¿Qué une a Trump, Macron y May?

MarcelinoMacron es una especie de Tony Blair. Capaz de decir cosas como: “Tenemos pruebas de que el régimen sirio utilizó armas químicas”, y quedarse mirando fijamente a la cámara, aparentando firmeza, seguridad y determinación. Esas poses se ensayan. Poca espontaneidad hay en ellas.

Como Blair, Macron tiene buena planta. Le tocaba hacer de títere. La fotogenia tiene estas sevicias y Macron disfruta con ellas, de lo contrario no habría sido elegido para conducir el tren totalitario monorraíl de los Rothschild en la Francia ¿revolucionaria? ¿De verdad Francia va a seguir presumiendo de haber hecho una “gran revolución” para esto? Claro que en nuestro país vecino todos se sienten orgullosos de ser sus hijos, de la revolución quiero decir: los comunistas, los socialistas, los gaullistas, los lepenistas, los paridos por la familia Rothschild….. ¿No exagerarán un poco? A mí me da que sí. Y lo hacen sin ningún pudor. El desparpajo de la cara dura siempre ha sido más convincente que la duda razonable.

Macron quiere salvar a Europa de los nacionalismos y de los populismos. Para él y sus patrocinadores amar a la patria donde uno nació es ser un nacionalista casposo y retrógrado. Pues si tal opinión proviene de los patrocinadores del presidente francés: los Rothschild, habrá que hacerle a Macron poco caso, no vaya a ser que sus amos le hayan dado un curso acelerado de posverdad. Macron no podrá ser nunca de fiar viniendo de donde viene. Es su pecado original, además mortal.

Macron representa a los intereses de las finanzas internacionales, no a los de los trabajadores de su país. Éstos son prescindibles, aquéllos, no.

La elección de Francia para colocar a un tipo así no es casual. Francia no es poderosa. Da igual que sea una potencia nuclear. No duraría ni medio asalto. Tampoco controla el dinero que se crea en el mundo; sucede igual con España. Depende, como nosotros, de un BCE “independiente”, encargado de recordarnos a todos que son los banqueros parapetados tras el citado BCE quienes, de verdad, dirigen los destinos de la UE.

La única con un toque de influencia es Alemania. Pero Francia tiene un atributo que le aporta cierto valor: el simbolismo revolucionario. Haber sido la tierra donde se produjo la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Es algo forzado este simbolismo, pero con sus mitos, medias verdades e interpolaciones históricas, sigue vigente en el ideario colectivo europeo. Francia ha sido nacionalista y un tanto patriotera –chauvinistas dirían ellos-; un país donde ser patriotero nunca ha estado mal visto. Ganarla para las filas mundialistas del capitalismo financiero ha sido una excelente jugada de quienes ven al mundo como una pelota de tenis ahogada en el puño del árbitro del partido: las finanzas internacionales representadas por los Rothschild.

May necesita una guerra. Mejor dicho, la necesitan los creadores del dinero-deuda: la banca atrincherada en la City londinense. Las élites británicas giran en torno a la City, no alrededor de la industria. Su preocupación es cómo mantener la supremacía mundial en el manejo financiero, no en cómo desarrollar tejido industrial.

Trump llegó al poder precisamente como el rebelde preocupado por recuperar al sistema productivo de EE.UU. Prometió impulsar a la economía real, es decir, la capaz de crear bienes tangibles, frente al parasitismo financiero, de ahí la oposición que ha tenido que soportar desde su toma de posesión.

Y argumentaba cosas tan lógicas y deseables como la siguiente:

“Tener una buena relación con Rusia es bueno, no es malo. Sólo la gente estúpida o los tontos podrían pensar que sea malo. Tenemos suficientes problemas en el mundo para tener otro más. Cuando yo sea presidente Rusia nos respetará mucho más que ahora y ambos países, quizá, trabajemos juntos para solucionar algunos de los muchos, grandes y apremiantes problemas del mundo”.

