2025, el año del Metal

Víctor Manuel Arias. Secretario General de CCOO Industria Ciudad Real.- Uno de los acontecimientos más relevantes vividos en la provincia de Ciudad Real durante 2025 ha sido, sin lugar a dudas, la huelga indefinida del sector del Metal. Una movilización histórica que ha marcado un antes y un después en las relaciones laborales y en el sindicalismo de nuestra provincia.

La huelga comenzó el 3 de noviembre y se desconvocó en la noche del 4 de noviembre, tras alcanzarse un acuerdo de convenio colectivo fruto de la presión, la organización, la movilización masiva de la clase trabajadora y de Comisiones Obreras. En un contexto estatal marcado por importantes conflictos en el sector del metal —con especial relevancia en Cádiz, Barcelona y Ciudad Real—, nuestra huelga destaca no solo por los resultados obtenidos, sino también por su forma de organización y por el papel central que han jugado los trabajadores y trabajadoras.

Mientras que en Cádiz el conflicto derivó en un escenario de enorme tensión, en Barcelona y en Ciudad Real se alcanzaron acuerdos similares. En estas dos últimas provincias quedó demostrado que la clave fue la organización sindical de CCOO, una negociación transparente y el respaldo real y activo de las plantillas. No es casualidad que en ambos territorios los actores sindicales y la forma de trabajar hayan sido muy parecidos.

El origen del conflicto: desprecio y bloqueo patronal

Para entender la huelga del metal de Ciudad Real es imprescindible analizar la actitud de la patronal provincial. En primer lugar, no existe respeto alguno hacia los trabajadores y trabajadoras ni hacia su organización sindical, Comisiones Obreras1. En segundo lugar, la patronal concibe la negociación colectiva como un mero mercadeo, donde se pretende intercambiar derechos consolidados por supuestas compensaciones económicas, siempre con la intención de recortar y arrasar derechos históricos.

Con estos mimbres arrancó la negociación del convenio. Por eso, desde CCOO Industria tuvimos claro desde el principio que, si no queríamos perder derechos, tocaba organizarse y organizar a la clase trabajadora.

Como dijo Karl Marx: «El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan». En esta negociación, el respeto brilló por su ausencia. Como tantas otras veces, tuvimos que ganarnos tanto el respeto como el pan.

Organizar antes de negociar

La negociación comenzó mucho antes de sentarse en la mesa. Desde noviembre y diciembre de 2024 se realizaron asambleas, visitas a centros de trabajo y reuniones con delegados y delegadas, explicando por qué es tan importante el convenio del metal, qué estaba realmente en juego y por qué era fundamental implicar a toda la plantilla. Además, se creó un canal de comunicación directo y accesible desde el teléfono móvil, donde cualquier trabajador o trabajadora podía informarse en tiempo real.

El convenio caducó el 31 de diciembre de 2024 y su denuncia fue automática, lo que permitía negociar desde el 1 de enero de 2025. Sin embargo, la patronal no convocó la primera reunión hasta el 21 de febrero, retrasando deliberadamente el inicio de las negociaciones. Este bloqueo inicial no fue casualidad, sino una clara declaración de intenciones.

Una plataforma patronal vergonzosa

Reunión tras reunión, la patronal presentó una plataforma absolutamente inaceptable: recortes en vacaciones, eliminación o reducción de complementos por accidente de trabajo, ataque directo a la antigüedad y una subida salarial ridícula del 1%, además ligada a variables de producción. Todo ello acompañado de comentarios ofensivos y despreciativos hacia los trabajadores y trabajadoras, llegando incluso a afirmar que “se cobra más en el paro que trabajando”.

Informar, organizar y negociar con la gente

Pero la negociación no solo se daba en la mesa. Negociar un convenio es también informar y dar participación, y ahí CCOO estuvo a la altura. Tras cada reunión se emitía un comunicado inmediato, se celebraban asambleas por toda la provincia y la comisión negociadora rendía cuentas de forma constante.

El resultado fue claro: la clase trabajadora del metal estaba informada, organizada y preparada para actuar. No se negoció a espaldas de la gente; se negoció con la gente.

Aunque CCOO no contaba con mayoría absoluta para firmar en solitario, asumimos la responsabilidad, nos pusimos el mono de trabajo y lideramos el proceso. Mientras algunos negociaban en despachos y a espaldas de los trabajadores, otros lo hacíamos en las fábricas y en los talleres, en definitiva, con la gente trabajadora.

La huelga: cuando se para toda la provincia

Ante el bloqueo absoluto, quedó claro que solo había un camino: la movilización. Sin titubeos, sin postureos y sin ambigüedades. No se podía ser fariseo, vacilante ni claudicar días antes del inicio de la huelga, como se pretendió desde posiciones vacilantes.
Y la respuesta fue histórica. La huelga del metal paralizó la provincia de Ciudad Real:

• Desde el complejo petroquímico de Puertollano
• Hasta los talleres de la automoción
• Desde las fábricas de Manzanares
• Hasta empresas de aeronáutica y tecnológicas de Valdepeñas
• Desde el mantenimiento eléctrico de la luz de los pueblos de la provincia
• Hasta las empresas más tecnológicas de Campo de Criptana y Tomelloso

Paró todo. Paró “hasta el tato”. Y los empresarios lo entendieron desde el primer día, cuando empezaron a verle claramente las “orejas al lobo”.

