“Quien la hace, que la pague”: De Montoro a Koldo, pero sin trampas políticas del pasado ni periodistas con carné en la boca

Joaquín G. Cuevas Holgado.- En España estamos demasiado acostumbrados a una práctica política dañina y desgastada: recurrir al pasado como coartada para justificar los errores del presente. Pero por más que se quiera agitar el fantasma de Cristóbal Montoro o resucitar la “herencia del PP”, lo cierto es que el Partido Socialista tiene hoy la responsabilidad plena de rendir cuentas por sus propios escándalos.

El caso Koldo, que ha destapado una red de corrupción y comisiones en plena emergencia sanitaria, no puede ni debe ser relativizado escarbando en el baúl de la basura política de otros tiempos. Sacar la mierda del pasado no limpia la del presente. Y lo que está en juego no es una guerra partidista, sino la credibilidad misma de nuestras instituciones.

Montoro, sí, protagonizó una etapa oscura de tecnocracia autoritaria, con una amnistía fiscal vergonzosa y un uso político de Hacienda que fue condenado por el propio Tribunal Constitucional. Pero lo que hizo mal el PP no puede servir de excusa para permitir que el PSOE repita otros abusos, bajo otras formas. Una democracia madura no se blinda con el “y tú más”, sino con reglas claras, responsabilidad inmediata y consecuencias reales.

Lo más preocupante no es solo el silencio dentro del Gobierno, sino el ruido mediático orquestado para desviar la atención. Hay periodistas con carné en la boca que parecen más portavoces del poder que vigilantes del mismo. Desde espacios financiados por la televisión pública o por estructuras cercanas al poder socialista, se insiste con cinismo en volver sobre Montoro una y otra vez, mientras se ignora deliberadamente el impacto devastador que está teniendo la política actual sobre la ética pública, la confianza institucional y el tejido social.

Es una vieja estrategia: fabricar enemigos del pasado para esquivar responsabilidades del presente. Pero cada vez funciona menos. La ciudadanía ya no traga. Sabe que, más allá de ideologías, hay formas de gobernar que no se pueden justificar ni encubrir con relatos mediáticos.

El PSOE pretende gobernar como si el desgaste moral no lo afectara. Como si las dimisiones forzadas, los contratos opacos y las tramas clientelares no minaran su autoridad ética. Pero gobernar a costa de todo a costa de la vergüenza, de la ética, de la justicia— no es gobernar: es resistir en el poder a cualquier precio.

La impunidad institucional no tiene ideología. El uso del Estado en beneficio de redes afines, la tolerancia hacia la corrupción dentro de las propias filas, y la negativa sistemática a asumir consecuencias, son síntomas de un sistema político que aún no ha asumido el principio más básico de la justicia democrática: quien la hace, que la pague.

¿De qué nos sirve exigir transparencia si los contratos siguen en manos de intermediarios oscuros? ¿De qué vale predicar justicia fiscal si se toleran privilegios internos? ¿De qué sirve proclamar regeneración si no se depuran responsabilidades con rapidez, firmeza y ejemplaridad?

Ya no basta con señalar a Montoro. El PSOE debe dejar de mirar hacia atrás para eludir su presente. Si realmente quiere liderar un proyecto transformador, debe empezar por limpiar su propia casa, dejar de usar el pasado como escudo, y aplicar con rigor los principios que tanto proclama.

Y también, si queremos una democracia saludable, hay que exigir a los medios públicos y a los profesionales del periodismo que dejen de actuar como blindaje del poder. Su deber es incomodar, fiscalizar, contar la verdad no maquillarla para sostener un relato interesado.

Solo así dejaremos de vivir en un bucle de decadencia. Solo así podremos confiar, de nuevo, en que el poder sirve al bien común, y no a la supervivencia del partido de turno.

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6 COMENTARIOS

  1. El pasado no limpia no. Pero si refresca la memoria de que lo que está por venir es peor.
    Malo es el caso Koldo? Pues si. Pero el PP antes y ahora está 10 veces más corrompido y está bien recordar que si llegan volverá a pasar.
    Paso con Aznar paso con Rajoy pasa con ayuso y pasa continuamente con la derecha por todo el país
    Como dijo rufián en la cárcel de soto del real hay ochenta y tantos y del PSOE 1.
    Y está bien recordar cómo echaron a Casado y cuando pillan a uno de derecha salen todos con el manual escrito.
    En cambio el PSOE los expulsa a la primera y no los defiende.
    Y do los periodistas de carnet esta bien recordar cómo se fabricaban pruebas falsas y se publicaban aún sabiendo que eran bulos. Solo recordar podemos el coletas y Venezuela Mónica otra y tantos y tantos que entre ok diario y otras bazofias parecidas han empuercado la política y el periodismo haciendo que muchos jamás confiemos ni en PP ni en PSOE y mucho menos en ciertos medios
    Pero es mi opinión seguramente equivocaa
    Las cuentas no fallan. Está en el adn

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