Page, entre Will Kane y Espartaco

Manuel Valero.- El argumento recurrente para criticar a Emiliano García Page es que se ha vuelto de derechas y que su lugar no está bajo el logo del  PSOE sino bajo la gaviota popular. Y todo porque ha osado decir en el Comité Federal del PSOE lo que ha dicho en actos públicos cuando ha tenido la menor ocasión. Incluso delante del jefe. Con Bildu ni a la esquina… y la amnistía como cortocircuito de la Constitución y más cosas… muchísimo menos. Que Page piensa eso lo sabe hasta el último pueblo de Castilla-La Mancha y mucho más allá.  Me gustaría saber la opinión de electores y militantes por este orden. Posiblemente descubramos que el solitario Page resulta que no está tan solo como Will Kane (Gary Cooper) en la magistral película de Zinnemann.  Pero como en la legendaria cinta, Page en su propia casa orgánica, sí, se vio más solo que el maduro sheriff de Hadleyville. Con el alivio de que son muchos más, extramuros del comité, los  que coinciden con la opinión del presidente de Castilla-La Mancha.

Es verdad que el presidente manchego no le debe el cargo, ni el sueldo a su secretario general. Al contrario. Fue su distanciamiento lo que le valió otra soledad mucho más gratificante: la de ser el único candidato autonómico en ganar las elecciones en plena borrasca socialista. Si España dio al PSOE un mapa devastado, Castilla-La Mancha fue el vórtice del huracán. Calma chicha, normalidad y triunfo en pleno empuje de Feijóo Quizá por eso y supongo que impelido por su propia conciencia, García Page ha tenido los redaños suficientes para erigirse en la única opinión discordante a sabiendas de que era coincidente con la del adversario político y de que ahora se encuentra en una encrucijada perversa y paradójica: desconociendo sus intenciones de futuro puede haber cavado su tumba política si el PSOE sigue capitaneado por Sánchez o, por el contrario, surge como una alternativa que devuelva a su partido al punto de donde fue apartado para poder sumar debido a la necesidad de escaños. Cuestión de tiempo.

Emiliano García Page ha sido un Kane en el comité pero un Espartaco fuera de él. La soledad del discrepante siempre es atractiva si es la consecuencia de una actitud coherente. Y se deduce que el partido socialista de Castilla-La Mancha está con su secretario general en esta circunstancia histórica. ¿Lo está

No le falta razón al solitario presidente regional cuando rechaza  abiertamente la amnistía porque España es un estado libre,  sus consecuencias fiscales a favor de los posibles amnistiados, la ingeniería política de Sánchez para encajarla en la legalidad o la pregunta con que se consultará a las bases, paniaguada, con la zanahoria del pacto con Sumar.

Posiblemente la actitud  de Page encierre una enmienda a la totalidad a la deriva del presidente en funciones, a su curriculum presidencial, a sus bandazos continuos y a su apropiación del partido. La política tiene esas cosas. Incluso el privilegio de cambiar de opinión –si hay que cambiar de opinión se cambia, y punto, Zapatero dixit.

El caso es que mientras se acerca la fecha tope los españoles seguimos sin tener ni pajolera idea de cómo demonios va a casar el PSOE la amnistía con la Constitución, si Puigdemon y los de ERC se darán por satisfechos y  cederán, o si por el contrario, perseverarán en el proceso, recurrirán a la unilateralidad o renunciarán a ella. Si dejarán en stand by la independencia a cambio de un estatuto de privilegio .

 Así que con estos mimbres, el presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE regional tiene que hacer la cesta. Si en su casa fue el sheriff Kane que tira la estrella del cargo después de abatir a su enemigo y se larga de la ciudad, fuera de ella es el Espartaco que reúne a  gladiadores y esclavos para hacer frente a la poderosa Roma. Claro que si nos atenemos al final de ambos personajes, uno de ficción y otro histórico, igual la comparación no es la más afortunada. Yo me entiendo.

Los populares ya le están llamando a la rebelión, o sedición que está libre de delito, y buena parte de la prensa reconoce el empujón mediático que ha recibido la figura Page como promesa de futuro con empaque de líder. Los avatares de la política dirán. De momento, Emiliano García Page, solo se ha limitado a decir lo que muchos pensamos.

Yo estoy con Page.

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