Un convenio que une y mira al futuro

Gracias al acuerdo alcanzado se recuperan y consolidan derechos que se habían ido perdiendo con el tiempo, incluidos avances históricos derivados de la huelga de contratas de 2003 en Puertollano. Se elimina, además, la división artificial entre Puertollano y el resto de la provincia, una fractura que solo beneficiaba a la patronal.

Esta huelga cierra conflictos históricos y une a la clase trabajadora del metal de Ciudad Real en la defensa y conquista de sus derechos. Ha sido la primera huelga provincial del metal en la historia reciente y no supone un punto final, sino un punto y seguido. No ha sido una huelga solo para defender derechos, sino una huelga a la ofensiva para conquistarlos y mejorarlos.

Por ello, no solo ganan los trabajadores y trabajadoras del metal con este acuerdo, sino que gana el conjunto de la clase trabajadora de la provincia. No es casualidad que ya se escuche en muchos centros de trabajo aquello de: «Vamos a tener que hacer lo mismo que los trabajadores del metal». Se ha ganado respeto para toda la clase trabajadora de Ciudad Real.

Porque cuando la clase trabajadora se organiza, se informa y lucha unida, gana.

Dato mata relato

De los datos y porcentajes del acuerdo se ha hablado mucho, pero conviene resaltarlos con claridad. La subida salarial del convenio del metal de Ciudad Real está por encima de la de Cádiz e incluso de la de Barcelona, que se sitúa en torno al 10% interanual más IPC. En Ciudad Real alcanza el 11,25%, que podría llegar al 14,25 si se superan los IPCs. En este momento es una de la subida salariales más altas del sector.

Además, por cada semana de parada programada se incrementa el salario alrededor de 100 euros brutos y, por fin, entran en el convenio los pluses de entrada al complejo y a talleres que se venían perdiendo desde 2008, lo que supone un hito histórico para el sector. Siendo una subida bruta mensual en quienes entran al complejo de alrededor de 140 euros y para talleres de 70 euros.

Porque nada de lo conseguido cayó del cielo ni fue fruto de la buena voluntad de nadie. Todo lo logrado ha sido posible gracias a la organización, a la conciencia colectiva y a la fuerza que da estar organizado en un sindicato de clase como CCOO.

Esta huelga ha demostrado que cuando la clase trabajadora se organiza, cuando participa, cuando se informa y cuando decide dar un paso al frente, no hay patronal que pueda imponer retrocesos ni recortes. La organización sindical no es una opción, es una
necesidad para defender lo conquistado y avanzar hacia mejores condiciones de trabajo y de vida.

Por eso, hoy más que nunca, es el momento de organizarse, de afiliarse a CCOO y de reforzar el sindicato en cada fábrica, en cada taller y en cada centro de trabajo. Porque los derechos no se mendigan, se conquistan. Y porque solo una clase trabajadora fuerte, unida y organizada puede seguir ganando presente y futuro.

Que nadie se confunda: si la patronal retrocedió fue porque enfrente tuvo a una clase trabajadora organizada, consciente y dispuesta a llegar hasta el final. Cuando el metal paró, se demostró quién genera la riqueza y quién tiene realmente la fuerza. No fueron los despachos ni las declaraciones grandilocuentes; fue la huelga, fue la organización y fue CCOO.

Esta experiencia deja una lección clara para el conjunto de la provincia: sin sindicato no hay derechos, y sin lucha no hay avances. La patronal solo entiende un lenguaje, y es el de la unidad y la movilización. Por eso, hoy más que nunca, es imprescindible reforzar CCOO en cada centro de trabajo, sumar afiliación, crear sección sindical donde no la haya y consolidarla donde ya existe.

El futuro del trabajo en Ciudad Real se decidirá en los centros de trabajo, no en los consejos de administración. Y ahí CCOO va a estar, como siempre, organizando, defendiendo y avanzando.

Relacionados

9 COMENTARIOS

    • Se hicieron caso de sindicatos minoritarios que tenían buena voluntad pero poca experiencia.
      CCOO les aviso y se retiro. Y no hicieron caso.
      Una pena
      De las gambas para eso es la lucha o rera. Para de vez en cuando poder comernos unas gambas como vosotros los ninis pijos empresarios y políticos especialmente de derechas. Que todos tenemos derecho a darnos un homenaje
      Claro lo que os jode a los fachapobres es que la gente pueda comerse unas gambas como tú amo

  1. El rey les señala como el cáncer de la democracia, ellos callados como pvtas…. Para el cáncer, extirpación total o quimioterapia…

    • Y el papá y los obispos y los que se salen de vox denunciando chiringuitos y las que se salen de vox denunciando machismo y jóvenes que se salen denunciando abusadores sexuales y los de la revuelta con el dinero del volcán y de la Dana que ahora se están matando entre ellos y suma y sigue
      Pero bueno luego palillo en boca con decir que vox está con el campo como si los demás no lo estuvieran les vale. O creerse ellos los verdaderos patriotas.
      La ignorancia.
      Tenían que salir para que vean luego lo que tenemos y se les caiga lágrimas como puños y dirán yo no era de vox buaaaaa papaaaaaa lo siento buaaaaa

  2. Siempre al pie del cañón.
    Con el metal, eserman, fertiberia etc etc etc siempre dando el cayo.
    Los trabajadores pensaría bien quien votais y a las pequeñas empresas con 8 empleados o más que tenéis derecho por ley tener delegado sindical que os defienda
    Seguir así y felices fiestas

Responder a pepe Cancelar comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img