Volcanes y aldeas neolíticas: el Museo de Alicante publica un estudio sobre los primeros asentamientos estables del sur de Castilla-La Mancha

El Campo de Calatrava era una zona volcánica activa desde la era Terciaria. En esta zona de la provincia de Ciudad Real los gases magmáticos han aflorado a la superficie durante milenios.

Recurrentemente sucedían destructivas erupciones hidromagmáticas y piroclásticas de gran impacto y magnitud. El volcán de Columba, situado en la margen izquierda del río Jabalón y con 100 m de altura sobre el entorno circundante, todavía emitía potentes oleadas piroclásticas desde su cráter cimero a mediados del IV Milenio, en tiempos neolíticos. Probablemente esa es una de las causas por las que no existen muchos datos sobre las primeras aldeas neolíticas al sur de la Meseta. En ese contexto, un grupo pionero se instaló en Villamayor de Calatrava, construyendo las primeras chozas estables y enterrando cerca de sus muertos durante el Neolítico inicial. Allí están los primeros testimonios de agricultores y pastores sedentarios en la provincia de Ciudad Real. Los primeros productores de alimentos de la región prefirieron instalar sus asentamientos en las vegas fértiles de los ríos alejadas de los volcanes activos. A partir del Neolítico final la remisión de la actividad volcánica fue pareja a una mayor ocupación del territorio. En ese momento se produjeron enterramientos múltiples en un abrigo rocoso utilizado como cámara sepulcral en el Cerro Ortega de Villanueva de la Fuente. El Ayuntamiento de la localidad, siendo Alcalde Juan Ángel Amador Fresneda, decidió comenzar a finales del siglo XX los estudios sobre este excepcional yacimiento arqueológico.

Bajo la coordinación del profesor Luis Benítez de Lugo (Universidad Autónoma de Madrid) un amplio equipo interdisciplinar acaba de dar a conocer los resultados de un estudio sobre los primeros habitantes sedentarios del sur de Castilla-La Mancha. La investigación ha sido publicada en el número 10 de la revista MARQ. Arqueología y Museos, editada por el Museo de Alicante. Esta institución consiguió en 2004 el premio al Mejor Museo Europeo, galardón anual que reconoce a los museos que han realizado avances e innovaciones museísticas de relevancia internacional. Al año siguiente, en 2005, el museo comenzó a publicar la revista ‘MARQ. Arqueología y Museos’. Se trata de una revista científica periódica de carácter anual, destinada a la difusión de contenidos científicos relevantes en el ámbito internacional relacionados con la Arqueología, Museografía y Museología. Para seleccionar sus contenidos la revista utiliza un sistema de doble ciego para la evaluación de los originales, que se realiza por al menos dos evaluadores externos. Cada ejemplar puede adquirirse al precio de 18€ a través de la página web del museo.

Para conocer más sobre el estudio ahora publicado: “Cerro Ortega (Villanueva de la Fuente, Ciudad Real): un abrigo sepulcral con inhumación múltiple durante la transición Neolítico-Calcolítico al sur de la Meseta”. Marq. Arqueología y museos nº 10: 11-24.

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