¿De verdad Trump, una vez investido, se ha visto desbordado por el Estado Profundo, y su vinculación con Wall Street, hasta el punto de poder provocar una confrontación con Rusia? ¿O está haciendo filigranas para no ser tumbado –u otra cosa peor-? Los instigadores de esta peligrosísima situación tienen sus despachos con vistas al Támesis. EE.UU. es su guardia pretoriana, algo de lo que se vanagloriaba el propio Churchill.

Desde 2.008, la Reserva Federal ha inundado los mercados financieros de dólares.
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Sin embargo no se ha producido ninguna hiperinflación.

¿Por qué? Por el enorme aumento de la deuda estadounidense.

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En 1.972, cuando EE.UU. abandonó el patrón oro bajo el mandato de Nixon, la deuda se disparó exponencialmente. En 2.008, en la era de Obama, el problema se agravó a proporciones siderales.

Durante la crisis, Obama llevó a EE.UU. al borde de la bancarrota, sumando más deuda que “durante los 220 años de historia del país” –Jim Rickards, economista estadounidense de quien he tomado las gráficas de este artículo-

La deuda privada es de 60 billones de dólares, que sumada a los 20 de la federal, supone más de 4 veces el PIB de EE.UU.

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Según Jim Rickards, “el período transcurrido entre 1.815 a 1.913 fue el de mayor progreso humano, al menos en asuntos de cultura, tecnología y economía”. Curiosamente, en Diciembre de 1.913 se creó ese banco privado llamado Reserva Federal.

El aumento de los ingresos del 90% frente al 1% fue ininterrumpido desde el comienzo de la II Guerra Mundial hasta, justo, la desaparición del patrón oro. A partir de entonces, el 1% comenzó a acaparar de manera vertiginosa la riqueza que antes había estado en manos del 90%

La derogación de la Ley Glass-Steagall en 1.999 por Clinton –ley que separaba a la banca comercial de la de inversión- y el gran endeudamiento auspiciado por Obama en 2.008, profundizaron el acaparamiento del 1%.

La evolución del empobrecimiento de las clases medias y bajas de EE.UU. puede apreciarse en la siguiente gráfica: El poder adquisitivo se derrumbó a la vez que se disparaba la deuda.

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El sistema monetario  nucleado en torno al dólar hace aguas. El mundo ya no confía en él. Varios países se han deshecho de dólares o acordado con otros realizar los nuevos intercambios comerciales en sus respectivas monedas.

Trump sabe que esta tendencia va a continuar y sería la defunción del dólar estadounidense.

Trump sabe que es necesario firmar un acuerdo mundial para modificar las reglas que rigen el sistema monetario actual. Y una clave está en que el dólar regrese al patrón oro.

Cambiar el sistema vigente, basado en el dinero-deuda, a otro fundamentado en el oro tiene poderosos opositores. La alternativa a no modificar el modelo monetario es el colapso del mismo o la guerra que ponga firmes a los díscolos. El problema es que uno de los díscolos es Rusia.

Trump manifestó en la campaña electoral que era partidario de restablecer la Ley Glass-Steagall, es decir, volver a separar a la banca comercial de la de inversión.

No lo ha hecho, hasta el momento. No es complicado imaginar porqué.

Macron y May defienden los intereses del poderoso clan Rothschild y de la City londinense, por tanto, del dinero-deuda y de una economía basada en las finanzas en vez de en la producción física. Si Trump continúa con su intención de volver a hacer grande a EE.UU. tiene que enfrentarse –posiblemente ya lo esté haciendo- y vencer a los partidarios de perpetuar el dinero-deuda. Trump sabe que puede acabar destituido por medio de un juicio político basado en cualquier cosa: que es una marioneta de Putin, que le gustan las mujeres explosivas….; entretanto pueden suceder hechos tan inexplicables como los de Siria, la última semana, o mucho peores.

