Felipe Ferreiro Alarcón, el Quijote de Venta de la Inés

Eduardo Egido Sánchez.– Resulta asombroso el parecido físico de Felipe Ferreiro con Miguel de Cervantes y más asombroso, si cabe, su parecido moral con don Quijote de la Mancha. Su presencia y su modo de actuar recordaban de inmediato al autor y al personaje más famosos de la literatura universal.

Felipe Ferreiro Alarcón nació en Brazatortas el 9 de enero de 1930 y falleció en el hospital de Puertollano el 9 de julio de 2025. Su vida transcurrió de manera anónima hasta bien cumplidos los setenta años en el Valle de Alcudia, enclave de la Venta de la Inés, conocida hasta 1781 como Venta del Alcalde y mencionada por Cervantes en la novela ejemplar “Rinconete y Cortadillo”. A comienzos del siglo XXI comienza su notoriedad, que no dejará de crecer hasta su muerte.

Desde su más tierna infancia llevó a cabo un sinfín de trabajos en los quintos del Valle de Alcudia, empleándose como jornalero en numerosos cometidos, pastor de ovejas y vaquero, guarda de campo, coordinador de fumigación de plagas de langosta, encargado de cuadrillas de carboneros, vendedor de miel, cera y arrope en la propia Venta de la Inés -actividad emprendida por sus antepasados- y cuantos menesteres salían a su paso ofreciendo un magro jornal para sustentar la economía doméstica. Este amplio muestrario le permitió conocer a fondo las fincas del Valle y las personas que lo poblaban o visitaban. Su portentosa memoria retendrá infinidad de datos que recitaba con múltiples detalles ante los visitantes de la Venta o los medios de comunicación. Todos los oyentes se hacían lenguas de la cantidad de pormenores que desgranaba en sus relatos.

La relación de Felipe Ferreiro con los dueños de las fincas y con los jornaleros del Valle siempre discurrió por los cauces tradicionales que garantizaban una convivencia pacífica y colaborativa. Hasta que a finales del pasado siglo el propietario de la colindante finca La Cotofía le propuso la compra de la Venta de la Inés por un millón de pesetas, asegurándole: “y te doy un poquito más de lo que vale”. No compartió el ventero esta valoración, argumentando que con esa suma difícilmente podría adquirir otra vivienda para su familia. La respuesta del terrateniente no daba pie a equívocos: “si no aceptas, atente a las consecuencias”. Había comenzado su desigual enfrentamiento con el Poderoso, calificativo que el propio ventero acuñó desde el primer desencuentro. Se enfrentaban dos fuerzas desiguales: David contra Goliat, don Quijote contra el mago Frestón, la dignidad contra el oprobio.

Sin duda, Felipe Ferreiro hubiera sucumbido de haberse opuesto con sus solas fuerzas a las torticeras maniobras del Poderoso y su formidable equipo de abogados, dispuestos a negarle el pan y la sal. Sin embargo, se obró el milagro de una cohorte de escuderos que fueron ganados de inmediato para amparar la causa del indefenso ventero. A lo largo de esta biografía se mencionan algunos, ya que todos precisarían mucho más espacio. Hay que señalar que las espadas se mantuvieron en alto a lo largo de una dilatada veintena de años y era obligado no desmayar en el empeño para conseguir superar los continuos recursos judiciales que se presentaban contra los logros de la Venta.

Las afrentas a la familia Ferreiro comienzan a saltar a los medios de comunicación y dan lugar a los primeros movimientos sociales para adherirse a su defensa. Una de las primeras actuaciones abusivas del Poderoso es colocar una puerta metálica en el Camino Real de la Plata, que conduce a la Venta, de modo que se apropia de la llave para impedir su acceso. La puerta fue bautizada como el Muro de Berlín. Es denunciada la maniobra ante el Ayuntamiento de Almodóvar del Campo, que adopta la resolución de suprimir la barrera y la traslada a la delegación de Agricultura, cuyo delegado, Antonio Salinas, ordena su inmediata retirada. Este gesto quedará grabado en la memoria de Felipe Ferreiro, que lo pondrá frecuentemente como ejemplo de actuación valiente.

Por esa época, Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia, con su presidente Vicente Luchena, denuncia los agravios infligidos a la humilde familia formada por el septuagenario Felipe Ferreiro, su esposa Carmen García y su hija Carmencita, discapacitada física y psíquica, una familia que muchos visitantes de la Venta equiparan a “Los santos inocentes”. La esposa de Felipe fue la cabeza pensante de la Venta y sus propuestas eran un modelo de inteligencia y cordura. Su expresión serena denotaba una dura existencia vivida con dignidad.

Se suma al apoyo de la familia la Asociación de Vecinos Amigos de Alamillo (AVAL) como muestra de buena vecindad.  Se constituye, en junio de 2003, la Asociación “Amigos de Venta de la Inés” bajo la iniciativa del maestro y cantautor Rafael González, su primer presidente, y del profesor universitario Isidro Sánchez, su primer secretario. Ambos serán distinguidos unos años después con el nombramiento de socios de honor.

En octubre de 2005 se renueva la junta directiva de “Amigos de Venta de la Inés”, eligiendo como presidente a Alfonso Martín-Grande y como secretario al autor de esta biografía. Ambos se mantendrán en sus cometidos hasta la actualidad. La Asociación se marca tres objetivos de forma prioritaria: conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural para la Venta y su entorno, dotar de luz eléctrica a la vivienda, y recuperar la captación de agua del cercano río Tablillas, cuya conducción ha sido vandalizada aprovechando un periodo en que los propietarios de la Venta abandonaron el sitio.

