Concentración en solidaridad con el pueblo palestino

La Plaza Mayor acogió en la tarde de ayer una concentración en solidaridad con Palestina, convocada por el colectivo Pacifistas Ciudad Real. En el acto se reclamó «un alto el fuego inmediato y el cese del genocidio del pueblo palestino».

Reproducimos comunicado leído en la contración:

COMUNICADO DE CONDENA AL GENOCIDIO EN GAZA

Los políticos en Israel y Estados Unidos, así como de la Unión europea piden sangre palestina en un lenguaje directo y genocida, con la carta blanca de la Unión Europea y sin molestarse en preguntar quién, en este momento, está siendo limpiado étnicamente, o cuántas masacres de esta magnitud ha visto el pueblo palestino desde 1947. Miles de jóvenes palestinos, casi niños, son encarcelados ‒cuando no gravemente heridos o asesinados‒ cada día, en cada protesta, como represalia a las acciones armadas de Hamás o simplemente porque molestan en el proceso de usurpación y colonización de su tierra. Los palestinos han sufrido año tras año constantes expropiaciones de sus tierras, enjaulados detrás de muros mientras sus escuelas eran bombardeadas, solo este año, antes del ataque de Hamas, el Ejercito Israelí había asesinado a más de 250 personas palestinas. Desde el 7 de octubre han muerto al menos 10.330 personas de los cuales 4.240 son niños y niñas, hay cientos de rehenes, decenas de hospitales están sin luz y son frecuentes los asesinatos de personal humanitario .

Observamos avergonzados como estos crímenes se legitiman con una lógica militarista que lo impregna todo. Medios de comunicación, leyes especiales, órdenes, discursos, comentaristas … colonizan el pensamiento de la población convirtiendo en normal y necesario cualquier sacrificio individual o colectivo, en aras de la patria, la nación, el gobierno de salvación, la fe en la victoria, la supremacía moral o democrática, la superación de afrentas históricas…. Conceptos que mediáticamente manipulados calan en las mayorías sociales que son quienes protagonizarán y sufrirán los efectos de las guerras.

El precio de esta escalada de violencia sin precedentes entre Israel y Gaza lo está pagando la población civil, mientras la UE sigue sin exigir el cese de las hostilidades. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otras autoridades han expresado su solidaridad sin reservas con Israel, pero no han dicho nada de los crímenes internacionales cometidos en Gaza. Con esto, Europa da carta blanca a Israel para violar las leyes internacionales

Comprender los motivos y las causas es fundamental para encontrar el camino hacia la solución pero no nos equivocamos cuando decimos que el conflicto israelí-palestino no tiene una solución militar y así comprobamos que los últimos atentados de Hamas no han hecho sino precipitar la ocupación y la represión sobre la población, no han mejorado en nada la vida de las personas que viven en la franja, y en cambio le han ofrecido a Israel la excusa ante la comunidad internacional para seguir adelante con su limpieza étnica.

Cada pueblo, cada Estado tiene derecho a su propia seguridad. El derecho del pueblo palestino a la autodeterminación es afirmado por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y reconocido por casi toda la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, su realización ha sido negada durante décadas por las instituciones occidentales, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea.

Suprimir las guerras es condición indispensable para detener la muerte y la destrucción. Por tanto, reivindicamos el Derecho a Desertar de la Guerra como acto supremo de desobediencia y autodeterminación del pensamiento disidente de quien se niega a estar disponible para morir y matar. En los últimos meses se constata esta acción desobediente entre multitud de jóvenes israelíes, jóvenes de Europa del Este (probablemente más de 100.000 solo en Ucrania) y, con toda seguridad, una proporción incontable en el lado ruso, del que la opacidad informativa imposibilita precisar su alcance. Esta postura resulta profundamente interpelante, por eso es tan peligrosa, perseguida y reprimida. La deserción a la guerra, la Insumisión a los ejércitos, la Objeción de conciencia, las acciones antimilitaristas y la conciencia antibelicista suponen una auténtica revolución para deslegitimar lo que se inculca en este ámbito como normalizado de obligado cumplimiento.

Nuestro rechazo a la guerra y a los horrores no es un rechazo a comprender sus causas y consecuencias y reconocemos el derecho fundamental de la población de los Territorios Palestinos a resistir la colonización, la ocupación militar israelí y el apartheid.

Expresamos dolor y condolencias por todas las víctimas, palestinas e israelíes.

Exigimos detener los bombardeos, proteger a la población de Gaza sitiada mediante la apertura de corredores humanitarios; permitir el paso de ayudas para la población afectada por los bombardeos; trabajar por la liberación de los ciudadanos israelíes tomados como rehenes y por la liberación de los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes (5.000, entre ellos mujeres y menores)

Expresamos por tanto nuestro respeto solidaridad y adhesión a todas las personas que practican la Deserción y la Insumisión. Reclamamos su reconocimiento como personas refugiadas políticas, así como que no sean extraditadas a sus países si son reclamadas por sus gobiernos.

Necesitamos imaginar un movimiento de liberación donde ninguno de los pueblos tenga que irse, porque ante la actual crisis sistémica, la solución que dan las guerras es la peor.

¡Basta de bombardeos! ¡Paremos el genocidio en Gaza!