El acuerdo sobre un nuevo sistema monetario es la clave de los acontecimientos que protagonizan las portadas de los medios. Los defensores del “status quo” siguen manejando el poder real, bien directamente, bien a través de intermediarios-títere, donde Macron juega un papel estelar en la UE, por eso no es de extrañar el continuo apuntalamiento de los grandes medios –y no tan grandes-, haciéndolo aparecer  como la gran esperanza de una Europa necesitada de grandes estadistas.

El RU, con Teresa May a la cabeza, utilizará toda su influencia, que es enorme, en el entramado oscuro de EE.UU.

Ayer, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zakharova, dedicó alrededor de una hora de su conferencia de prensa semanal para explicar, a quien tuviera oídos, cómo el Imperio Británico ha sido con toda posibilidad la potencia más genocida de la historia.

Zakharova fue más diplomática, pero lo justo. Por lo que parece, Rusia está dispuesta a poner a cada uno en su sitio. Si continúa así, tarde o temprano todos se lo agradeceremos.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com

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10 COMENTARIOS

  1. Es un engaño del sistema de cambiar todo para no cambiar nada.

    Es mas de los mismo, es mas a peor y no mejor,

    Es una estafa del sistema capitalista salvaje.

    • ¿Capitalismo salvaje? No exageres. Dos siglos y medio de vida y lo que le quede. Robustez en tiempos medibles. El sistema capitalista genera desigualdades. ¡Pues claro!. Pero mantiene, en condiciones normales (salvo colapso histórico, y ha habido varios), unas condiciones de subsistencia (apretando pero sin ahogar del todo) para toda la población. Permite la incorporación a las élites de personas sin pedigree social, bien por inteligencia, por trapacería también, ¡cómo no! (la política -izquierdistas incluidos- es un trampolín para trapaceros), por motivos varios, en fin, que permiten ganar en la rueda de la fortuna y el dinero. Y la rueda gira, y gira, y seguirá girando
      Quejarse de lo malísimo que es el sistema capitalista es naíf sin presentar alternativa. Y no hay alternativa conocida, porque los intentos que ha habido para abatirlo han fracasado y, además, siempre con muchas mayores desgracias en el plano personal. El comunismo es un modelo nefasto de transformación económica con consecuencias sociales crueles en la mayoría de sus intentos históricos de aplicación. El fascismo se desarrolló con comodidad en los modelos capitalistas, pero se trató de una anormalidad histórica. La mayor parte de esos dos siglos y medio de capitalismo (con sus evoluciones) se produjeron en regímenes de (semi)libertad y, en general, con garantías jurídicas.
      Yo abomino del fascismo y del comunismo en igual medida, pero el sistema capitalistas permite reformas, desde dentro están claras, las «reformitas»necesarias para continuar y durar. Desde fuera, vaya usted a saber cuáles (los de Podemos, ya vamos viendo que también iban a pillar). Los revolucionarios del postureo, son como los eruditos a la violeta. Yo ya no me creo nada o casi nada, así que pregunto, a ti y al amigo Marcelino, qué variantes contempláis. El bla bla bla es como el cha cha cha, una invitación a cualquier cosa que no se acaba de consumar.

      • Primero, felicitar al autor por su comentario. Yo tengo mis dudas de que vivamos en un sistema capitalista. En las democracias liberales de corte occidental, el peso de lo público raramente desciende del 50%, y las más de las ocasiones lo supera con creces. Esto, si no es comparable al comunismo, sí se asemeja mucho al fascismo. No hablemos ya de esa economía libre que vive pendiente del último BOE publicado.

        En mi opinión, la tesis de la que parte don Marcelino es la falaz estructura sobre la que se asienta todo el edificio económico. Nos creemos libres, pero sólo lo somos para hacer lo que otros nos consienten hacer.

        ¿Cuál es la alternativa? La libertad y sus consecuencias. El problema es que no queremos las consecuencias. Por eso no somos libres.

