Prestigiosos ‘Narices de Oro’ explicarán las claves del vino español en una clase magistral en FENAVIN

Pedro Martínez, Nariz de Oro en 2001; Lucio del Campo, en 2003 y Agustí Peris, en 1994 serán los encargados de conducir la actividad “El vino español (Premios Nariz de Oro)”, que tendrá lugar el 7 de mayo a las 17:30 horas

FENAVIN, que se celebrará en Ciudad Real del 7 al 9 de mayo, contará con un cita de excepción, la posibilidad de recibir una clase magistral de tres figuras del mundo de la sumillería, y distinguidos, todos ellos, con el prestigioso nombramiento Nariz de Oro. Pedro Martínez, Nariz de Oro en 2001; Lucio del Campo, Nariz de Oro en 2003 y Agustí Peris, Nariz de Oro en 1994 serán los encargados de esta clase magistral  que bajo el título “El vino español  (Premios Nariz de Oro)”, tendrá lugar el próximo 7 de mayo en la Sala de Catas Custodio Zamarra a partir de las 17: 30 horas.

Una actividad en la que se intentará dar una pincelada bastante potente del vino español y que tiene la finalidad, según apunta Martínez, que los asistentes no salgan indiferentes.

“FENAVIN, una importantísima muestra de nuestros vinos”
Estos profesionales de la sumillería consideran importante el papel de FENAVIN en la evolución de las exportaciones de vino español. Mientras que Pedro Martínez, que conoce la feria desde diferentes puntos de vista, tanto como expositor como participante en las actividades organizadas por la feria, considera que FENAVIN ha marcado “un antes y un después” reuniendo, en la última década, un número muy interesante de compradores y de perfiles muy diferentes, que coincide con el momento en que los vinos españoles empiezan a coger conciencia de la importancia de la comercialización.

Lucio del Campo confiesa, en este sentido que conoce FENAVIN desde que se inicio, y que ha visto como iba creciendo hasta convertirse en la “importantísima muestra de nuestros vinos en la que se ha convertido hoy”.  Para del Campo es  fundamental dar a conocer nuestros productos, zonas vinícolas, variedades de uva, y es una oportunidad para que los importadores, así como los posibles clientes nacionales, puedan probar y valorar los caldos para poder elegir, opinar, comunicar, como es el caso de la presa, lo que aquí ocurre, ya que es un estupendo escaparate para el mundo.

Por su parte Peris destaca como FENAVIN hace tiempo que ha abierto una corriente de interés para las exportaciones y ha supuesto “más acercamiento hacia los vinos españoles, y mejores y fructíferos contactos”.

Un vino comercial y otro premium
Respecto recomendar un vino comercial y uno Premium, Peris considera que hay tantos y tan buenas recomendaciones que “quizás podemos extraviarnos y entrar en banalidades”. En cambio, Martínez reconoce que no le gusta hablar de marcas y que hay que fijarse en el espíritu de los pequeños proyectos que dan como resultado vinos de calidad excelente en casi todas las denominaciones de Origen. “Es muy difícil hacer una recomendación ya que tendría que darte por lo menos medio centenar de referencias de vinos de menos de 50  euros y otros tantos de entre 40 y 60 euros.

En cambio, Lucio del Campo manifiesta que hoy en día en España se están elaborando vinos de muy alta calidad, y los vinos más jóvenes y comerciales son, a mi gusto un claro ejemplo. El sumiller destaca el trabajo que está se está haciendo en Corral de Almaguer, la Bodega Torre de Barreda con sus medias crianzas de Tempranillo y Sarah; o en Valdevimbre con la variedad prieto picudo, el Aprendiz de la Leyenda del Páramo, como ejemplos, aunque confiesa que se le vienen a la cabeza muchas más referencias.
Cuando se llega al tema del vino Premiun, el sumiller reconoce que buscar un vino de alta gama que le parezca especial es fácil, lo difícil es “decidirme y no utilizar lo obvio”. Así habla de un vino elaborado con la variedad mencía, Altos de Losada como vino de gran calidad y precio moderado, “en la misma bodega elaboran La Bien Querida, pero en este momento no hay existencias y la nueva añada aún no ha salido al mercado, y, su precio, aún siendo más elevado, merece la pena probarlo”.

En restaurante: el precio importa y se apuesta por vinos jóvenes
La situación que vive hoy en día el vino español en los restaurantes también ha sido comentada por estos profesionales. En este sentido, Peris opina que ahora el precio importa más que lo intangible y, por tanto, “entramos en reduccionismos”. Por su parte, Martínez considera que la tendencia son los blancos porque se sirven fríos, son más cercanos y son fáciles de beber. “Cada vez se apuesta más por vinos vivos, más acabados, más elegantes y más redondo y que su precio en carta esté entre los 15 y 20 euros”.

