Populismos

ReymondeFue Sócrates, el mítico sabio, quien enunciaba “Yo solo sé que no sé nada”. “Yo no soy tonto” dice el slogan publicitario. Verdad elocuente, que entre lo que somos y lo que creemos ser  hay una diferencia que puede ser abismal.
Todos tenemos gustos en algo, pero cuanto más instruidos estamos, más criterio tenemos para escoger: la instrucción, la experiencia, te abre puertas que puede hacerte cambiar. O no. Tengo un amigo, guitarrista heavy, que sigue siéndolo después de terminar sus estudios superiores de música. Las opciones personales se construyen desde la identidad, pero son más auténticas cuando se conocen en profundidad identidades antagónicas.  Me doy cuenta de que Sócrates tenía razón: cuanto más conozco  de alguna materia, más consciente soy de lo que me queda por conocer. Todos tenemos opinión sobre política, aunque paradójicamente, la mayoría reconoce que no le gusta hablar de política porque dice que no entiende, porque no está instruida. A esto habría que añadir el nivel de instrucción que proporcionan muchos medios de comunicación (especialmente “la vieja prensa”, la de papel), donde asistimos día a día a la publicación impune de falsedades, informaciones retorcidas, ausencia de noticias de escándalo, y un largo etc. que condicionan la opinión pública respecto de asuntos de interés general, donde hay importantes intereses particulares.

Un pueblo sin cultura… se puede manipular. Verdad verdadera. Y en España tenemos una larga tradición. A finales de 1807, Fernando, el ominoso hijo del rey Carlos IV, conspiró contra su padre con la ayuda de algunos nobles.  En aquella España miserable, caló honda la idea de que los males venían de Godoy, el primer ministro. El 17 de marzo de 1808, el motín de Aranjuez contra Godoy, inspirado por el indultado Fernando, supuso la abdicación de Carlos IV. Sobre el triste papel de la monarquía en aquellos días baste decir que el 2 de mayo el pueblo (no la nobleza, ni la monarquía) inició una guerra contra Napoleón. “Vivan las cadenas” decían los liberales en Cádiz al referirse a los absolutistas. Y no les faltaba razón: aclamado por el pueblo, llegó un rey absoluto y desleal, de triste memoria para todos, que no supo dar valor a la hazaña española ante sus aliados europeos, iniciando un periodo de decadencia y atraso con respecto al resto de naciones del que todavía hoy intentamos sacudirnos. Eso, es populismo.

Según un interesante estudio de 2015 sobre El nivel educativo de la población en España y sus  regiones (1960-2011), “En 1960, el 15% de la población adulta española no sabía leer ni escribir, el 94% no había ido más allá de la escuela primaria y menos de un 3% tenía algún tipo de formación superior. Medio siglo más tarde, el analfabetismo prácticamente había desaparecido, más de un 70% de la población tenía al menos algún tipo de educación secundaria y en torno a un 20% había accedido a la educación superior. Esta considerable mejora del nivel de formación se ha traducido en un incremento de casi el 110 % en el número medio de años de educación de la población adulta, que han aumentado de 4,70 a 9,79 durante el periodo de interés.” Por no mencionar – por no abusar de incisos – la relación entre el nivel de formación y cualificación profesional con el impacto en la economía o el empleo.

 

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Consideremos ahora el nivel de instrucción de nuestra población de mayor edad (ésa que en Reino Unido ha votado contra el Brexit, hipotecando el futuro de su población más joven) para valorar el grado de instrucción política de los españoles. Consideremos también el actual nivel de instrucción de las jóvenes generaciones, las mejor formadas de nuestra historia. Preguntémosles por el conocimiento adquirido en sus años de instrucción sobre historia de España, o sobre cualquier hecho relevante. O sobre el nivel de implicación en la vida social o cultural del país… Y empezaremos a tener respuestas sobre el nivel de instrucción previa de nuestra población. O si no, echémosle un vistazo al vergonzoso lugar que ocupa nuestra región con respecto al resto de España.

