Las Cortes aprueban la LOTAU. ¿Y ahora qué?

José María BarredaLas Cortes regionales de Castilla-La Mancha han aprobado esta mañana la definitiva modificación de la Ley de Ordenación del Territorio y la Actividad Urbanística (LOTAU) con el rechazo del PP y el apoyo del PSOE, que tiene mayoría en el Pleno de las Cortes.
La modificación de la LOTAU es, sin duda, una mala noticia. Perdón, una mala noticia no; una pésima noticia. Y antes de que se me acuse de torpedeador de nada, aclararé que estar en contra de la modificación de la Lotau no es estar en contra de que haya un aeropuerto en Ciudad Real. Esa visión, además de simplista e interesada, es totalmente falsa.

Lo malo de que se apruebe la Lotau es que se ha modificado toda una señora ley para beneficiar los intereses privados de un proyecto concreto. Lo que se llama una ley ad hoc, modificada única y exclusivamente para favorecer un proyecto. Y veremos si esta ley no nos trae algún que otro quebradero de cabeza con proyectos que no sean el Aeropuerto pero que también quieran aprovecharse de estas increíbles ventajas.

Lo peor del Aeropuerto de Ciudad Real es que, a la hora de recibir ayudas y favores, no ha dejado títere con cabeza. A día de hoy todavía no sabemos si definirlo como un proyecto público o privado. Público, porque entre sus inversores están La Junta de Comunidades de C-LM, Caja Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Ciudad Real y la Universidad de Castilla-La Mancha, además de varias inversiones a fondo perdido de los ayuntamientos de Ciudad Real y Puertollano y las ayudas extraordinarias, de nuevo, de la Diputación o la Junta. Privado, porque no son pocos los empresarios que participan en el accionariado, y tampoco será pequeño el porcentaje de beneficios privados que generará previsiblemente el Aeropuerto.

De modo que el Aeropuerto tiene las ventajas de lo público y las ventajas de lo privado. Normalmente, lo que es ventajoso para los proyectos públicos suele ser perjudicial para los privados, pero esto no ha sido así ahora. Las ventajas de lo público se pueden ver en ejemplos como la denominación de Proyecto de Singular Interés (PSI), una denominación que ha permitido al Aeropuerto expropiar terrenos sin mayores problemas y recibir cuantiosísimas ayudas públicas. Pero claro, la denominación de PSI, al ser algo que beneficia a lo público, perjudica a lo privado, y esta denominación no permitía a CR Aeropuertos segregar los terrenos ni dejar que otras personas los exploten comercialmente. Pero no pasa nada, amigos, porque aquí está el presidente Barreda para modificar la Lotau y permitir que los promotores del Aeropuerto hagan con los terrenos del Aeropuerto lo que les salga de las narices. ¿Desde cuando la ley es un problema, si tú mismo la puedes cambiar? De un tiempo a esta parte, Barreda se ha convertido en el Berlusconi de Castilla-La Mancha, cambiando las leyes que le pueden perjudicar. Pero ojo, que esto no se hace para favorecer los negocios privados, sino para no entorpecer el progreso de la región. No me vayan a ser malpensados.

En cuanto al terreno político, lo cierto es que entramos en una etapa que podría (condicional) ser interesante. Todo el mundo se ha preguntado por qué el PSOE ha tardado tanto tiempo en llevar la Lotau a las Cortes, ya que estando en mayoría la podrían haber aprobado sin ningún tipo de problemas.

Entonces, ¿por qué ha estado tanto tiempo de debate con el PP para conseguir su apoyo? ¿Para hacer evidente la gresca política y usarla en las elecciones? ¿O porque temían lo que el PP pudiese hacer si se aprobaba la Lotau? ¿Llevará a cabo el PP alguna acción judicial al respecto, como ha insinuado varias veces?

El PSOE ya ha movido ficha modificando una ley que beneficiará la especulación más cruel y vergonzosa que se recuerda en mucho tiempo. Ahora le toca mover ficha al PP.

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