¿Está preparando Barreda su salto a la política nacional?

Con la victoria de Tomás Gómez aún fresca y la rebelión de los barones del PSOE más activa y sencilla que nunca, son muchos los líderes socialistas que están elevando una crítica hacia Zapatero. Y el más activo de todos ellos es el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que no es ni mucho menos nuevo en las críticas al presidente del Gobierno y que en los últimos días ha sido la cara más visible de esta rebelión.

El pasado jueves Barreda saltaba una vez más a los medios nacionales por unas declaraciones a Onda Cero en las que vaticinaba una “catástrofe electoral” si el PSOE no “cambia de rumbo y toma medidas contundentes”. Pese a que Barreda ya ha echado el freno y ha admitido que quizá no estuvo acertado en sus declaraciones, resulta difícil pensar en un lapsus puntual, ya que sus críticas al Gobierno no sólo han sido frecuentes, sino también punteras y en torno a asuntos delicados para Zapatero. Sirvan algunos ejemplos:

1.- Ley del aborto. El 14 de mayo de 2009, en los micrófonos de la Cadena COPE, y ante un auditorio, Barreda aseguraba de forma firme no estar a favor de que las menores puedan abortar sin el permiso de sus padres. Una discordancia ante la que Zapatero no reaccionó, pero que sí puso en algunas apuros a Bibiana Aído, que prefirió no contestar a Barreda y limitarse a decir que sus declaraciones eran un ejemplo de democracia interna en el PSOE.

2.- Reducción de ministerios. En febrero de este año, Barreda solicitaba públicamente a Zapatero que redujese el número de ministerios: “Sería bueno que, terminado el semestre, el presidente hiciera una remodelación importante. (…) Sería aconsejable un gabinete más reducido y absolutamente orientado a combatir aquello que más interesa y preocupa a los ciudadanos”. Estas críticas no le salieron gratis, ya que le costaron un fortísimo rapapolvo del núcleo duro del PSOE nacional. Y es que Barreda no sólo realizó una crítica incómoda, sino que además eligió apadrinar una propuesta que venía siendo la bandera del PP en los últimos meses.

3.- Reforma de las pensiones. Apenas unos días después de la polémica de los ministerios, Barreda criticaba la forma en que el Gobierno anunció, explicó y gestionó la reforma de las pensiones. Esto le costó una nueva bronca y un par de dardos lanzados públicamente por José Blanco, que comparó a Barreda nada menos que con Rajoy e invitó a ambos a proponer alguna solución constructiva en vez de criticar.

4.- ATC. Sin duda, su último caballo de batalla. Han sido innumerables las veces que Barreda ha asegurado que, con él de presidente, Castilla-La Mancha nunca albergaría un cementerio nuclear. No sólo lo dijo en sus declaraciones, sino que también lo dejó claro con una concentración que no gustó nada al Gobierno.

5.- La “catástrofe electoral”. La -por el momento- última crítica es la que nos ocupa, y con la que ha conseguido saltar de nuevo a la palestra de los medios nacionales al urgir a Zapatero a dar un volantazo que evitase una “catástrofe electoral”.

¿Por qué hace esto Barreda?
Pese a las recientes rebeldías de varios socialistas, nadie puede acusar a Barreda de un oportunismo momentáneo, ya que sus críticas vienen de lejos. Lo cierto es que Zapatero -en el constante punto de mira de unos y otros- no sería, ni mucho menos, una compañía que beneficiase a Barreda. Y es que el presidente de Castilla-La Mancha se enfrenta en 2011 a unas durísimas elecciones en las que Cospedal, aunque parte con desventaja, podría provocar que el PSOE pierda por primera vez el poder en esta región. Y si Barreda ya se mueve en la cuerda floja, no parece que permanecer al lado de Zapatero pueda venirle bien de cara a las elecciones autonómicas.

El caso es que, gane o pierda las elecciones, la imagen de Barreda en Castilla-La Mancha podría quedar muy perjudicada. Si pierde, por acabar con las mayorías absolutas que inició Bono y por cederle a Cospedal un poder que el PP nunca ha tenido en esta autonomía; si gana, porque la victoria llegaría por una ventaja mínima que sería fiel reflejo de la mala imagen que está proyectando Barreda sobre sus paisanos: asuntos como la quiebra de Caja Castilla-La Mancha, sus amistades con los constructores que han quebrado la Caja o la ruinosa situación del Aeropuerto de Ciudad Real han dejado a Barreda en una situación muy delicada de cara a los castellano-manchegos.

Y es aquí donde observamos que la situación de Barreda es bastante parecida a la que en su momento sufrió su mentor y antecesor, José Bono, cuando su imagen empezó a caer en Castilla-La Mancha. Fue entonces cuando Bono comenzó a disparar varias críticas a la cúpula de su partido y a sumarse a algunas posiciones del PP en temas como el aborto, la Iglesia, el Estatuto de Cataluña o el terrorismo. Una serie de actuaciones que a punto estuvieron de llevarle al liderazgo nacional del PSOE (Zapateró consiguió 414 votos, tan sólo 9 más que Bono) y que, a la postre, provocaron su salto a la política nacional, en la que ahora está acomodado.

Así pues, con una imagen en declive en Castilla-La Mancha y con una guerra abierta con la cúpula nacional de su partido, no son pocos los dirigentes socialistas (tanto en la región como fuera) que aseguran que Barreda está preparando su salto a la política nacional. Y seguro que a su particular guerra por conseguirlo todavía le quedan varias batallas.

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