La recuperación económica depende de la regeneración democrática de nuestro sistema político

Lucio A. MuñozEl optimismo desmesurado del Gobierno, debido a la aparición de determinados datos macroeconómicos, contrasta con el progresivo empobrecimiento de las familias, la pymes y los autónomos españoles, que deben hacer frente a una devaluación interna imparable y a unos confiscatorios impuestos.

Probablemente, la economía española experimentará una ligera mejoría en 2014. No obstante, la recuperación económica de nuestro país, sobre todo, en lo concerniente a la creación de empleo, será muy lenta y, por desgracia, dolorosísima. No olvidemos que tras los recientes y “positivos” datos relativos al paro,  se esconde la creación de un empleo estacional, sin valor añadido, temporal, precario, salarialmente bajo y, en un considerable porcentaje, de perfil agrario. Al respecto, es preciso tener en cuenta que multitud de parados, a causa del efecto “desanimo”, no registran su demanda de empleo y cada vez más extranjeros vuelven a sus países de origen.

En plena planificación de las próximas citas electorales, el Gobierno de Rajoy ha aprovechado esta “alegría” económica (secundada, como suele ser habitual, por las multinacionales del IBEX 35 y por los medios afines) para imponer una estrategia de comunicación centrada en la recuperación económica de España. La consigna, por consiguiente, adoptada por todos los representantes del PP en los diferentes territorios de España, está basada en que nuestro país abandonará la crisis en breve y definitivamente. ¿Les suena este recurrente y repetitivo eslogan político, que ya utilizó engañosamente el Gobierno socialista de ZP?

¿De verdad cree el Gobierno que España únicamente tiene un problema económico? Al contrario, la recuperación de la economía española depende, ahora más que nunca, de la transformación de nuestro corrupto sistema político (y económico) en una verdadera y moderna democracia. España necesita, urgentemente y sobre todo, una regeneración, que debería comenzar por la democratización de los dos grandes partidos y la supresión de las subvenciones públicas, destinándolas socialmente hacia los colectivos necesitados. Nuestro sistema político autonómico, subvencionado y antidemocrático, ha arruinado a España y a los españoles e, igualmente, representa el mayor impedimento que tiene nuestra economía para crecer.

El “Régimen del 78” está muerto. La Constitución Española se encuentra obsoleta. El Estado de las autonomías se ha convertido en el Estado del bienestar de los dos grandes partidos. Y el sistema político bipartidista está invalidado a causa de la corrupción institucionalizada, que ha provocado, entre otras atrocidades, que nuestra Administración (la empresa más importante de España) esté gobernada por los peores, eliminando, para ello, cualquier rastro de meritocracia. Consecuentemente, nuestro país necesita imperiosamente una nueva Transición que acabe con esta dictadura partitocrática. La crisis económica que sufre España es una consecuencia y, a la vez, viene originada por una crisis política.

Es probable que una nueva etapa esté a punto de iniciarse en España y la misma deberá diferenciarse de la anterior, que ha durado más de tres décadas, en función del protagonismo que deben adquirir los ciudadanos, participando activamente en la gestión política. El error más relevante que hemos cometido los españoles, desde el inicio de nuestra pseudodemocracia, es no implicarnos en los asuntos relacionados con la política y, por tanto, dejar nuestro destino en manos del PP-PSOE. Debido a este motivo, los dos principales partidos españoles han adquirido un poder omnipotente, se han convertido en gigantescas agencias de colocación…

La conversión socio política que necesita España debe hacerse pacíficamente y desde dentro del sistema. Los españoles que deseen una regeneración democrática deberán involucrarse y apoyar a los nuevos partidos que están surgiendo. Estas nuevas formaciones (Movimiento Ciudadano, UPyD, VOX…) tendrán difícil derrocar al bipartidismo en virtud de la actual ley electoral, tan antidemocrática como beneficiosa para el PP-PSOE, que ha permitido que unos votos valgan más que otros y, en base a ello, una minoría pueda decidir los designios de toda una nación.

El desprecio actual que sienten los españoles de bien por la política (en la actualidad, el trabajo, convertido en profesión, menos valorado es el de político), considerándola una actividad indigna, puede condenar a España a sufrir una degradación democrática de difícil solución. En consecuencia y a pesar del desprestigio social que representa actualmente desempeñar un cargo político, los ciudadanos  honrados, preparados y con inquietudes deben participar en política.

La recuperación económica de España depende del buen funcionamiento de nuestro sistema político. Por consiguiente, mientras el PP-PSOE siga teniendo intervenida nuestra economía, a través de la politización de la Administración, de la Justicia, etc., muchísimas familias, pymes y autónomos españoles tendrán que aprender a convivir con la miseria.

No es deseable que aparezca una nueva lucha de clases protagonizada por los ciudadanos, en un extremo, y la casta político-sindical, unida a la élite financiera, en el otro. Pero el objetivo de nuestro Gobierno, y también del principal partido de la oposición, es no reformar el sistema actual bajo ningún concepto, puesto que hacerlo significaría abolir las reglas del juego y los privilegios de los políticos.

Los ciudadanos, de forma pacífica y optando por nuevas alternativas políticas, tienen la última palabra.

Lucio A. Muñoz.
Socio director de Eurogroup Human Resources.

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2 COMENTARIOS

  1. Yo creo que se puede ser crítico sin ser panfletario. Este artículo no hay por donde cogerlo. En una época tan dura es necesaria la sensatez, no la gasolina. Muchas generalidades y muchas injustas. Cero análisis. En fin, no sé qué es Eurogroup Human Resources, pero si sus propuestas son las del socio director, que más o menos pretende que desaparezcan PP!PSOE y su sustitución por los ¿más? democráticos UpyD, ¿VOX? o ¿Movimiento Ciudadano?, pues ya está todo dicho.

  2. Gran artículo de opinión. Creo que ese cambio no van a ser desde luego dos días, pero es inevitable. Entre otras cosas porque tanto la derecha, como la izquerda coninciden en que el régimen del ’78 está muerto. Lo dificil va a ser ponernos a trabajar en uno nuevo y que no cometa los errores del pasado.

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