Casas presentes, casas ausentes (1)

Recuperando lo pasadoEstanislao Z. Navas.- A lo largo de la historia de cualquier municipio, el parque inmobiliario muestra muchas veces la evolución económica y social de la urbe donde se asientan dichos edificios. Así podemos observar cómo la desaparición de construcciones representativas de cualquier ciudad muchas veces no va en consonancia con los gustos de la ciudadanía sino más bien con intereses particulares como venta de propiedades o por decisiones de más arriba por destinar ese suelo a otros usos diferentes.

casas00De este modo, en Ciudad Real podemos observar que con el boom inmobiliario este proceso de favorecimiento de la desaparición de edificios hasta ahora muy familiares para la ciudadanía, se ha visto acelerado en las dos últimas décadas. casa10Como ejemplo de ello podría mostrarse el inmueble situado en la margen derecha de la calle de Calatrava nº 4 que por su deficiente estado de conservación fue abandonado y posteriormente fue presa de la piqueta. Este edificio constaba de tres plantas y poseía un bajo comercial, su cubierta era de teja y el ladrillo era el elemento representativo de su fachada. En la misma aparecían uniformes huecos de fachada decorados con molduras, las ventanas poseían unas contraventanas verdes de madera y existía un mirador en la parte izquierda de la primera planta. Au contraire, existían unos bajos comerciales que desentonaban sobremanera, y una entrada al portal que era de aluminio.

Desde una perspectiva positiva, observamos todavía ese edificio “rosado” que hasta hace pocas fechascasa06 acogía los “trajes de novia” más visitados – y que aún se muestran a día de hoy -, al tener su ubicación cercana a la Plaza Mayor y ser una zona de paso frecuentemente transitada. Este edificio, construido en el siglo XX, se encuentra sito en la calle de Postas nº 2A y está formado por una planta baja ocupada como local comercial a las que se unen dos plantas superiores cuyos elementos más característicos son los balcones con rejería y los adornos alrededor de los huecos de la ventana. A ello se une también la decoración que tiene la cornisa.casa05

Otro edificio, con un nivel de protección parcial, que ha sobrevivido al poder de la piqueta es aquel que aparece en la calle de Camarín nº 5, edificio que muestra una fachada de ladrillo, con balcones y rejería metálicos.casa11

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Otra casa particular que también goza del privilegio de la protección parcial, que aún persiste, es el ubicado en el entorno entre la Catedral, los jardines del Prado y la Casa de Hernán Pérez del Pulgar y Museo Manuel López – Villaseñor. Edificio, ubicado en la calle de los Reyes nº 7, también del siglo XX, que se compone de dos plantas y cuyos elementos más representativos en su fachada son los balcones de rejería y un mirador acristalado.

casa02casa01En plena plaza del Carmen (nº 1) y flanqueada por las calles de Pedrera Baja y de Estación Viacrucis se sitúa una casa solariega que constituye un edificio de dos plantas en esquina, cuyo material en la fachada más destacado es el ladrillo, con balcones que dan a la calle de Estación Viacrucis y un mirador acristalado en su fachada principal de la citada plaza.

casa07Dando un paso más, nos encontramos con edificaciones que gozan de un grado de protección integral como es el caso de la edificación perteneciente a la calle de la Mata nº 1, cuya portada noble del siglo XVIII muestra unos sillares de piedra con molduras y un escudo heráldico.

Frente al edificio “rosado” anteriormente descrito, aparece una casa en la calle de Mercado Viejo nº 6, esquina con Calle Feria, que goza a pesar de su antigüedad (siglo XX) y de su uso dominante (vivienda y local comercial) de la mayor protección posible, la de tener la declaración de Bien de Interés Cultural. Este edificio tan característico tiene un estilo ecléctico donde también se muestra la influencia modernista. casa08Su simetría estructural se muestra a partir de la existencia de dos cuerpos de ladrillo rojo muy diferenciados en ambas esquinas que unirán con otras edificaciones y otros dos cuerpos centrales, decorados con azulejos y separados por una pilastra de ángulo también en ladrillo rojo en la esquina de las dos calles. Los dos cuerpos laterales muestran una sencilla puerta en su planta baja en arco de medio punto mientras que en la primera planta viene marcada por una línea de impostas geométricas. En la segunda planta el hueco que se abre adopta la forma de ojo de buey. Las dos partes restantes del edificio se estructuran simétricamente a ambos lados de la pilastra angular en las tres plantas, sin división de impostas entre las mismas. En la planta baja las modificaciones surgen por el uso comercial de la misma. Y la parte central está decorada con azulejos de color azul –algunos desprendidos-. Además se presentan las contraventanas de madera y la puerta de acceso de forma deteriorada.