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El populismo encuentra su caldo de cultivo en una población inculta, perezosa para conocer datos, iletrada, que confía ciegamente en los mensajes que le llegan de sus líderes, o sus caciques. No cualquier tipo de mensaje: mensajes cortos, sencillos, falaces, nada de argumentación profunda o de enlazar con fuentes. No importa si son mentira tras mentira. Basta con decir cosas como “el enemigo del pueblo es el judío” para que se  estimule un profundo y agresivo sentimiento antisemita. Pero no pensemos que estamos a salvo hoy en día, o que  tiene patrimonio ideológico. Se acusa de populismo a los partidarios de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, cuando no menos populista podría considerarse la campaña en sentido contrario. Claro que nosotros damos crédito a “los nuestros”: los malos, son los del Brexit; los buenos, la Unión Europea – tampoco pensemos que ahora se trata de sus pueblos, que no pintamos nada: estoy refiriéndome a  las instituciones de la U.E., la que tanto proclama que vela por los derechos de sus ciudadanos… por encima de los bancos.

Populismo es decir que “España es el país miembro de la UE donde la economía crece más, y más empleo se crea”. Populismo es la ecuación “Populismo = Hugo Chávez en Venezuela = Iglesias y Errejón asesores de Chávez = financiación de Podemos desde Venezuela = caos en Venezuela = caos en España por culpa de Podemos”. Populismo es decir que “vamos a regenerar España de la corrupción”, para acto seguido apoyar mediante abstención al líder del primer partido imputado en nuestro país para ser nombrado presidente. Populismo es decir que “ya no hay izquierda ni derecha, sino arriba y abajo”. Populismo es hacernos creer que el PSOE sea la llave del cambio, cuando ni en campaña – ni siquiera hoy – han sido capaces de explicar su falta de acuerdo con las otras fuerzas, en especial de izquierda, de lo que se supone que es su seña de identidad (no en vano, el 7 de enero su Secretario General fue a Portugal, elogiando la alianza que gobierna el país). Populismo es hacernos creer que no tener ya un presidente es una catástrofe que hay que evitar “como sea”, porque generamos desconfianza en los inversores extranjeros, cuando lo que genera desconfianza es la gestión de un gobierno que además de incumplir sus promesas electorales, ha incumplido con los socios de la U.E., hasta el punto de abrirnos un expediente y estar pendientes a fecha de hoy de la cuantía de la multa… y tener como premio ser el partido más votado en los sitios donde más casos de corrupción ha habido.

“Yoo sooy españool, españool, español” (pongan de fondo una melodía popular rusa).

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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13 COMENTARIOS

  1. Y no nos tenemos que ir a nuestros mayores para hablar de analfabetismo. Nuestro Sistema educativo actual es pésimo. Hoy lo que hay es analfabetismo funcional generalizado.

    Hace unos años, en 2008, andábamos por encima del 30% de fracaso escolar, dato oficial reconocido. La realidad de nuestras aulas es mucho peor.
    Ya andaba yo escribiendo sobre el tema:
    http://ciudadanoenblanco.blogspot.com.es/2008/12/el-futuro-de-la-educacin-en-castilla-la.html

    Y todavía no habían llegado los recortes del PP, que lo empeoraron todavía más. Este horror era con el PSOE, y estaban muy satisfechos con ello.
    El mismo PSOE que está gobernando otra vez. No aprendemos.

    Es el gran problema de este país y de Castilla-La Mancha en particular. La Educación.
    Sin arreglar eso no se puede solucionar lo demás.

  2. Un artículo que debe ser leido.

    Seguramente el autor y yo mantenemos posturas ideológicas distintas, pero no desmerece su análisis.

    Yo destacaría del populismo varias características. El jugar con las emociones y el miedo de la población, el omitir información relevante, y el echar siempre la culpa de los desastres a otros.

    Si, efectivamente el PP juega a ello, y Podemos también.

    Fernando VII fue el peor monarca de la Historia contemporanea de España, abusó y engañó al pueblo español que defendió sus derechos frente a Napoleón y legitimó su dinastía a través de la tercera Constitución de Occidente, la de Cádiz. Vulneró la legalidad alterando el orden de sucesión sin que las Cortes lo ratificaran. Su hija Isabel II desencadenó una crisis tal que se proclamó la República. Todo el Estado apestaba a corrupción, la República originó un caos político (cantonalismo) y mucho desorden.

    Pero el populismo es un fenómeno democrático no decimonónico especialmente explotado por los totalitarismos del siglo XX.

    El populismo solo puede ser combatido contundentemente con realismo.

    Ni la UE es solo una comunidad de mercaderes (ha sido un factor de modernización y de fuente de jurisprudencia para impedir abusos de los Estados y Mercados sobre los europeos), ni el gasto en educación garantiza mayor calidad educativa.

