Una treintena de dibujos realizados a lápiz componen esta exposición en la que Aurelio Jiménez que, modestamente se define como aprendiz de dibujante, rinde homenaje a dos grandes genios de la pintura del siglo XVII como son el español Ribera y el italiano Caravaggio, reproduciendo algunas de sus más conocidas obras con gran dominio del claroscuro tan propio del tenebrismo barroco. Una afición que desarrolla desde que se jubiló y con la que pretende además acercar el arte a la gente, ya que se trata de obras de gran formato y la mayoría llevan 400 años sin ver la luz. Para explicar el origen y el motivo de estas obras cada una de ellas va acompañada de un texto que lo ilustra.
Tras su primera exposición en el 2007 con reproducciones de la obra de Doré, Aurelio Jiménez no ha dejado de trabajar tanto en este último trabajo que ahora se encuentra expuesto en la Sala de Exposiciones de la Casa Municipal de Cultura como en una serie de 40 dibujos sobre la obra de Velázquez que el autor espera poder exponer algún día.
Aurelio Jiménez realiza sus trabajos por amor al arte y nunca mejor dicho ya que no se venden. Algunos de los dibujos se quedarán para sus nietos y el resto, los donará. Para los que estén interesados en visitar la exposición, les recordamos que podrán hacerlo hasta el próximo día 29 de enero.
