En un solemne y emotivo acto que tuvo lugar en un repleto auditorio del museo López Torres, se hicieron entrega ayer las distinciones Viñadores 2011. Se trata de unos galardones instaurados en el año 1997 con las que el pueblo de Tomelloso, a través de las diferentes asociaciones, colectivos y el propio Ayuntamiento pretenden reconocer el trabajo, el esfuerzo y la dedicación de quienes ponen todo su empeño en hacer una ciudad cada vez más próspera, moderna y solidaria en distintos ámbitos de actuación.
En la edición de este año, la décimo quinta, recibió la máxima distinción otorgada por el Ayuntamiento como Viñador de Honor la cooperativa Virgen de las Viñas. El alcalde de la ciudad, Carlos Cotillas apadrinó a una institución que este año cumple 50 años de vida, una etapa, recordó en la que han pasado muchas cosas en Tomelloso y también en el seno de la cooperativa. Si la revolución industrial en Tomelloso estuvo marcada en la apuesta decidida por la vid en detrimento del cereal, el alcalde dijo que la aparición de la cooperativa Virgen de las Viñas en el año 1961 supuso otro salto importantísimo en el desarrollo futuro ciudad. Se pasó así de las bodegas subterráneas a la gran cooperativa que trata la uva con delicadeza y saber hacer para producir unos vinos de excelente calidad. De 17 socios se ha pasado a los casi 3.000 en la actualidad, por lo que recordó el alcalde, en una ciudad de casi 40.000 habitantes supone que en cada casa de Tomelloso haya algo de la cooperativa. Carlos Cotillas dijo que estamos ante un ejemplo de institución, un emblema de la ciudad y un proyecto del que todos los tomelloseros se sienten orgullosos.
El presidente de la cooperativa fue el encargado de recibir el premio. En un alarde de sinceridad, Rafael Torres no dudó en calificar como un acierto otorgar este galardón a un colectivo “con un baremo de méritos como el que más”. Según recordó los 17 agricultores fundadores no podían imaginar que pusieron la primera piedra de una iniciativa trascendental como es la mayor cooperativa del mundo con casi 3.000 socios y con productos comercializados en 4 continentes. También destacó la grandeza del espíritu de los socios, un colectivo con unos recursos económicos tan escasos, que destina parte de ellos a obras sociales como el certamen cultural y el museo de arte, dos proyectos que contribuyen al engrandecimiento cultural de la ciudad.
En el ámbito cultural recibió el Viñador 2011 el grupo folklórico Virgen de las Viñas. Han sido 46 años de vida de una asociación que mantiene una rica actividad cultural a lo largo del año y hace gala de sus orígenes tomelloseros allá por donde va. Su presidente Jesús Fresneda que lleva desde los 16 años con el grupo, recordó a todos los que han pasado por el grupo hasta convertirlo en un referente en la ciudad, sus inicios y su primera actuación en el barrio del Carmen.
La empresa DFM Aguas recibió el Viñador 2011 en el ámbito empresarial. Se trata de una empresa innovadora y puntera en diseño y fabricación de equipos de depuración que cuenta con 75 empleados y oficinas en Málaga, Arabia Saudí, Túnez, Egipto y Argelia. Uno de los hijos del fundador de la empresa Gloria Carrasco, habló de un largo camino lleno de esfuerzo, coraje, dificultades y también de muchos logros y alegrías, pero siempre con el sueño de seguir creando futuro y que éste siga siendo posible.
Haciendo gala más que nunca de su nombre, estas distinciones también han reconocido la labor de otro colectivo surgido de las más puras raíces tomelloseras. Bodegas Centro Española, un proyecto empresarial que cuenta con clientes en 33 países y más del 80 % de su producción se destina al extranjero fue distinguida Viñador 2011 en el ámbito agrario. El gerente de la empresa Miguel Angel Valentín recordó los inicios que se basaron en tres premisas indispensables: realizar un proyecto inexistente, que fuese en Tomelloso y con productos de alta calidad. Así nació el proyecto Allozo basado en la calidad, explicó, desde la cepa hasta la copa y que mantiene el 100 % de su producción embotellada. Valentín se mostró muy agradecido con este reconocimiento al trabajo desarrollado durante los 20 años de vida de la empresa.
Por último en el ámbito de acción social recibió el Viñador la Hermandad de Jesús de Medinaceli. Su presidente Andrés Díaz dijo que en este 60 aniversario de la fundación de la Hermandad no se podía tener mejor respaldo a la labor que realizan en lo que el denominó los premios Príncipe de Asturias de Tomelloso. Los dos objetivos claros de esta asociación religiosa, trabajar por cuidar la devoción a Jesús de Medinaceli y aprovechar los recursos económicos que produce esa devoción, han dado lugar a un proyecto solidario que es todo un orgullo para la Hermandad. Gracias a las cuotas de los socios y los donativos de los devotos se ha contratado durante 6 meses a una persona en situación precaria que a su vez realiza labores de limpieza en 10 domicilios particulares de personas mayores.
El alcalde de la ciudad cerró el acto felicitando a los 5 homenajeados por ser un referente, un ejemplo y un espejo en el que debemos fijarnos para superar un año difícil. El acto finalizó como siempre con el himno de Tomelloso y con un vino de honor servido en los jardines de la glorieta de María Cristina.
