Daimiel Noticias.- El polígono ‘El Campillo’ ya está en funcionamiento desde el mes de enero. Situado en la carretera CM 4117, a 5 kilómetros del casco urbano, es la séptima actuación industrial en Daimiel cuyo precedente se encuentra en SEPES, Daimiel Sur, CIDAG, y en las áreas de empresas como J. García Carrión, Dayfor y Sandevid. Desde hace unas semanas, y tras pasar los preceptivos informes favorables, incluidos los municipales, se pone en marcha una superficie donde se localizan las instalaciones de la alcoholera Alvinesa.
Un emplazamiento que ofrece igualmente metros industriales para aquellos emprendedores que decidan fijar su actividad allí. Un año antes de lo acordado según el acuerdo plenario de octubre de 2012, se desplaza así la actividad de la Alcoholera del casco urbano. Se zanja definitivamente un compromiso que compatibiliza el desarrollo económico y laboral con una petición vecinal que se ajusta asimismo a requisitos medioambientales y urbanísticos.
De los 350.000 destinados a suelo, 150.000 quedan para las instalaciones de Alvinesa y 200.000 para ofertar a emprendedores. ‘El Campillo’ cuenta con 94.000 metros de zonas verdes. El Ayuntamiento dispone una parcela dotacional de 28.000 metros.
En cuanto a los sectores 16 y 17 que se liberan (antigua Alvinesa), recogidos en el P.O.M. como La Encantada, pasa a uso residencial con un techo materializable de 233.000 metros cuadrados. Una vez se inicie su desarrollo, deberá estar conectado con la rotonda del viario de Ronda perteneciente al sector Santa María. Se contempla además una zona verde de unos 43.000 metros cuadrados, 30.000 metros cuadrados a equipamiento escolar y 15.000 más a deportivo.
El hecho de que el polígono ‘El Campillo’ ya esté operativo significa dar respuesta a una reivindicación vecinal de más de una década cuyas quejas se asentaban en los gases que emanaban la propia Alcoholera. Se ha conseguido así un emplazamiento definitivo de la fábrica en un entorno menos agresivo para la ciudad y acorde con los requisitos urbanísticos y medio ambientales, sin menoscabo del desarrollo industrial.
El acuerdo se remonta a 2005 cuando el Ayuntamiento dio el visto bueno a la desclasificación de parcelas rústicas en octubre de aquel año. Desde entonces el proceso ha languidecido por una burocracia que se enmarañaba. Primero, por la presentación del Programa de Actuación Urbanizadora Modificatorio de Planeamiento Municipal presentado en diciembre del mismo ejercicio. Entre tanto, se suscribió en 2006 un convenio urbanístico para deslocalizar la fábrica de Alcohol de ALVINESA y recalificar el suelo donde actualmente se encuentra. La tramitación de expediente sufrió demoras ya que la Comisión Provincial no emitió su informe vinculante hasta un año después (finales de noviembre de 2007).
Paralelamente, tanto la empresa ALVINESA como el Ayuntamiento de Daimiel han ido cumpliendo los hitos establecidos en el convenio. Entre ellos, estudios medio ambientales pertinentes para el desarrollo de la actividad en su nueva ubicación. Éstos se certificaron en 2008 con el cumplimiento de todos los condicionantes impuestos tanto por la consejería de Medio Ambiente como por la de Ordenación del Territorio, así como por el Ayuntamiento.
Desde 2008 había un plazo de cinco años para abandonar las instalaciones frente a la estación de ferrocarril. Sin embargo, fue en 2012 cuando el nuevo equipo de Gobierno quiso agilizar la deslocalización de la empresa que había anunciado años antes su traslado íntegro para la primavera-verano de 2013, y, entre tanto, aminorar las molestias que ocasionaban su humareda obligando la colocación de un filtro en la chimenea central.
Ahora, diez años más tarde desde la primera consulta, se zanja definitivamente un año antes del desenlace impuesto, el compromiso que compatibiliza el desarrollo económico y laboral con una petición vecinal que se ajustaba asimismo a requisitos medioambientales y urbanísticos.
