Crónica de un viaje a la tierra de Donald Trump

Marcelino“USA cada vez peor ¡Qué decadencia! Si no lo veo no lo creo. Es increíble. Recuerdo mi primera visita al país apenas con dieciséis años; cualquier parecido es pura coincidencia. Está mucho peor que la última vez que vine, cinco años atrás”
Así comienza el relato que a través de mensajes de móvil he ido recibiendo de Elena, una amiga de viaje por EE.UU. Estará tres meses para escribir una crónica sobre la tierra del nuevo presidente. Se pagará la estancia dando clases de español y cuidando niños.

Se ha puesto de moda hablar y escribir sobre el peligro del populismo de Trump y el riesgo de que Europa se contagie -en concreto, Francia- a través del Frente Nacional de J.M. Le Pen.

A algunos de los opinadores tengo el gusto de conocerlos. Me parecen personas cabales y con la cabeza bien amueblada, sin embargo no dejan de sorprenderme. Llama la atención que individuos conscientes del papel desinformador que juegan los medios mayoritarios repitan, sin reparo, las mismas etiquetas enjaretadas por ellos.

-¿Sabías que durante los dos mandatos de Obama los demandantes de cupones de alimentos aumentaron en 12 millones, pasando de 32 a casi 44?

-Sí, sí lo sabía –respondí a Elena. Consecuencia de los empleos basura. Los que no deben saber nada son los que hablan a tontas y a locas.

-No me digas eso precisamente tú; por propia experiencia conoces perfectamente por qué dicen lo que dicen –me respondió.

Hay que diferenciar entre aquellos que escriben “bajo inspiración” y quienes lo hacen a su rebufo. Lo primero es corrupción pura y dura. Lo segundo de dudosa ética, pero tiene sus ventajas: Nadie cuestionará a quien se adhiera a la opinión mayoritaria siguiendo el lapidario axioma del “todo el mundo sabe………”: Por ejemplo, todo el mundo sabe que Trump es un peligro para la humanidad al igual que Putin; por tanto, aunque hicieran cosas benefactoras se las negarán contra viento y marea, ya que será fruto de una estrategia “oscura” e “insana” o pura casualidad, puesto que “todo el mundo sabe… etc. etc.”

Hablan y escriben a la ligera, pero lo hacen. Si se les preguntara algo sobre Trump o la dirigente “ultraderechista” francesa, suplirían la falta de conocimiento propio repitiendo como loros lo reflejado en los susodichos medios.

Los que opinan “bajo inspiración” son incorregibles. Hay demasiadas prebendas en juego. Pero, ¿y los otros? ¿Por qué actúan como una caja de resonancia haciendo piña con quienes son receptores de favores? ¿Irresponsabilidad, dejadez, comodidad, buscando medrar….? Sea como fuere, son cómplices del falseamiento general a la opinión pública.

En “la teoría de la democracia” Giovani Sartori expone con toda crudeza que el mundo construido por Orwell es una pesadilla pero no un imposible, puesto que el sistema totalitario unicéntrico de creación de opinión es ya una realidad plena. El propio Sartori al hablarnos de cómo se forma la opinión pública nos alerta de que las opiniones individuales son ciegas y débiles por la influencia de la televisión. Vivimos en un mundo lleno de persuasores ideológicos donde lo que importa es “la causa” no la verdad.

En “la rebelión de las masas”, Ortega y Gasset, señala cómo en la sociedad de masas ya no existe el concepto de personas unidas en grupo, en comunión unas con otras. En esa sociedad las nociones de persona y público quedan anuladas, y con ello la posibilidad de una auténtica opinión pública.

En estas circunstancias, los que tenemos la posibilidad de opinar en un medio de comunicación deberíamos ser muy cuidadosos, ya que estamos sometidos a los mismos riesgos de persuasión y anulación personal mencionados por Sartori y Ortega. Pienso que nuestra escritura debe ser subversiva -en el sentido literal de trastornar o alterar algo- en este caso las conciencias de quienes nos hacen el honor de leernos. Por ello, tenemos la obligación moral de hacer un esfuerzo para salir de la cárcel mental en la que nos pretenden aprisionar –como a todos- y liberarnos con el fin de transformarnos en exploradores de la verdad. Debemos tratar de aportar algo de luz, de lo contrario ¿merece la pena escribir sin lucidez?

¿Entonces…?

