Arranca una nueva campaña arqueológica en Castillejo del Bonete con el objetivo de investigar la fauna del yacimiento

La campaña de investigaciones arqueológicas en Castillejo del Bonete, el lugar sagrado de la Cultura de las Motillas de Terrinches (Ciudad Real), ha comenzado esta semana. Durante dos meses un equipo formado por cinco peones y dos técnicos avanzará en el conocimiento científico de la cueva sagrada de la Edad del Bronce, especialmente en el campo de la fauna.

Las nuevas excavaciones serán una oportunidad para progresar en la información que sobre el yacimiento pueda aportar la riqueza de restos faunísticos, tanto de pequeños como de grandes animales, especialmente mamíferos, que se ha ido recuperando en campañas anteriores después de abordar en anualidades anteriores estudios arqueoastronómicos, ceramológicos, hidrogeológicos, arqueometalúrgicos o antropológicos.

Además, esta campaña es también una oportunidad para el empleo para 10 jóvenes de Terrinches. “En esta ocasión hemos querido dinamizar el empleo juvenil, un sector con dificultades en nuestra localidad, y hemos contratado a 10 personas (en dos grupos de cinco) para que trabajen este verano en Castillejo del Bonete. El yacimiento arqueológico nos está ayudando a generar nuevas oportunidades de empleo en el pueblo”, afirma la alcaldesa, Ana Isabel García Jiménez.

García Jiménez agradece también a la Junta de Comunidades su apoyo continuado desde 2014, económicamente y con la declaración del yacimiento como Bien de Interés Cultural, así como el respaldo financiero de E2IN2, empresa dedicada a promover la innovación y el emprendimiento, con la que el Ayuntamiento mantiene un convenio de colaboración.

E2IN2 es una empresa que nació en 2015 para apoyar proyectos que generen alto valor añadido económico y social. Apoya proyectos especiales, singulares, de futuro. E2IN2, además, desarrolla soluciones tecnológicas para organizaciones, como AKIHI y está construyendo CIVIE, la herramienta del progreso. También impulsa iniciativas como el International Young Talent Seminar y el Acto Homenaje a Empresarios Ejemplares.

El presupuesto total de este año es de 32.220 euros. Financian la Junta de Comunidades (20.220 euros), el Ayuntamiento de Terrinches (6.000) y la empresa privada E2IN2 (6.000).

Un yacimiento rico en fauna

Castillejo del Bonete es un yacimiento con una gran riqueza faunística tal y como recuerda el profesor Luis Benítez de Lugo (Universidad Complutense de Madrid), arqueólogo y director de las excavaciones arqueológicas: “Tras años de intervenciones, se ha hecho evidente la riqueza del yacimiento en restos de fauna, incluyendo tanto huesos de pequeños animales (ranas, sapos, culebras, lagartos, roedores, musarañas y topillos) como otros de mayor tamaño (ovejas, cabras, cerdos, perros, tejones, entre otros)».

Los estudios preliminares realizados hasta ahora sobre los microvertebrados de Castillejo del Bonete se han centrado en los micromamíferos y han sido publicados en la prestigiosa revista Quaternary Science Reviews, que cuenta con un elevado índice de impacto científico. “Estos estudios han demostrado ya que Castillejo del Bonete constituye el yacimiento con mayor riqueza y diversidad de micromamíferos del Holoceno de la Península ibérica. Asimismo, la presencia en fechas relativamente antiguas del ratón moruno Mus spretus en el yacimiento ha sido interpretada como evidencia de la existencia de rutas de navegación entre el norte de África y el sur de Europa hace más de 3500 años, que fueron aprovechadas por este roedor para salvar la barrera biogeográfica que suponía el Mediterráneo como factor limitante de su área de distribución”, explica Benítez de Lugo.

Estos pequeños vertebrados (microvertebrados) que se encuentran en los yacimientos arqueo-paleontológicos se recuperan, según explica César Laplana, paleontólogo responsable del estudio de la microfauna de Castillejo del Bonete, a partir del lavado del sedimento (toneladas en algunos casos) para separar la arcilla de los restos óseos y cantos de pequeño tamaño. “Tras al lavado, se realiza el triado; un trabajo arduo de separación del material identificable (dientes y huesos de microvertebrados) con unas pinzas a simple vista o con la ayuda de lupas binoculares en el caso de los restos de menor tamaño. De esta forma, el material queda listo para su posterior estudio», explica.

Con respecto a los grandes mamíferos, la Dra. Ángeles Galindo-Pellicena recuerda que en la estructura tumular fueron recuperados mayoritariamente restos de animales domésticos, como ovejas, cerdos, perros, que fueron estudiados solo en parte, y cuya investigación preliminar se publicó en la revista Cuaderno de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid. “En la actualidad, la mayor parte de los restos de grandes mamíferos recuperados están sin estudiar y son imprescindibles para inferir el modo de vida de los habitantes de la zona y el uso de sus animales en los diferentes contextos que se localizan en el yacimiento. En esta campaña proponemos avanzar en ese sentido», señala.

En el equipo de trabajo se han integrado y desplazado al campo Raquel Blázquez, doctoranda especialista en carnívoros, y el Dr. Josep Bisbal-Chinesta, experto en paleoherpetología.

Sobre Castillejo del Bonete

Castillejo del Bonete, en la comarca del Campo de Montiel, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2014 y cuenta con financiación a través de la línea de ayudas a proyectos de investigación competitivos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Es un santuario solar compuesto por varios túmulos conectados entre sí mediante corredores. Todo el complejo monumental fue edificado sobre una cueva natural utilizada como sepulcro, que consta de varias galerías. La cueva, que ha permanecido sellada desde la Prehistoria hasta su descubrimiento en 2003, está acondicionada mediante construcciones funerarias diversas. También cuenta con arte rupestre esquemático, ídolos y estelas sepulcrales procedentes de lugares lejanos depositados en su interior. Tanto su interior como los túmulos exteriores fueron empleados recurrentemente durante más de cinco siglos para enterrar personas, depositar objetos y realizar ritos de comensalidad.

Su origen data de la época del Bronce de La Mancha, la denominación historiográfica genérica de la subdivisión espacial y temporal de la Prehistoria en la península ibérica también conocida como Cultura de las Motillas. Grupos humanos sedentarios, que basaban su sustento en la ganadería y la agricultura, ocuparon el territorio actualmente conocido como La Mancha (gran parte de la provincia de Ciudad Real, prácticamente toda la de Albacete y parte de las de Toledo y Cuenca) a partir del Calcolítico, constituyendo uno de los sustratos indígenas que dio origen a la cultura íbera.

Los resultados de su estudio han sido publicados en revistas científicas nacionales e internacionales, incluida la prestigiosa ‘Science’.

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