Ciudad Real: Solemne Silencio

MICR/EGCJ.- La madrugada del Miércoles al Jueves Santo procesiona una de las hermandades más emblemáticas de la Semana Santa de Ciudad Real, la del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Mayor Dolor (Silencio). Penitentes de túnicas negras con la Cruz de Jerusalén, algunos descalzos y portando cadenas y cruces, han guiado con hachones de madera a los pasos durante la estación de penitencia.

silencio22El paso del Cristo de la Buena Muerte ha sido portado a hombros por fuera por más de cuarenta hermanos. La procesión discurre en silencio, solo roto por el serpear de las cadenas y los golpes de tambor (uno en la cruz de guía y otro en cada uno de los pasos para marcar el caminar de los portadores). Un cornetín toca el «silencio» al salir de la procesión y al comienzo y al final del rezo de cada una de las estaciones del vía crucis.

El primero de los pasos representa a Cristo muerto en la Cruz y el segundo a la Virgen del Mayor Dolor con un puñal en su pecho. José María Rausell Montañana y Francisco Lloréns Ferrer son los autores del Santísimo Cristo de la Buena Muerte (1947) y de la Virgen del Mayor Dolor (1944).

Tanto el Cristo como la Virgen procesionan sobre tonos de estilo barroco dorados en pan de oro, de la carpintería de Francisco Hurtado y con faldones negros. El trono del Cristo de la Buena Muerte lleva cuatro hachones colocados en las esquinas y el de la Virgen del Mayor Dolor candelabros de guardabrisas.

silencio1La Virgen porta una concha de plata que fue encontrada en el tejado de la Parroquia de San Pedro en los años cuarenta junto a una nota que explicaba que era de una Virgen que con la advocación de la Virgen del Mayor Dolor que había existido en dicha parroquia.

La Hermandad del Silencio se constituyó el 7 de marzo de 1943, realizando ese mismo año su primera salida penitencial el Jueves Santo a las 5 de la mañana con la imagen del Cristo de la Misericordia que actualmente se encuentra en el templo de San José Obrero.  Esta hermandad nace con el objetivo de ser una de la denominadas hermandades «serias», «de silencio» o «penitenciales» y así lo es actualmente. Durante su recorrido no solo los nazarenos guardan silencio y respeto ante el vía crucis y las imágenes de sus titulares sino también el público que se acerca a ver la procesión permanece en rotundo silencio.

En más de 50 años que hace de su fundación, la procesión del Jueves Santo o la del «Silencio» solo se ha suspendido en los años 2006 y 2007, siendo este último el año que más hermandades tuvieron que suspender su estación de penitencia. La procesión del Martes Santo con al imagen del Mayor Dolor solo se ha suspendido en los años 1963 y 1974.

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