  2. Muy de acuerdo contigo Marcelino.

    El fenómeno Trump es secundario para mí (Melania para mí es mucho más interesante, qué mujer), pero su programa y proyecto rompedor para EEUU es revolucionario, y lo es, porque como bien dices, su proyecto es anti-globalización, es decir, anti-mercados financieros. No hay que olvidar que su fortuna deriva de los negocios inmobiliarios no financieros.

    Todo valor debe tener una raíz, es decir, algo que sea incuestionablemente valioso.

    Y eso es el patrón dólar-oro que abandonó USA y el resto del mundo a partir de los años cuarenta.

    En mi formación de economista la política monetaria y el sistema financiero me han resultado siempre fascinantes.

    El dinero hoy día tiene el valor que queramos darle, y se lo «damos» sin ninguna base real, pues no podemos ir al Banco Central a que nos reintegren en oro nuestro dinero.

    Tan sólo saber que los ahorros de la gente en una mínima parte son indisponibles por parte de los bancos…a mí me inquieta, y ejemplifica la delgada cuerda que sostiene la eocnomía monetaria.

    Toda crisis financiera es preludio de una crisis económica. Controlarlas y prevenirlas depende esencialmente de la proporción de mercados especulativos que queramos tener. A menos especulación (los futuros y opciones sobre las materias primas son moral y económicamente aberrantes) más realidad.

    Quizás más austeridad, pero sin duda más tranquilidad.

    Hay muchos grados y tipos de capitalismo, y el descontrolado es sencillamente el peor.

  3. La acumulación del capital siempre ha comportado una dimensión constructiva y creadora y dimensiones destructivas. Como cualquier sistema vivo, el capitalismo está basado en esta contradicción interna, y no está destinado a perpetuarse hasta el infinito y en la eternidad.
    Mientras Europa y Estados Unidos batallan por salir de sus respectivas crisis, las potencias emergentes como China, Brasil, Rusia o la India, les alcanzan en una carrera cada vez más acelerada por el acceso a las materias primas.
    El capitalismo se erige sobre la sombra del colonialismo.
    Hay alternativas al capitalismo. Para ello es necesario indagar en las nuevas fórmulas predistributivas y liderar la fiscalidad internacional para combatir la desigualdad. Regular el comercio internacional, crear un nuevo marco laboral, limitar y regular el capitalismo financiero, innovar en derechos y deberes, asegurar la igualdad y la cohesión social en la nueva sociedad tecnológica.
    Hay alternativas….

  4. Complicado tema Don Marcelino

    Para comenzar por el principio, Macron. Tuvo enfrente a una tal Marie Le Pen, que se riló. La pregunta es ¿Por qué se riló?

    No se le ocurrió otra cosa en el esprint final que ponerse a desbarrar contra Uropa y el €, que estarán mal pero no son la prioridad de un francesito medio, que mas bien está contento con Uropa y el €, aunque no con esta Uropa en concreto (la made in Merkell); y sin embargo se olvidó del tema de la inmigración y de la cosa musulmana, algo que a ese francesito medio si le preocupa y mucho.

    Se pegó un tiro en el pie, a postas y a sabiendas, parecía una borbona cualquiera.

    No le parce un poco raro. Cierto es que no lo tenía fácil, pero de eso a semjante suicidio político, en vivo y en directo, me parece que ahí hay algo que no casa.

    Demasiado fácil lo tuvo Macrón, demasiados fantasmas en los armarios de rivales, fantasmas que se debían de conocer desde hace tiempo. Le queda a uno la sensación de victoria prefabricada, cómo la que ahora le quieren hacer a Rivera, que no sé.

    Por lo demás y respecto a los de UK y su rosario de meteduras de pata no se muy bien que decir. En mi opinión se les pasó el arroz. Su salida de Uropa es un error que pagarán muy caro. Sólo eran interesantes para USA en tanto y cuanto podían hacer de caballo de Troya en Uropa. Y esa posibilidad la han tirado por el retrete. Por lo demás completamente de acuerdo en que necesitan de la City como agua de Mayo, pero no se si hundiendo la & lo conseguirán, esperaremos y veremos.

