El mítico monumento de «El Bonal», símbolo salesiano en Puertollano, será restaurado y trasladado a un espacio público

Operarios de las empresas Hijos de Bruno y Grúas Montaga han procedido recientemente al desmontaje del recordado monumento de María Auxiliadora que estaba ubicado en la finca «El Bonal» de Puertollano, en presencia de Miguel Ángel Fernández, salesiano encargado de patrimonio, y Antonio Gómez, presidente de Adma. La operación, realizada hace unos días, culminó sin incidencias, y las piezas han sido trasladadas a una nave cedida por GyB Puertomotor, donde Miguel Ángel comenzará con las tareas de restauración. La intención de la comunidad salesiana de Puertollano es acordar un espacio público con el consistorio para que este mítico conjunto monumental pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos.

El colegio ‘Salesianos Puertollano’ alcanzó el pasado mes de enero un acuerdo con Renovalia Invest, actual propietaria de la histórica finca ‘El Bonal’, para recuperar la titularidad del monumento dedicado a María Auxiliadora. Este hito se enmarca en los preparativos para conmemorar el 75º aniversario de la presencia salesiana en Puertollano.

Este evocador complejo, hoy prácticamente olvidado, marcó a muchos jóvenes de los años 60, en pleno desarrollismo franquista, y se convirtió en un singular ejemplo de núcleo educativo rural, algo así como un remoto monasterio para «novicios» o aspirantes a sacerdotes salesianos, que daban clase de bachillerato o aprendían técnicas agrícolas en el bello y deslumbrante horizonte que precede a Sierra Madrona.

La finca ‘El Bonal’ fue adquirida inicialmente por los marqueses de Álava y Casa Blanca, quienes tomaron posesión de un terreno que ya era trabajado por labradores de la zona. Posteriormente, en un gesto de devoción religiosa y compromiso social, doña Concepción Narváez Ulloa del Águila y Calderón, marquesa viuda de Álava y vizcondesa viuda de Casa Blanca, decidió ceder la finca a la Congregación Salesiana a finales de los años 50. Esta decisión estuvo motivada, en parte, por la vinculación de la familia con la Congregación, ya que uno de los hermanos de los marqueses fue salesiano y falleció durante la Guerra Civil.

La cesión oficial tuvo lugar en marzo de 1958, cuando los salesianos solicitaron al obispo-prior de la diócesis, don Juan Hervás y Benet, licencia para fundar una escuela agraria en ‘El Bonal’. La autorización llegó un año después, permitiendo que la finca comenzara a funcionar como seminario agrícola. La finca fue utilizada por los salesianos hasta los años 70, cuando las difíciles condiciones climáticas y un incendio en agosto de 1969 forzaron el abandono de la propiedad.

Entre las iniciativas desarrolladas por los salesianos destacó la construcción de un monumento a María Auxiliadora, diseñado por el salesiano Enrique Herencia. Esta emblemática estructura, visible desde la carretera, fue erigida con cemento, ladrillos, hierros y un poste eléctrico. Incluye un relieve de la Virgen de Don Bosco sobre una base de piedra y está coronada por un alto obelisco que culmina en una estrella iluminada, símbolo de guía y esperanza. Además, el caserón de la finca se acondicionó como un espacio multifuncional, con aulas, dormitorios, una capilla, cocinas y un teatro.

Cuando Renovalia Invest adquirió la finca, la titularidad del monumento pasó automáticamente a la empresa, ya que no existía ninguna cláusula que preservara su vinculación con los salesianos. Sin embargo, tras un proceso de diálogo y entendimiento, Renovalia decidió ceder y transferir la titularidad del monumento, permitiendo que los salesianos se encarguen de su restauración, conservación y puesta en valor.

El director de Salesianos Puertollano, Sergio Oter, ha declarado que recuperar el monumento de El Bonal «es una muestra del compromiso con nuestras raíces y con el legado de María Auxiliadora en esta comarca manchega».

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