    El populismo no acepta los matices, la realidad sí.

    Pero reitero, aunque no esté de acuerdo en el fondo con el autor, su análisis es interesante y abre un buen debate.

    Ciertamente el panorama es desalentador, pero la desconfianza del votante puede compensarlo y es cada vez mayor.

    • Gracias por su opinión.

      Hay un matiz, que me parece oportuno: el populismo es un fenómeno del siglo XX, desde que el sufragio es universal, no censitario, como en el siglo XIX. El poder de elegir cada 4 años lo tienen las masas populares, y es a éstas a las que hay que convencer. En apariencia, la sociedad ha cambiado mucho; pero en el fondo, creo que no tanto. Es verdad que el esfuerzo por estar en los niveles de los países de la OCDE ha sido importante, pero falta culturas (de todo tipo) a raudales.

      Recomiendo pinchar el enlace. Es un estudio que merece la pena, en mi humilide opinión.

      • Estoy de acuerdo contigo.

        El estudio del término masa popular, también merece la pena. En Rebelión de las Masas ya analizó Ortega el fenómeno.

        Nada más impersonal y bochornoso que seamos tratados como masa.

        Somos personas y cada una con sus ideas y sus defectos y cualidades, y sobretodo su dignidad.

        Ninguna ideología es merecedora de respeto si trata a las personas como masa. Tampoco religiones. Cada conciencia es única e inviolable.

    • Sr Fernández, ha dicho usted «Le Vangelio», que decimos los calorros. Negro sobre blanco lo que es el populismo, que está en las antípodas de lo que nos han hecho creer desde la caverna mediática española.

      Líderes egoístas, mediocres, arribistas, sin escrúpulos + falta de educación y necesidad de justificar todo, aunque sea de manera aterradoramente simplista. No hay más. Y lo vemos a un lado, al otro, arriba y abajo.

      Esta mañana, desayunando muertos con chocolate de Niza y Turquía he visto clarísimos ejemplos de populismo en la prensa digital y atropellada de todos sitios: sin una clara participación de Isis, los políticos franceses, sobre todo Lepenistas, ya claman por bombardeos en Siria e Irak, y su pueblo lo aplaude, aunque se les acabe la libertad y la posibilidad de juntarse más de dos en la calle por miedo al próximo atentado en suelo galo. Los turcos han desmontado el golpe contra Erdogán en las redes sociales, y están orgullosísimos de seguir como estaban (La UE también, que casi se acaba el chollo de la nevera para refugiados sirios), aunque sean una dictadura en toda regla y Erdogán no haya dicho nada contra Isis aún, o se cepille a los Kurdos como si fueran mosquitos de verano.

      Sin embargo, los que han hablado claro en las redes (gente con formación y sentido común) han sido tachados de todo, injuriados, masacrados digitalmente por decir verdades como las que usted ha plasmado bit negro sobre bit blanco aquí.

      Ahora, todos a ver fotos e imágenes de turcos muertos, total no hablan francés…desolador. Y, luego a ver un Erdogán crecido, autócrata y vengativo al que aclamarán sus súbditos (que no ciudadanos) en las calles de Estambul, tras la versión turca del «¡¡Se sienten coño!!»…que todo esto también es caldo de populismo mantenido y aupado por nuestra UE.

      • Haciendo honor a la verdad, acabo de leer que hoy el Estado Islámico ha reivindicado el atentado. Por lo tanto, retiro lo escrito y, por supuesto, condena absoluta.

  3. Los viejos e iletrados votan al PP. Los jóvenes e instruidos votan a PODEMOS. Sirva el mismo criterio para explicar el resultado del Brexit. No sé si el articulista se da cuenta del desprecio que constituye su irracional conclusión hacia las personas de mayor edad. Si los mayores hubieran optado por votar a PODEMOS, ¿seguiría afirmando lo mismo el articulista? Lo dudo. Todo se tornaría en un elogio hacia la sabiduría fruto de la experiencia.

    En cuanto a su crítica a la educación en España, le recuerdo que su deterioro comienza con los gobiernos socialistas; las leyes de educación que han condenado a la ignorancia a millones de jóvenes han sido socialistas. Y ello porque la izquierda entiende la educación no como conformadora de espíritus críticos, sino como herramienta de adoctrinamiento. Es la izquierda la que los prefiere incultos e ignorantes; así son más fácilmente manipulables. El problema viene cuando la experiencia, producto de los años, te enseña a discernir la verdad de la mentira.

