realidad y el concepto de “superorganismo”? ¿Nos estamos haciendo algo así, más parecido a un termitero, en el cual, cada individuo, forma parte cada vez más, de una totalidad…? ¿Hoy, con los datos que se van dejando de cada persona o individuo o colectivo o grupo o sociedad, diversas entidades, si desean o si quieren, tendrían tal cantidad de información de cada uno de esas personas o grupos, que podrían conocer a cada una de esas realidades, más que ellas mismas…?
¿Hoy, un sistema no-democrático que se instalase en una sociedad-país-Estado tendría tantos medios de conocimiento, de cualquier persona o individuo, que sería casi imposible, o al menos, con los derroteros que conocemos y desconocemos, que se pudiese pasar de la no-democracia a la democracia, si ésta no quiere desde dentro evolucionar…? ¿Hoy, cualquier entidad económica o social, puede tener más datos, conoce de hecho más sobre el individuo que cada persona sobre si misma, en esa faceta del saber y de la realidad…?
De todo lo que hacemos, o de casi todo, para no ser tan absolutos, vamos dejando nota en el marco-bodega-galaxia de lo informático y electrónica, por lo cual, diríamos, se van archivando-grabando las huellas. Porque, cada día, vamos utilizando más esos medios, para todo. Cada vez, más campos de la realidad social, se van incrustando-materializando-insertando-cristalizando en algún dato que queda en alguna red informática, en algún mensaje que al final, pasa por una o cien plataformas, en definitiva, uno cien ordenadores, que está conectado con los otros… Es un arco y la flecha informática, una nueva tecnología, que no sabemos gestionarla bien, porque cada año va cambiando, no la entendemos, porque no conocemos sus límites.
Cuando Gutenberg, inventó o descubrió, la imprenta de tipos móviles, ya el invento materializado, podrían preverse, en parte, los límites, se podrían ver horizontes posibles, aunque tuvo consecuencias, enormes, en cambios sociales, las revoluciones religiosas y políticas de su siglo y el siguiente. Pero las tecnologías de los móviles, informática, ordenadores, redes sociales de Internet, y todos los mundos que son y existen ahora. Ni siquiera conocemos en qué terminará este mar. Hemos tocado la esencia del ser humano, su cerebro y su conciencia y su psique y su consciente y su inconsciente. Nos hemos subido a un tren-avión-carreta que no sabemos hacia dónde nos lleva. Esta es la realidad. Yo, diría, que utilicemos esta tecnología con la prudencia-mesura posible, pero pienso, que esto es como escribir números en la superficie del agua. Paz y bien…
