Nueva concentración pacifista en Villarrubia de los Ojos contra el genocidio en Gaza

Un escrito del activista Adolfo Tabasco ha sido leído en la nueva concentración pacifista en Villarrubia de los Ojos contra el genocidio en Gaza. Un texto que cuestiona crudamente las actitudes teóricamente dialogantes de muchas instancias de la llamada Comunidad Internacional:

Todas y todos hemos visto la fotografía, el paripé, de la veintena de líderes mundiales en Egipto para actuar como extras en el espectáculo de Trump, la firma de un acuerdo de paz para Palestina, pero sin los dos verdaderos protagonistas (Israel y la Resistencia Palestina).

    Lo que dice el llamado «plan de 20 puntos» vale menos que el papel en el que está escrito, y todos lo saben.

    La tregua no es ni remotamente una paz, ni siquiera aborda los problemas clave que están en el origen del conflicto, como la existencia de un verdadero estado palestino y la devolución de los territorios ocupados por Israel, a lo que israel no está dispuesto.

     El conflicto está resurgiendo, Israel no ha interrumpido los bombardeos sobre Gaza y ha matado al menos a 45 palestinos, sigue impidiendo la entrada de ayuda humanitaria por la frontera con Egipto. Acosa y hostiga a la población palestina en Cisjordania, lanza gas lacrimógeno a quienes están en los olivares recogiendo aceituna. Bombardea el Líbano a pesar del acuerdo de paz. Israel pretende hacerse con toda la costa este mediterránea avasallando a la población autóctona.

   En su último informe, la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, detalla cómo numerosos Estados, principalmente occidentales pero también árabes, están permitiendo la opresión del pueblo palestino y el genocidio en Gaza por parte de Israel.

    “Sin la participación directa, la ayuda y la asistencia de otros Estados, la prolongada ocupación ilegal israelí no podría haberse sostenido”. Para Francesca “la falta de voluntad para que Israel rinda cuentas” es otro de los factores clave que ha permitido a Israel “consolidar su régimen de apartheid colonial”.

   “Las iniciativas diplomáticas normalizan la ocupación israelí y no han logrado alcanzar un alto el fuego permanente”. La ayuda militar a gran escala, la cooperación y las transferencias de armas principalmente con EEUU y los Estados europeos han permitido el dominio israelí sobre el pueblo palestino”.

  La solución solo será posible si se suprime la complicidad, se asumen las responsabilidades y se defiende la justicia “sin dobles raseros”. Los Estados deben suspender sus relaciones de todo tipo con Israel, de lo contrario estarán contribuyendo a que Israel continúe con los crímenes de guerra, de lesa humanidad y el genocidio.

    Francesca Albanese es tajante exigiendo una investigación sobre todos los actores implicados en este genocidio, al tiempo que pide la suspensión de Israel de las naciones unidas porque está incumpliendo sus obligaciones. Pero también solicita al resto de los Estados miembros que cumplan la resolución que garantizaría el desmantelamiento de la ocupación israelí; esta resolución permitiría a la ONU enviar fuerzas internacionales que eliminen las amenazas para la paz.

    La relatora se ha dado cuenta que existe un “abismo sin precedentes entre los pueblos y sus gobiernos que han traicionado la confianza sobre la que descansan la paz y la seguridad mundiales”. Esta pérdida de confianza ha generado una ola de protestas de la ciudadanía en muchos países, poniendo en tela de juicio –quizás por primera vez en ochenta años– la existencia misma del Estado judío.

   Por tanto, exhorta a “los sindicatos, juristas, sociedad civil y ciudadanía a vigilar las acciones de sus gobiernos” y a presionar para que haya “boicots, desinversiones y sanciones hasta que finalice la ocupación ilegal y los crímenes asociados”. No solo hace referencia a los crímenes israelíes de estos dos últimos años, sino a la segregación racial y la ocupación ilegal del territorio palestino que ha desembocado en este genocidio.

    Al trabajo de la relatora, Trump y su gobierno han respondido con sanciones e impidiéndola presentar sus informes.

    Trump y su gobierno también han sancionado a la Corte de La Haya en una demostración de absoluto desprecio por el Derecho Internacional.

    Ante la inacción o la tibieza de nuestros gobiernos, rehenes de los intereses militares y comerciales, la ciudadanía tenemos que seguir exigiendo que se cumplan los Derechos Humanos.

    Por una Palestina libre y con derecho a decidir su propio destino, vamos a dedicar este círculo de silencio a las víctimas inocentes de esa ambición destructiva que gobierna el mundo.