Propongo tejer una red de complicidad entre lectores y escribientes, ambos rebeldes, basada más en la búsqueda de la Verdad que en la defensa de “la causa” de cada uno. Nos guste, o no, los rebeldes somos pocos. No importa si para andar unos prefieren la pierna izquierda y otros la derecha. O tomamos conciencia de la necesidad de una alianza subversiva en favor de la Verdad o, a la postre, acabaremos todos caminando como unos pobres cojos descansando, a ratos, en un banco de la plaza Mayor, viendo la realidad construida por una camarilla oscura, ajena a los ideales humanos del común de los mortales, pero que con su diabólica astucia nos convencieron de que caminar con una sola pierna era la mejor forma de avanzar por la vida.

Imaginemos por un momento nuestra ciudad con sus vecinos yendo de un lado a otro de esta guisa ¿Qué dirían unos extraterrestres? Vámonos de aquí. Ahí abajo están locos de atar. Eso es lo que a veces somos: una panda de tarados haciendo el caldo gordo a diferentes marcas de un mismo producto genuino distribuido en los supermercados de una democracia inducida.

-¡Cómo hemos podido ser tan estúpidos! Nos diremos, quizá, cuando ya no tenga remedio, si para entonces hemos dejado de darnos estacazos con el bastón que utilicemos para suplir la pierna faltante.

Elena vuelve a escribirme:

“Es como si fuera el final de los tiempos en la ciudad donde estoy. La zona residencial del extrarradio bien, normal, sin embargo, el centro es la imagen de la decadencia de la civilización, como el vídeo de un “thriller”. Está lleno de pobres. Nunca había visto nada igual. Dementes. La locura que da la indigencia. Te juro que impresiona. Mugriento, viejo, como de los años 70, sin mantenimiento. Así el metro, los autobuses, los comercios…¡Increíble! La grandeza de las formas de ciertas casas y edificios  aún pervive pero con el maquillaje por los suelos. Sobre todo la gente ¡Veo mal a tanta gente…!”

“A pesar de todo, se muestran amables y educados; muy habladores en todas partes. Si les cuentas que has tenido algún problema, se identifican y enseguida tratan de ayudarte. Europa les sigue llamando la atención. En este viaje, tengo la impresión de que son menos incultos que en los anteriores; al menos de momento”.

“La ciudad está “sucísima”, y te juro…, no se trata de un indigente ni de dos ni de 50…¡Son cientos y cientos! ¡Con un olor…! Tuve que bajarme del autobús porque apestaba”

¿Alguien en su sano juicio hubiera seguido votando a quienes han sido responsables de semejante desaguisado en el país estandarte del imperio angloestadounidense?

Mientras tanto, los “pijoprogres” de Europa seguirán pontificando sobre lo que es o deja de ser el populismo, y etiquetando a quienes mejor les parezca sin una mínima reflexión ¿Tanto cuesta que se percaten de que al actuar así no hacen otra cosa que repetir las consignas de los grandes medios de desinformación? Se me olvidaba: Una de las características de esta posmodernidad es el narcisismo, y estos sabelotodo no dan su brazo a torcer con facilidad.

Es necesario aliviar la carga emocional de las opiniones políticas en favor de la razón. La adhesión irreflexiva a cualquier postulado, venga de donde venga, tiene un único beneficiario: el grupo de ilusionistas encargados de adocenar nuestra forma de ver las cosas. Tratemos de “dar a cada uno lo suyo”, como nos vino a decir Ulpiano en su definición de la Justicia, pero con pruebas basadas en hechos (y éstos se irán produciendo a lo largo del tiempo) no con opiniones mayoritarias dirigidas.

Unámonos los rebeldes en busca de la verdad y utilicemos las dos piernas. La única forma que el ser humano conoce para caminar bien.

NOTA: La ciudad de la que habla Elena es San Francisco; donde se encontraba el pasado viernes, diez de los corrientes. La conversación y descripción son reales. Lo único ficticio es su nombre.

El último de los mensajes lo he recibido desde la peliculera Lombard St., oteando al Golden Gate envuelto en una espesa bruma.

GUIÑO MUSICAL: Os enlazo a una bella pieza del compositor argentino Astor Piazzola. Se titula Oblivion (Olvido); para recordarnos la situación en que hemos caído y de la cual debemos resurgir con energía y determinación a través del arte y la ciencia, buscando verdad y belleza en pos del bien común. Como seres humanos somos portadores del mejor don para conseguirlo: ¡¡La Creatividad!! Sólo depende de nosotros.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com

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21 COMENTARIOS

  1. Es un gusto leerle, toca un tema nuclear como la formación de la opinión, y señala el único sentido y fin posibles de nuestros actos, el bien del ser humano y su destacada dignidad.

