Los Reyes Magos no dicen ¡ho, ho, ho!

Manuel Valero.- El tipo gordinflón vestido de rojo nunca me ha caído bien. No es de ahora, desde hace mucho tiempo. Me incomoda su risa idiota, los renos voladores que hacen volar un trineo por el aire donde no hay ni un copo de nieve y su amoral invitación al consumo desaforado. ¡Cómo no, viniendo de un señor que debe pesar más de 120 kilos!. Y sobre todo, la colonización de nuestra cultura y tradición de un icono que fue invención pura de la Coca-Cola, reinterpretando al más genuino estilo yanqui, la ancestral tradición europea de Santa Claus, ho, ho, ho.

Antes de seguir aparquemos cualquier atisbo de religiosidad. Los Reyes Magos son tradición genuinamente española aunque también se celebren en varios países de Latinoamérica  y en Europa en Francia conocidos como Galette des Rois. La colonización del tipo gordo ha traído consigo la duplicidad en regalar, y así los niños y los adultos reciben regalos el día de Navidad y por supuesto la noche mágica de Reyes. La publicidad es prueba de esa colonización, hay más papas noeles que reyes magos y algunos anuncios traspasan la amoralidad de un estímulo a consumir sin tino. Hay uno en concreto de la firma comercial por antonomasia que lleva apellido británico que después de un alarde técnico-visual termina ante los grandes almacenes con la siguiente frase: Esta es su casa. Su casa no es tu hogar, son las plantas de un edificio donde uste se puede uno entrampar hasta las trancas. Todo muy modo USA. Por no hablar de los anuncios de perfume que son más ridículos que un heladero en la Antártida, y además tienen una sutil pátina de machismo.

Pero vayamos a lo nuestro. Los Reyes Magos han pasado a ser algo así como los teloneros del Gordo, el que viste de rojo, no el que alegra la vida a unos cuantos afortunados con dinerito contante y sonante. Sobreviven sí, pero compartiendo papel estelar con el engendro inventado por la Coca-Cola que se ha implantado en el corazón de nuestra cultura y tradición como si hubiera estado allí toda la vida. Los Reyes Magos solo aparecen en el evangelio de San Mateo, y con más profusión en los apócrifos. Santa Klaus es un constructo de un santo, llamado Nicolás, que dio parte de su fortuna, a unas muchachas casaderas para que pudieran contraer matrimonio lanzando una bolsa de dineros por la ventana. Luego llegó Coca-Cola y se inventó su entrada por la chimenea, lo vistió de rojo chillón y lo cargó con un saco, ho, ho, ho…

Puestos a elegir ¡dónde va a parar recibir regalos de tres misteriosos personajes que dicen eran sabios, astrólogos, matemáticos y hasta alquímicos, con ese ramalazo esotérico tan suyo sin necesidad de engordar como focas!. Tengo un amigo que todos los años le pide a los Reyes la República. Eso sí con una garantía de 50 años, que no pase como las dos anteriores.

Y qué decir del profundo poso que dejaron en nuestra infancia. La espera del amanecer del día 6 de diciembre era pura ansiedad y contábamos los minutos que pesaban como horas para levantarnos y descubrir la generosidad de unos personajes que a su vez eran el primer desencanto cuando supimos que en realidad eran los padres quienes los suplantaban. Cabe decir que hasta el día de hoy no hay registros del incremento de las consultas al sicólogo por tan experiencia traumática. Porque no hubo trauma.

Los niños de hoy supongo tendrán donde elegir del recuerdo cuando se hagan mayores: si entre el abuelo canoso y risueño o el de la triada regia incluyente porque entre ellos iba un monarca de color que a su vez descubría al niño o niña que se subía a su regazo la diversidad racial del mundo, al revés que el del ho, ho, ho, que estaba bien alimentado y era blanquísimo.

En definitiva, los Reyes Magos es tradición propia fuertemente arraigada en nuestra cultura. Papá Noel es una simple invención de un vulgar refresco que poco a poco nos ha colonizado. Y en plan sibilino, un asidero para quienes quitan a  la Navidad cualquier atisbo de religiosidad ya que Melchor, Gaspar y Baltasar aparecen en los Evangelios y Papa Noel en los libros de cuentas de los grandes almacenes.

PD.- Además, no llegaron solos, cada rey traía su sequito, detalle que contribuyó a incrementar la bolsa de los comerciantes y posaderos de Belén. Lo dicho, dónde va a parar.  

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5 COMENTARIOS

    • Estoy totalmente de acuerdo contigo, yo siempre desde el respeto, que cada cual disfrute como crea oportuno. Lo de papa Noel y todas esas tradiciones, importadas hacen de esta fiesta, un escenario un poco desvirtuado. Al menos, algunos críos siguen poniendo petardos, lejos quedan esos tiempos donde los comprábamos en los puestos, enfrente del Simago. Y ya muy pocos, salen a la calle a jugar con los vecinos de nuestra edad, como nosotros hacíamos. PD: Yo también soy un señor mayor, gruñón y malhumorado. Grinch.

  1. Papa noel no existe. Los reyes magos si, me acuerdo cuando fuimos pequeños y estábamos ansiosos de que llegase el día 5 de enero para la cabalgata. Y al día siguiente,…..todos a la calle.
    Ahora están tan aburridos y cansados de recibir regalos el día 25 que el día de reyes apenas se ven niños por la calle con sus regalos. Los que están son obligados por los padres a salir.
    !!!! Vivan los Reyes Magos !!!!
    P.D. como has dicho, Santa Claus es un invento.
    Parece que cada vez nos hacemos más extranjeros que españoles.

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