La secretaria de Organización del PSOE en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, ha mostrado «el más profundo malestar de los socialistas con el Partido Popular de Villarrubia de los Ojos» por hacer «seguidismo de un partido de ultraderecha como es Vox para quitarle el nombre de Tierno Galván a un parque del pueblo».
En este sentido, la socialista ha recordado que «Tierno Galván es un personaje de la historia que representa como pocos el sentido común, la conciliación, el diálogo y el espíritu de la transición». Así, Fernández ha recalcado la imagen de este político «como una persona imprescindible en la política española, reconocido a izquierdas y a derechas», unas cualidades que lo convierten en el tipo de político que los españoles admiran y que se ha convertido en ejemplo.
Para la socialista «queda claro que Tierno Galván es el ejemplo del tipo de político que esperan los ciudadanos, quienes desean que construyamos un futuro para este país, dialogando y de la mano de los ciudadanos y, sobre todo, que tengamos más presentes las necesidades de los ciudadanos que los intereses partidistas».
Por este motivo, Fernández ha mostrado su sorpresa ante la decisión tomada por el Partido Popular de Villarrubia de los Ojos. «No se entiende esta decisión que ha sido conducida desde el primer momento por el partido de extrema derecha VOX, pero que ha sido seguida inmediatamente por el PP de la localidad», ha asegurado la socialista quien califica esta situación como «una injusticia que no viene a cuento».
Por ello, la parlamentaria socialista ha convidado Carlos Cotillas y Antonio Lucas-Torres como presidente y secretario general respectivamente del Partido Popular en la provincia de Ciudad Real para que imponga sentido común al PP de Villarrubia» porque «hay cosas que están por encima de los intereses partidistas, y la figura de Tierno Galván es una de ellas», por lo que «no se puede confrontar con este referente político cuya actitud siempre fue «el diálogo y el entendimiento».
Por su parte, el secretario del PSOE de Villarrubia de los Ojos, Luis Amancio Párraga, ha indicado que «en la localidad no existe ni ha existido ninguna división entre los vecinos por el nombre de esta plaza», razón por la que ha lamentado «las malas artes de Vox y del Partido Popular local, que han querido convertir en un problema algo que no lo era».
En esta línea se ha manifestado también el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, Miguel Ángel Famoso, quien ha recalcado «el valor conciliador de este político ejemplar», al tiempo que ha mostrado su disgusto por la decisión de cambiar el nombre de esta plaza «sin ni siquiera haber llevado el asunto al pleno».
Don Enrique Tierno Galván, que de tierno no tenía nada, fue un mentiroso y siniestro personaje que la propaganda izquierdista nos ha vendido como si de un Pericles se tratara.
Este señor se inventó su nacimiento en un humilde hogar de labriegos sorianos. Luego, nos contó su dura lucha contra el franquismo, lo que le supuso su depuración por el régimen y el ostracismo. Otro embuste fue que sufrió el internamiento en un campo de concentración, donde padeció tremendos castigos.
Bien, pues este jeta nació en Madrid y su padre era suboficial del ejercito, y desde su nacimiento hasta su muerte este señor vivió del presupuesto público. La depuración franquista que sufrió, consistió en una plaza de funcionario en el ministerio de Educación y una cátedra de derecho político en la Universidad de Murcia, y jamás estuvo en un campo de concentración. Este caradura fue franquista cuando procedía, monárquico cuando convino y socialista cuando interesaba.
Este sujeto, el que decía que “los bolsillos de los gobernantes debían de ser de cristal”, no dudó en expulsar del ayuntamieno a su compañero de partido y teniente de alcalde Alonso Puerta, cuando denunció el cobro de comisiones ilegales por el partido socialista. Primera y única experiencia de socialista honrado que se conoce. Tampoco tenía pudor en tomar el dinero tinto en sangre del sátrapa libio Gadafi para financiar su partido.
Sus mayores logros como primer edil fueron la suelta de patos en el Manzanares en lugar de construir las depuradoras que el agua contaminada del río precisaba. También se encargó de cambiar los nombres de las calles que él no consideraba adecuados por franquistas; él, que vivió y promocionó profesionalmente en el franquismo con todas las facilidades; él, que publicaba en la Revista de Estudios Políticos, la publicación más ideológica del franquismo. Otro suceso como alcalde consistió en el patrocinio de la Movida Madrileña. Mientras, una generación se perdía por culpa de la heroína, pero “había que colocarse”.
Un tipo repugnante, amoral y traicionero. Uno que lo conoció bien lo describió como “una víbora con gafas”. Entre sus discípulos más avezados está don José Bono Martínez, conocido por dejar a Castilla la Mancha donde la cogió: en el culo de Europa.