    Cuente conmigo, es usted un humanista. Da gusto pensar con usted.

  2. Me quedo con una frase lapidaria:

    Vivimos en un mundo lleno de persuasores ideológicos donde lo que importa es “la causa” no la verdad.

    Eso ha sido el pre-Vistalegre 2 y eso va a ser el post-Vistalegre 2

    Mal tiempo para cerebros como el de Errejón. Ahora hachas de guerra, coletas que se dejan al viento y memes. Así no se asaltan los cielos. Así solo se hacen revoluciones de fuego, humo y polvo que no dejan nada.

    Así se le pone sillón de oro a nuestro Rey Sol coronado en Madrid este fin de semana para que siga sin hacer nada los próximos 8 años.

    Y, hablando del artículo. Hice un viaje iniciático a EEUU recién finalizada la carrera, y las colas en los comedores sociales de las ciudades que visité eran espectaculares. Lo que me contaron de la sanidad, también era demoledor y más cosas que mencionas. En cuanto a la forma de vida, sobre todo en el sur, dejaba mucho que desear para gente que dice que vive en democracia (Texas era de miedo).

    Cuando vine al terruño y comenté esto, me tacharon de mentiroso…en fin… algunos siguen creyendo en la América que cantaba Nino Bravo…otros, vimos la cara del liberalismo feroz, del racismo (tanto directo como indirecto) y de la polarización social.

  3. Excelente la música, dignamente acompañada de las letras.
    Aire fresco, humanidad, un poquito de subversión para salir de este 1984 que no para de crecer y aun no se ve el final del túnel.
    Cuando uno se ciega con la noche, se pierde el día o viceversa; y no se puede vivir solo uno de los dos.
    Todo por la causa, ¿que causa?, ¿la persona?

  4. Gracias por incluir en el artículo tan maravillosa pieza musical. Como ya sabemos, Astor Piazzolla ha sido siempre un músico incomprendido por los ortodoxos del tango. Esta obra la compuso durante su estancia en EE.UU., en los años 80, cuando vendía su música para vivir. Excelente la violinista internacional Sra. Steinbacher y magnífico acompañamiento de la Orquesta de Cámara alemana WKO. Por cierto, hay que agradecer la acertada selección de la obra musical ya que la composición está en la tonalidad de Do menor, una tonalidad que suscita y transmite emociones de tristeza, oscuridad, anhelos y suspiros.

  5. Cambiando de tema, el «Tío Sam» ya no es lo que era.
    Puede haber cierta similitud entre la caída del Imperio Romano y la situación actual de los EE.UU.
    Los «Padres Fundadores» de EE.UU. eran muy conscientes de la historia de Roma. Por eso hay un Capitolio y un Senado en Washington.
    Establecieron la separación de poderes y controles para evitar el peligro de que uno de ellos se convirtiera en un César.
    El colapso del Imperio Romano es como una especie de «memento mori» para Occidente ya que anticipa que los Imperios ascienden y también caen. Esta sombra persigue a EE.UU: la suposición de que el destino de Roma será el suyo.
    Lo que Trump está haciendo es increíblemente amenazador para la integridad de la democracia estadounidense.
    Confiemos en que el sistema y el respeto a la democracia y a la Constitución no permitan que se convierta en una especie de César.
    Creo que la socialdemocracia es la única opción política verdaderamente democrática y moralmente humanista para Europa y para el mundo occidental.
    Como decía el psicólogo social Erich Fromm, «la creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas»…

    • Eso lo dijo porque no conoció las últimas vanguardias y tampoco escuchó a nadie decir que la violencia doméstica y la pederastia son engendradas por la tradición de San Valentín y por la familia tradicional.

      Por favor, Erich Fromm era un intelectual serio, crítico con la tradición judeocristiana, pero aun más con la modernidad.

      La cita en el contexto del personaje y no al revés.

  6. Pese a las impresiones, que impregnan de sensacionalismo las noticias sobre USA, yo admiro la democracia estadounidense.

    Creo que Trump sabe bien que gobernar los Estados Unidos de América no equivale a gobernar sus empresas.

    La separación de poderes funciona, y los jueces suspenden la aplicación de sus decretos antiinmigracion.

    En Europa, con esa superioridad con la que miramos a los USA, no creo que la separación de poderes se aplique con tanta naturalidad como allí.

    Aquí tenemos jueces profesionales, allí los federales son políticos. Aquí la carrera profesional de un juez se supedita al acuerdo de un órgano politizado, el Consejo General del Poder Judicial. Allí el cargo es vitalicio, con lo que se la sopla quien gobierne.

