Ciudad Real: La última Resurrección

Aunque el año pasado se anunció que la del Domingo de Resurrección sería la última procesión para el Jesús del escultor ciudadrealeño Joaquín García-Donaire, la imagen ha podido disfrutarse una Semana Santa más. El presidente de la Asociación de Cofradías ha confirmado que para el 2020 habrá una nueva talla, que llegará a Ciudad Real el próximo otoño.

Francisco José  Turrillo ha lamentado que se hayan suspendido un gran número de procesiones esta Semana Santa y que algunas otras que sí pudieron salir quedaran “deslucidas” por el mal tiempo. Para esta última estación de penitencia, en la que han desfilado todas las hermandades, también había cierto riesgo meteorológico, por lo que se han llevado plásticos para cubrir las imágenes en caso de ser necesario. La Hermandad de Jesús Caído ha sido la encargada de portar los pasos.

El Resucitado de García-Donaire, tallado en madera de cedro en el Vaticano, ha procesionado solo en el paso, sin los cuatro soldados romanos vencidos por el pánico que completan el conjunto. La escultura, muy alejada de la imaginería barroca hegemónica en la capital, no ha sido comprendida por algunos los vecinos y devotos.

El misterio fue tallado entre 1958 y 1962, y procesiona sobre un  paso de estilo modernista del tallista Francisco Ortega (2008). Por su parte, la Virgen de la Alegría es obra del sevillano Jesús Méndez Lastrucci (2007) y procesiona sobre un paso y peana de orfebrería de Orovio de Torralba (2007). No se trata de una hermandad, sino que depende de la Asociación de Cofradías de Samana Santa de Ciudad Real.

El acompañamiento de musical ha corrido a cargo de la Banda de tambores del Ecce Homo en la cruz de guía; la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Prado-La Pasión en el paso de Jesús Resucitado; y la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real cerrando el desfile procesional.

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12 COMENTARIOS

  1. Esta ciudad de nuestras desdichas es así de convencional y paleta, la única imagen que aportaba originalidad a nuestra Semana Santa, la retiran de la circulación.
    Viva el neobarroco cursi y blandengue de posguerra!
    Padre perdonalos que no saben lo que hacen.

    • Independientemente de los gustos de la gente, el verdadero motivo por el que se cambia la imagen es porque la actual está bastante dañada (de ahí que tampoco hayan salido los soldados romanos en esta ocasión).

    • Tiene gracia de califiques como de posguerra las imágenes de nuestra Semana Santa. Si tuvieses algún criterio artístico verías las similitudes de este Resucitado con la cartelería propagandística de la guerra civil. Para paleto tú.

  2. El mal gusto del neobarroquismo imperante se ha cargado el espiritu de Donaire.. un error que censurarán los siglos venideros…

    • Llevaos la de Donaire a vuestra casa que es una talla que mueve grandes devociones. Muy del gusto de los cánones post Concilio Vaticano II.

  3. Ya lo dije en alguna ocasión, estéticamente esta talla del Resucitado es un «fake» de lo que pudo ser en realidad – para creyentes, la Resurrección. ¿Cómo es posible que un hombre tras sufrir lo que sufrió salga así de atlético?
    Para mi, la mejor talla, estéticamente hablando sigue siendo la de la Santa Cena.
    Pero es mi opinión…

    • Bueno, a mí me encanta la escultura. Si no la queréis, donadla a un museo. Y por cierto, me recuerda bastante al Pantokrator (Dios en Majestad, creo que decían los curas) y con el brazo levantado en «noli me tangere».

  4. Si tuvieran que pagar ellos y ellas las imágenes de su bolsillo y solo con una buena cuota de herman@, verás como no se planteaban cambiar de imágenes porque a uno o una no le guste ya, menos subvenciones para malgastarlas es lo que necesitan y que lo paguen ell@s, que van a ver que paso es el más caro

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