La gestión para dotar de luz eléctrica a la Venta se lleva a cabo sin demasiados impedimentos a pesar de la oposición del Poderoso, lográndose en 2007 merced a la firme actitud del presidente de la Diputación Provincial, Nemesio de Lara, que promueve las condiciones legales y económicas para instalar una torre eléctrica que enlace con el tendido de la zona. Hay que valorar la actuación institucional y personal de este político, que mantuvo un estrecho contacto con la familia Ferreiro y, en especial, con Carmencita.  Fue nombrado socio de honor en consonancia con su defensa de los intereses de la Venta.

El Informe-propuesta de declaración de Bien de Interés Cultural como Sitio Histórico de la Venta fue elaborado por Alfonso Martín-Grande, Patricia Hevia y Germán Esteban y aprobado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en julio de 2009. Dio paso, como era de temer, a todos los recursos posibles: al de reposición, que fue desestimado por la Junta en octubre de 2009; al contencioso-administrativo, desestimado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en diciembre de 2013, y a un último recurso de casación que el Tribunal Supremo desestima en octubre de 2014. Se pone de manifiesto el firme propósito del Poderoso de obstaculizar los legítimos intereses de la familia Ferreiro, que solo cede ante las más altas instancias judiciales.

Idéntico calvario judicial sufre la petición para captar agua del río Tablillas que la familia Ferreiro efectúa ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en septiembre de 2003: se concede la captación en julio de 2008, el recurso de reposición se desestima en septiembre de 2009, el recurso contencioso-administrativo se desestima en noviembre de 2012, y el recurso de casación ante el Tribunal Supremo se inadmite en octubre de 2013. Posteriores objeciones por parte del Poderoso provocan que hasta mayo de 2018 no llegue el agua a la Venta, es decir, 14 años y 9 meses tras la solicitud. En este logro destacan las actuaciones del diputado nacional Miguel Ángel González, del presidente de la Diputación José Manuel Caballero, del delegado de Fomento Casto Sánchez y de la Fundación Savia, de Sevilla, cabeza visible ante la Confederación.

En estos trámites judiciales se agiganta la figura del abogado Basilio Gila y su bufete, que tramitan todos los asuntos sin cobrar nada en absoluto. Sin su probada eficacia, probablemente los continuos recursos hubieran tumbado los logros alcanzados. Fue nombrado socio de honor, así como el delegado de la Junta de Castilla-La Mancha, Santiago Moreno, también decidido impulsor de múltiples iniciativas.

Este cúmulo de dificultades pone de manifiesto el carácter indómito de Felipe Ferreiro, acrecentado por la colaboración de todo tipo de instituciones y de los medios de comunicación. El quijote Felipe fue un luchador ante los desafueros de su poderoso vecino, un bravo encajador que aguantó a pie firme las injusticias que pretendían aislar su vivienda e impedir que la gente que simpatizaba con su familia pudiera manifestar su solidaridad. Mantuvo la Venta de la Inés abierta de par en par a todo el mundo, con una hospitalidad ya en desuso. Su generosidad no conocía límites incluso con los desconocidos, a los que brindaba su casa y su corazón. Nadie que haya visitado este sitio histórico se habrá sentido indiferente ante el comportamiento de un hombre singular que prodigaba virtudes y excelencias propias de mejores épocas.

Disfrutar de su discurso poblado de infinidad de nombres propios y hechos históricos del entorno, admirar su memoria portentosa que registraba datos de casi un siglo de fecunda existencia, extasiarse con el recitado de pasajes cervantinos… todo ello en un marco incomparable como es la Venta, aquilataba una experiencia para el visitante imposible de borrar.     

Por encima de todo, Felipe Ferreiro fue un hombre bueno que mostraba lo mejor del ser humano. Su comportamiento sin doblez se ganó el aprecio de cientos de visitantes de numerosas procedencias que estamparon su firma y sus alabanzas en los ocho o nueve libros que permanecen en su aparador, quizá aguardando que alguien destape la admiración que suscitaba el simpático anciano que animaba a escribir un comentario.

Felipe Ferreiro Alarcón actuaba como la piedra de toque de los plateros: con su contacto se descubría la pureza de las personas que lo trataban. Y algo más valioso: sus virtudes conseguían sacar lo mejor de cada uno, en un intento de emular a ese quijote curtido en los vastos parajes del afamado Valle de Alcudia. Su legado es digno de memoria y perdurará largo tiempo a semejanza del impar Caballero que no se arredró ante los gigantescos molinos de viento.

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3 COMENTARIOS

  1. Excelente artículo que echaba de menos de tu pluma!!!
    No se puede hacer mejor relato de la vida de “nuestro Quijote”.
    GRACIAS, por todo lo que has hecho por él y su familia.

  2. Interesante y buen artículo sobre la vida del Sr guardián de la Venta de la Inés. Un hombre que lucho y lo dio todo por preservar la Venta, en buena ley, de la ambición de los grandes y poderosos. Un gran ejemplo para todos. Enhorabuena Eduardo.

  3. Excelente descripción de una gran persona, no estaría demas q se le nombrará ciudadano ejemplar a título póstumo, mejor hubiese sido en vida, bien merecido lo tiene

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