    Montesquieu subrayaba la importancia de la separación de poderes, conocedor como era de la naturaleza humana. En EEUU acertaron implantando su modelo original.

    Europa escogió a Rousseau, el vehemente. Y su contrato social, y acabamos viendo a todos igual y con tendencias autoritarias que se confirman pues los mecanismos de control son ineficientes. Tiene que auxiliarnos la Justicia comunitaria (cláusulas suelo).

    EEUU puede presumir ante la sobrada Europa, que nunca padeció un régimen autoritario.

    Los medios de comunicación no tienen la influencia ni la capacidad de dirigir la voluntad política de los electores qur creían, y aunque sea votando a Trump, eso también me gusta.

    La formación de la opinión pública es plural, personal y rebelde.

  7. Que pena ver en el machismo de Donal T.un reflejo mas del tipo de hombre que no respeta a nadie ni siquiera a su mujer. Y pesar que algun dia los amamos por quienes eran.

  8. Muy buen artículo y maravillosa música. Enhorabuena por combinación.
    ¡Qué difícil es salir de la red de los grandes medios! Seguramente porque no somos conscientes de lo presos que nos tienen. No sé lo que acabará siendo de Trump. Lo indudable es que desde el primer día da la impresión de querer acabar con su mandato, y eso, aparte de ser inaceptable democraticamente, resulta tan ilógico que es difícil no sospechar. Qué se estará cociendo entre bambalinas……..

  9. Efectivamente ninguna ideología permite caminar bien, pues está coja.
    No han hecho otra cosa que fracturar la mente y el corazón de las personas.

  10. No sé, no estoy en absoluto de acuerdo Francisco de Goya. Es (y no te califico de ello, no te sientas aludido) la postura-respuesta de los fascistas cuando dicen que la democracia se debe sustituir por la tecnocracia.

    Las ideologías, como el fútbol no se hacen para dividir. Son las personas radicales, infumables, asociales o vete tú a saber las que convierten las ideologías en frentes. La ideología modela tu forma de pensar y, por supuesto, como es mi caso la progresista donde el respeto a lo público, a lo laico, a lo de todos, debe ser lo más «sagrado».

    Solo hay una cosa que debemos combatir sin piedad, y es que el fascismo que hay en Europa, se cuele en España. Bastante tuvimos ya, y como podemos ver, nos queda muy cerca y vivo.

    Mi ideología socialdemócrata no me impide tener amigos conservadores con los que no estoy en absoluto de acuerdo, pero les respeto porque son gente trabajadora y honrada que, como yo, no vive de la política, sino de su trabajo.

    Y, me podrás creer o no, pero ni corazón ni mente fracturados. Es lo que tiene no vivir en los extremos. Por mucho que me puedan acusar de ello.

    • Todos los dictadores, ya se definan de derechas o izquierdas, no son sino unos manipuladores de la ideología. No hay ideología, o no hay otra ideología en las dictaduras que la alabanza al líder y la eliminación de los que defienden las verdaderas ideologías.

  11. Soy firme defensor de la tecnocracia cuando se trata de aplicar leyes bien hechas y justas. Los técnicos son los únicos que comprometiendo su trabajo y patrimonio porque así lo establece la ley pueden aplicar en condiciones de igualdad ante la ley, esta misma ley.

    La democracia hace las leyes, y los técnicos las aplican como es esperado por los ciudadanos. Se llama Estado de Derecho, y me permite que nadie esté por encima de la Ley.

    Así que es falso que los tecnócratas sean fascistas, precisamente es una garantía para un Estado democrático que haya profesionales y no políticos que apliquen las leyes.

    • Las ideas quedan en nada si se las compara con la realidad y el sentido común.

      Ajustar la realidad plural y espontánea a las ideas es una expresión totalitaria.

      Es central para la convivencia y el libre desarrollo de las personas garantizar tanto el ejercicio de libertades como poner límites a sus abusos. El reconocimiento de derechos es parejo a la exigencia de responsabilidades.

      Esa es la antropología respetuosa con la naturaleza humana.

      Las ideologías forman parte como la religión de la conciencia de las personas, pero jamás pueden ser una causa para imponerse socialmente. Pues transgreden el orden natural de libre desarrollo de la personalidad, indispensable para gozar de un orden social justo y de paz social.

      Prueba de lo que pasa cuando una ideología pretende imponerse desde el Estado es nuestro siglo XX.

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