    Muy interesante la parte de su post que nos habla de cómo ha evolucionado USA desde que apareció la FED y después, cuando abandonaron el patrón oro. Respecto lo segundo he oído (no se donde está el post) que toda guerra necesita dinero, y la guerra fría necesitaba mucho.

    El problema era que no había suficiente oro para respaldarlo.. salvo que se pusiera por las nubes.. de ahí la idea de pasar al dinero fiduciario. O sea que en el fondo era la riqueza del país, debido a que los que aceptaban el papelito confiaban en ella, la que respaldaba al papelito. Y como si había suficiente confianza se pudieron financiar los juguetes de matar y lo otro. Los cañones y la mantequilla. Algo que la URSS no podía.

    También he oído hablar de que:

    1/ En Sudáfrica había grandes reservas de oro y decían que también en la URSS. Sudáfrica podía caer en manos soviéticas (hablamos de los años 60, recuerde el lío que había allí), un peligro cierto a la hora de respaldar una moneda de la que dependía la economía occidental.

    2/ Lo que se dijo en secreto es que el nuevo $ dejaba de estar respaldado por el oro para estar respaldado por el petróleo. Sólo así se entiende el interés USA por países cómo Arabia Saudí y aledaños, y el meterse en fregados cómo el de Siria/Irak.. cuando ya son autosuficientes con el fraking. De ahí la necesidad de obligar a todo el mundo a pagar el petróleo en $.
    Lo que está claro es que unos cuantos hicieron de dicha necesidad «virtud» y se forraron pero bien forrados.

    Las gráficas que nos expone son demoledoras. Pero me desorienta que algunas acaben en 2017, otras en 2012, otras en 2010, y otras en 2001. No es su culpa, pero digamos que mosquea.

    Respecto a cuales son las reales intenciones de Trump y de si podrá en su lucha con..me parece usted demasiado ingenuo. Me parece imposible a estas alturas del partido que alguien pueda llegar a presidente no sólo de USA sino de este rincón ibérico, si no ha pasado una serie de filtros y no se debe a una serie de poderes.

    Que Dos nos pille confesados.

    Un muy cordial saludo

  5. Por lo demás le comento una inquietud.

    Y es VOX.

    En muchos aspectos es el partido que mas coincide con mis postulados, sobre todo porque preconiza acabar con las Taifas, condición necesaria aunque no suficiente para enderezar nuestra patria.

    Desde hace mes y pico, antes de los últimos éxitos de Ortega Smith a cuanta del tema catalán, desde muy poco antes de la incorporación a VOX de Rafael Bardají, he visto en el grupo Losantos, o sea LD y aledaños, un viraje hacia VOX sospechoso.

    Usted sabe de geoestrategia, sabe quien es Bardají, el inspirador de Aznar en su política de acercameinto a l mundo useño/israelí. Es de una inteligencia excepcional y tiene amistades poderosas, el problema es saber de verdad para quien trabaja.

    Mi duda es si teniendo a esa persona allí, en VOX, se podrán defender nuestros intereses internacionales de la manera que nos corresponde. Que no creo que pasen por

    1/Olvidar que Ceuta y Melilla son españolas, aunque a la NATO le imprten un bledo

    2/Que Rusia no ha sisdo historícamente nuestro enemigo, y China tampoco (no tuvimos nada que ver con esa horrble guerra del opio y del HSBC.

    3/Que Israel está teniendo en estos últimos tiempos una actitud extraña con el tema catalán, y que cada vez via Netanyahu está mas fuera de control.

    Nuestra posición estratégica y nuestra historia no son ni coinciden, es mas muchas veces están en las antípodas, de ese mundo anglo que representa.

    Y que quiere que le diga, me ha descolocado.

    Me gustaría saber su opinión. No necesariamente ya mismo, ya que la cosa va para rato.

    Un cordial saludo

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