    • Claro, Wert, Rajoy, Aguirre, Pilar del Castillo (Dejo a Méndez aparte) fueron gente que dejó su impronta en la educación española, que pasará a los anales de la historia por habernos puesto al frente de la educación Europea.

      Y que luego me tenga que leer que soy un sectario…tiene narices…

      No hay más que leer los mensajes de la prensa de derechas o escuchar las soflamas desde la tele y la radio cavernícola para averiguar quién hace adoctrinamiento «sin pelos en la lengua». Quién hace populismo a raudales, mientras convierte la dialéctica en una cuestión de fe contra la que hay que lanzar hasta el último misil, caiga quien caiga, como hemos visto en MCR hasta que alguno hemos decidido ir a beber a otras fuentes con agua más fresca.

      Mira, la «experiencia» es un grado en aquellos que han sido excelentes en su vida y su trabajo. Lo que ocurre es que es «harto complicado» encontrar excelentes en la cueva de Alí Babá genovesa (y en la de Ferráz). Por poner ejemplos actuales ¿Alguien ve algo de excelencia en Rosa Romero, Quintanilla, Martín Toledano, Isabel Rodríguez, Barreda….¿Estos son la representación de la excelencia y la moderación que va a salvar a España de la hidra sociéticovenezolana? Por favor, decidme en qué han sido excelentes, a ver si es que yo vivo en otro mundo y no lo capto.

      Basta ya de disparar con obús. Basta de radicalidades. Basta ya de o tú o yo. Algo habrá de bueno en la socialdemocracia. Sobre todo para los que sois mileuristas o menos.

    • Estimado amigo, le ruego que haga otra lectura. Yo no identifico los perfiles de votantes por edades o formación. No digo que los listos son los de Podemos, y los tontos los del PP. Simplemente intento establecer una relación entre la falta de cultura de la población y el calado de los mensajes populistas de todo tipo. Si hubiera sido otra mi intención, además de decirlo con claridad, hubiera aprovechado los datos por comunidades para hacer un análisis. Lo de la gente mayor que ha votado por el Brexit… Simplemente me he hecho eco de un dato que se ha repetido mucho (no sé si es cierto o no, pero ya que se le ha dado verosimilitud, he traído ese dato a nuestro país).

      No obstante, ya que lo menciona, hay dos hechos indiscutibles: Castilla-La Mancha es una región esencialmente bipartidista, y el nivel de formación es el 1º o 2º (según décadas) más bajo del país.

      De todos modos, el tema del impacto de las reformas educativas en el nivel cultural de la población es un tema que da para mucho. Y en todos los casos, hay luces y sombras que merece la pena valorar.

  4. No es que haya más populismo, lo que sucede es que por primera vez en mucho tiempo cada cual tiene derecho a tener el suyo. Populismo era decir que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió ( algún iluminado del PSOE ). Populismo era afirmar que España iba bien ( Aznar). Populista es, en fin, todo aquel que señala a otros que no son los suyos como populistas.

  5. Defender la necesidad de realizar reformas (absolutamente necesarias) y a la vez garantizar estabilidad en la unidad nacional de España y en su sostenibilidad financera (no disparar el déficit), no es populista, es realista.

    No se puede decir a los españoles solo lo que quieren escuchar, ya no se lo creen.

    El Estado no puede gastar sin limite, y los referendum acaban como el rosario de la aurora (Reino Unido).

    Europa tiene a los terroristas dentro y hay que plantarle cara con dureza.

    En tiempos de desolación no se puede hacer mudanza (San Ignacio de Loyola).

    Los errores de la Historia no pueden volver a repetirse.

  6. El PP gano las elecciones, le tpca a él formar gobierno, populismo es llevar eso al extremo de que los demas tienen que darle un cheque en blanco.

    La voluntad politica de los españoles es plural, las cosas no pueden quedar como están (hay que reformar) ni el Estado debe desintegrarse (hay que conservar lo que funciona).

    Los españoles han votado bien, y otras elecciones solo pondrian de manifiesto la incapacidad de Rajoy y el oportunismo de los demás, igual de incapaces.

    El problema es de «elites» que no saben interpretar los signos de los tiempos.

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