David Serrano de la Muñoza. Miembro de la Candidatura del PSOE.- Según el diccionario de la Real Academia Española, democracia significa “Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno”. Hasta ahora en nuestro país así ha sido, la ciudadanía elegía a sus representantes cada cuatro años y estos se encargaban durante este periodo de gestionar los recursos de todos y todas.
Sí, he dicho hasta ahora. Eso no quiere decir que se haya acabado la democracia en nuestro país, lo que se ha acabado es solo elegir a nuestros representantes cada cuatro años, la ciudadanía ha madurado y, como se recoge en la definición, empieza a exigir su intervención en el gobierno.
En Ciudad Real vivimos alrededor de setenta y cinco mil personas y contamos con veinticinco representantes políticos, de los cuales, quince forman el equipo de gobierno. Estas quince personas representan tan solo el 0,02% de la población de nuestra ciudad. No sólo son un porcentaje muy pequeño, sino que además, en la actualidad, conforma un gobierno sordo y hermético a las propuestas de la oposición, a las de los colectivos sociales de ningún ámbito y a las de la ciudadanía en general.
A día de hoy y tras estos años de crisis económica e institucional la ciudadanía hemos caído en la cuenta de que, o nos implicamos en la política o la política se puede llegar a volver contra nosotros. Y es que el modelo político en el que el 0,02% de la ciudadanía tomaba todas las decisiones es insostenible. Esta ciudad no es lo que es gracias a ningún partido concreto, esta ciudad la hacen las personas que viven en ella, los trabajadores del Ayuntamiento y la vigilan los cuerpos de seguridad. En esta ciudad vivimos setenta y cinco mil personas, cada una, ya sean individuales o colectivas, con sus necesidades e inquietudes y es ahí donde deben estar los verdaderos representantes sociales, escuchando, compartiendo, debatiendo, construyendo, en definitiva, una ciudad de las personas para las personas y CON las personas.
En este nuevo modelo de democracia hacia el que, sin duda, nos estamos dirigiendo, nadie sabe más que nadie, nadie manda más que nadie. En este nuevo modelo, las personas a través de la participación piden y proponen, y sus representantes hacen posibles esas propuestas dentro de las posibilidades de los recursos comunes que hay en la ciudad.
Hubo una época en la que ”los quince” nos contaron que Ciudad Real era una ciudad que enamoraba y a día de hoy son los mismos, los que nos dicen que tenemos una ciudad en la que se vive bien. Todo campañas superficiales que solo buscan el beneficio electoral.
En realidad Ciudad Real “hace aguas” y cada vez que llueve queda patente. Con el 0,02% que se cree que el Ayuntamiento es suyo, Ciudad Real no crece, no se crea empleo, no es accesible, no mima a su pequeño comercio…La forma de vivir mucho mejor se conseguiría si los representantes de los vecinos y vecinas escucharan a sus representados.
Otra Ciudad Real es posible y solo es necesario que las personas nos atrevamos a creer, con nuestra implicación, otra manera de gobernar es posible.