Para del Campo, los que mejor están funcionando en los restaurantes son los crianzas, medias crianzas y vinos jóvenes, no siempre por este orden. En cuanto a la zona, este experto en vino observa que cada vez se tiene una mentalidad más abierta y desean conocer nuevos vinos, “esto nos da pie a los sumilleres para poder divertirnos sorprendiendo con novedades, variedades y zonas que el cliente no conoce, pero hay más rotación en los vinos de Catilla-León.

Un buen vino…
Estos sumilleres destacados y reconocidos declaran qué debe tener un buen vino para ellos. Peris considera que el estilo es una cosa que no debe confundirse con la cualidad.  Y apuesta por caldos que “me envuelven los momentos en la que hay magia, estilo y profundidad: un contacto con el cosmos”.
Del Campo, en cabio apuesta por muchas y muy diferentes características para que un vino le seduzca, pero “si me remito a las imprescindibles, presencia, limpieza, estar bien estructurado, personalidad, buen paso de boca y largo y agradable pos gusto”.

Mientras que Martínez un buen vino es aquel que te invita a beber el segundo sorbo, la segunda copa, “que sea amable, equilibrado, redondo y bien acabado. También valoro que sea fácil, que me cautive y sobretodo, que exprese el año de producción, el sitio y la variedad de uva”.

¿Qué busca el consumidor?
Hablando del consumidor español, Peris considera que anda un poco despistado y la parte material ocupa un lugar muy destacado, por lo que para este experto estamos en un momento un tanto espeso, “además del cambio generacional –que es otro gran tema-, es muy complicado”. Martínez, por su parte, divide al consumidor español en cuatro grandes grupos, a grandes rasgos: el cliente clásico, que considera el vino como algo cultural, otro más atrevido que quiere probar cosas nuevas, el que se deja llevar por las modas y, finalmente, el de menos numeroso, que es entendido que busca muchas cosas.

Que le sorprendan, es lo fundamental que busca un consumidor en un vino para del Campo. Este reputado sumiller explica como en su restaurante La Cueva de san Esteban, el primero que abrió, el planteamiento de la cocina es más tradicional y popular, por lo que el cliente busca disfrutar de grandes vinos de pequeños precios. En cambio, en Di Vino, su segundo restaurante, la comida es más elaborada y se cuidan los detalles, por lo que la carta es más extensa y cuidada, aquí el cliente siempre ha ido más al capricho, dejándose aconsejar, nunca ponen limitaciones en la procedencia del vino, Zona, DO y más margen de coste a la hora de seleccionarlos. “Por desgracias esto va cambiando con la situación económica”, concluye.

Crisis económica y  sanciones de tráfico reducen el consumo
Para estos sumilleres de reconocido prestigio la situación económica que estamos viviendo está afectando, indudablemente al consumo de vino en los restaurantes. Martínez explica que ahora la gente sale menos y cuando lo hace mide más lo que gasta por lo que apuestan por vinos de menos de 20 euros, además, por otro lado, está aumentando el consumo en casa, por lo que también aumenta la presencia de tiendas especializadas o departamentos especializados en vinos en las grandes superficies.
Peris afirma también que “fuera de algunos sitios de culto, el resto anda un poco desperdigado”. Del Campo, por otro lado, apunta a los controles de tráfico y lo mucho que se ha bajado el listón de lo permitido por la ley, como otra causa de la bajada del consumo de vino.

Una visión del futuro
Sobre el futuro Peris considera que “las inercias culturales y empáticas  de las que goza España se han de aprovechas con más elegancia y estilo”, además Martínez añade que el vino español no debe de perder ese sabor a terruño y a calidad de uva ya que se trata de un vino único.

Posicionarse en el mercado internacional, es fundamental para del Campo, para el futuro del vino español. “Creo que vamos con retraso, pero las adversidades económicas del momento en el que vivimos han hecho ir reaccionando al sector, y la exportación ha crecido mucho en los últimos años, como no podía ser de otra manera, tenemos grandes vinos y muy competitivos tanto en precio, como en calidad”.

Y las bodegas…
Para finalizar,  Peris considera que lo que tienen que mejorar las bodegas españolas la transformación continua, “hay muchas bodegas que se han dedicado a gestionar y han olvidado transformarse es mucho más que cambiar. Para Martínez es fundamental para esto es mejorar la comunicación, dar una imagen clara al consumidor de la bodega y de su producto.

Bajo la “humilde opinión” de del Campo, las bodegas deben mejorar en competitividad, “hacer buenos vinos con precios ajustados es lo que pide el mercado en la actualidad, la demanda de vinos especiales o de autor ha bajado, indudablemente y, tenemos que ir con los tiempos que vivimos, y la competencia está fuera de nuestras fronteras, nuestros vinos tienen que ser mejores y más económicos”, añade.

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