casa09Junto a este último edificio, también Bien de Interés Cultural, se observa en la calle Feria nº 5 un inmueble con una original decoración modernista. Posee tres plantas, la inferior modificada por su uso comercial. La fachada muestra un carácter ecléctico y una simetría que gira en torno a un eje vertical constructivo y cromático. La portada queda organizada a modo de semicircunferencia desde la puerta de entrada al arco de ojo de buey en la última planta. La puerta, enmarcada por un cuerpo sobre ménsulas que configura el trasdós del arco y que sustenta un balcón con balaustrada de decoración en piedra. La primera planta se halla articulada por balcones a ambos lados de la puerta, con dos huecos cada una, terminada en arcos rebajados y trasdosados, arcos unidos entre sí por una línea decorada por pequeños triángulos de ladrillo. En la segunda planta, los huecos son pequeñas ventanas cuadrangulares con arcos rebajados y trasdosados por arcos también rebajados. Los dos colores del edificio muestran la combinación de áreas de ladrillo rojo con áreas de ladrillo amarillo.

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4 COMENTARIOS

  1. Un diagnóstico antiguo pero certero el que anoto más abajo.
    No creo que pueda decirse que el proceso de destrución de las ciudades, y de la nuestra en particular, se inicie en 1993, en los últimos 20 años. Cuando bien cierto son los orígenes identificables de la destrucción, ya en los años sesenta, sentando las bases del llamado por la prensa local ‘torrismo’. Baste leer los textos de Julián Alonso, por ejemplo. Piénsese además, que las piezas de altura ‘torrista’, de la Plaza de Cervantes, fueron levantadas por Caja Rural, con el excalde Luís Martínez Gutiérrez de presidente de la entidad; y en la otra pieza vecina, intervino Victorino Rodriguez, también exalcade, desde su puesto de Caja de Ronda, mediando en una permuta extraña. Para cerrar el ciclo, la pieza del Pilar fue levantada por ICALSA (Inmobiliaria Calatrava), donde se sentaba entre otros, Javier PAulino, el que fuera senador y concejal del PSOE años más tarde. Así son las cosas.
    En ese oquedal citado, hasta la mirada de Chueca Goitia en ‘La destrucción del legado urbanístico español’ (1977), resulta aterradora. Y clarificadora, al producir una mirada sobre el momento histórico en que se inicia la Transición Democrática y se advierte el agujero del legado cultural recibido. Transición Democrática que, ayer mismo, desmitificaba Ignacio Sotelo en El País, a modo y manera.
    Texto, el de Chueca, producido por una suma miscelánea de miradas partidas sobre otras tantas ciudades españolas, que concluye produciendo un balance sobre el legado patrimonial del franquismo e indirectamente, sobre el estado de la Arquitectura. “Si tuviéramos que sintetizar diríamos que todas (las causas de la destrucción) se resumen en la actuación de una sociedad dirigente amparada por un poder político que presidía el General Franco”. Además de ello, las razones de tales catástrofes patrimoniales las ubica Chueca en la “inexistencia de clases rectoras cultas”. Todo lo demás es retórica y melancolía.

  2. De todas las fotos la que más «gracia» me hace por su imagen de hueco imperfecto es la segunda, situada si no me equivoco en la calle Jacinto. Un solar pintado de naranja/amarillo con un «hueco» indescriptible que hará las delicias del maestro de obras cuando tenga que empezar a construir y no sepa como «cubrir» es hueco sin que se caiga…
    ¡Y es que hay cosas y cosas…!

  3. Estimado Luis las dos primeras fotos pertenecen al edificio de la calle de Calatrava 4, el antes y el después del derribo, por eso aparecen ambas. De otros edificios hablaré en artículos posteriores, pues la ciudad da para varios de ellos. Gracias por tu seguimiento. En cuanto a la respuesta de don José, no me queda más que quitarme el sombrero, pues ya sé que el proceso de degradación urbanístico viene de antes de los veinte años mencionados, pero lo que trato de indicar con esa fecha (curiosa, pues viene justo después de la aparición del AVE en nuestra ciudad) es que a pesar de que la mejora de la alta velocidad -y el crecimiento del campus universitario-, la ciudad acrecentó un proceso de desaparición de edificios que tienen entre otros iconos al indicado al comienzo de este artículo. Así pues, no se trata de establecer una fecha de comienzo de la degradación sino que la ola velocidad-universidad no fue oportunamente aprovechada a nivel urbanístico, sino que se fue en dirección contraria.
    Gracias a ambos

    • ¡Tienes toda la razón!
      Al ver el color naranja me he despistado… a veces necesito un poquito de «OM» antes de responder…
      ¡Gracias, compañero por corregirme!

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