Eduardo Muñoz Martínez.- El próximo viernes, día 5, a partir de las 21:00 horas, la plaza de la Parroquia «perchelera» será el marco de una novedosa vigilia de oración, organizada, además de por los propios sacerdotes, por los máximos representantes de las cuatro hermandades pasionarias enclavadas canónicamente en ella: La Santa Cena y María Santísima del Dulce Nombre, El Ecce-Homo, – más conocida como «Pilatos» -, Santísimo Cristo de La Caridad, y Nuestra Señora de Los Dolores, que procesionan en la tarde – noche del Jueves Santo, a excepción de la Dolorosa, que también lo hace en el Viernes de Dolores. La vigilia será rubricada por el canto del Mayo a la Virgen, por parte de dos grupos folclóricos de la capital.
Sobre el por qué de esta vigilia, centrada en la Resurrección de Jesús, hay que remontarse a los «Rosarios de la Aurora», y otros eventos similares, que se venían celebrando desde hace años, y que hubieron de suprimirse durante la pandemia. Con la «nueva normalidad», de mutuo acuerdo, por supuesto, entre las cofradías de la parroquia, y los sacerdotes que rigen su destino actualmente, se ha querido retomar dicha tradición, solo que, al menos en esta ocasión, con formato de vigilia que estará conformada por el rezo del Santo Rosario, testimonios experienciales, que serán dados por una madre de familia, una religiosa y una doctora, y diversos cantos litúrgicos.
Refiriéndonos al «atrezo» del evento, – si se me permite la palabra -, decir que este tiempo de oración estará presidido por las imágenes del Santísimo Cristo del Ecce-Homo, y la Santísima Virgen de Los Dolores, instaladas sobre un escenario, «adosado» al templo para la ocasión, desde donde, igualmente, se proclamará la Palabra de Dios. Durante la vigilia, la imagen de la Santísima Virgen del Dulce Nombre, portada en andas, irá recorriendo la plaza, deteniéndose en los puntos «marcados» por cinco estandartes que representarán los Misterios Gloriosos, que irán meditandose en cada uno de ellos.
En cada uno de los «misterios» se pedirá por una intención en particular. En el primero, por la Iglesia, para que cada día sea más evangelizadora; en el segundo, por las familias, para que sean auténticas «escuelas de oración en la fe»; el el tercero, para que cese la sequía vocacional, y los jóvenes estén atentos a la llamada del Señor; en el cuarto, por los enfermos, los que sufren, por la Paz en el Mundo, y por los que pasan necesidades, y en el quinto, para que venga la lluvia, tan necesaria tras esta larga sequía que estamos padeciendo.
El símbolo de la luz siempre ha estado presente en la liturgia, desde la disposición del presbiterio, el Cirio Pascual, o la lucha entre la luz y las tinieblas. Por eso los asistentes portarán una vela encendida, con carácter solidario.
Por último, comentar que el llamado «equipo de marketing» de la parroquia, con este motivo, ha creado la mascota denominada «Perchelina», que aúna las raíces del barrio y el simbolismo del Apóstol Santiago, que dará identidad y sentido de pertenencia a quien la posea. El total de lo recaudado será entregado a las Hermanas de la Cruz, para contribuir a la ayuda que prestan a tantas personas que diariamente recurren a ellas.