Black legend matters

Un policía norteamericano presiona con su rodilla el cuello de un detenido de raza negra, y lo mata.Es “la gota que colma el vaso”: el movimiento Black lives matter (las vidas de los negros importan) surge en 2013, pero a raíz de dicho crimen ha aumentado su visibilidad con una ola de protestas violentas de una gran parte de la sociedad norteamericana contra el supremacismo blanco y sus consecuencias.

El susodicho vaso ya estaba bastante lleno. Hace pocos días se emitió por televisión un documental de Michael Moore, producido en 2015 – siendo Obama el presidente de EE.UU. –llamado “¿Qué invadimos ahora?”, en el que el documentalistase pasea por distintos países de Europa y Túnez para mostrar alternativas en otros países a ese american way of life, en asuntos como sanidad, educación, alimentación, seguridad, igualdad, justicia, etc.; y muestra algunos breves insertos sobre qué se paga con los impuestos en EE.UU., cómo se alimenta su juventud, cómo la legislación penaliza la participación democrática de la población negra, o cómo utiliza a los presos negros en la fabricación de productos de grandes empresas.

Sin embargo, cuando se trata de una reacción de masas contra un racismo insoportable que todo lo inunda, la táctica es simplificar el mensaje para que alcance al mayor número de personas. Y qué mejor que utilizar los símbolos que se hallan en el inconsciente colectivo. A alguien se le ocurrió derribar o pintar estatuas, como la de algún general del ejército confederado en EE.UU. Este movimiento, que se ha extendido por otros países, sean o no de ascendencia anglosajona, ha llevado a derribar las estatuas del fundador de Rodesia, o de Winston Churchill (que hizo bastante alarde de su racismo en la India – su influencia para mantener a Franco en el poder no cuenta en este caso). Hasta la de Baden Powell, fundador de los Boys Scouts, que luchó en Sudáfrica. Es tiempo de revisionismo histórico.

También han ido contra estatuas de españoles, ya sean Fray Junípero Serra (monje franciscano del s. XVIII que amplió el territorio español con la fundación de misiones en California), o Miguel de Cervantes (esclavizado en Argel por un tiempo, como todos ya sabemos – o deberíamos saber). No por esclavistas o supremacistas, sino por ser simplemente españoles.Por supuesto, también se han cebado con Isabel I o Cristóbal Colón. Que Isabel I expulsara a los judíos (cuando los conflictos sociales con los judíos en nuestro país ya se remontaban un siglo atrás – y no eran muy distintos de lo que acontecía en Europa), dentro de una óptica actual, no la deja bien parada ¿Pero a Cristóbal Colón, por descubrir las Indias? Poco sabemos del origen de Colón. Unos dicen que fue genovés (italiano, claro, no ibérico), y otros que fue mallorquín ¿Pero si hubiera sido judío, o converso, podría haber sido Virrey?

Hay que remontarse al s. XVI, cuando España era el mayor Imperio del mundo. Los países enemigos de entonces (Inglaterra y Holanda) fraguaron lo que se conoce hoy como la leyenda negra, atribuyéndonos toda clase de crueldades imaginables para infundir en la población el odio contra todo lo que oliera a español. En vez de poner en valor el conocimiento del planeta que supuso la hazaña de Colón, para la leyenda negrael descubrimiento de América solo supuso el principio del genocidio de los pueblos indígenas. Y punto.

No fue por una campaña de exterminio de la población nativa, sino por las enfermedades que trajeron los españoles, como la viruela, por lo que se produjo una enorme mortandad de la población nativa (que después se solucionó importando esclavos negros).Como tampoco es posible exterminar una población – y mucho menos de un continente – sin tener en cuenta la necesidad de repoblación para explotar los recursos naturales.Por el contrario,la población hispanoamericana era plenamente española, con independencia de su raza, y por eso existía un vocabulario de lo más completo para referirse a las distintas razas que surgían de las mezclas: español + indio = mestizo / español + mestizo = castizo / español + castizo = español / español + negro = mulato / español + mulato = morisco / español + morisco = albino, etc. No hay vocabulario equivalente en inglés, porque esa realidad era inexistente para ellos, la relación entre personas de distinta raza en el mundo anglosajón se basaba en el supremacismo de la raza blanca – basta con pasearse por la comarca del Río Tinto para comprobarlo. Pero antes de los bulos de Facebook, ya existía Hollywood ¿Sabían ustedes que cortar cabelleras no era una costumbre de los indios, sino que lo hacían los colonos norteamericanos como botín en su guerra de exterminio contra los indios? ¿Sabían que en el siglo XIX, los colonos norteamericanos les regalaban a los indios mantas infectadas de viruela, para que se propagase la enfermedad y exterminase a la población, no de forma accidental – como en el s. XV – sino deliberadamente? Es lo que hacían los protestantes supremacistas (y sus descendientes norteamericanos) en aquellos territorios que ocupaban, ya fuese en América, Asia, África, u Oceanía: cercenar o aniquilar a la población nativa del territorio sometido.

España, no solo explotó los recursos naturales (como cualquier territorio conquistado por medio de la guerra), sino que dotó de servicios (universidades, hospitales, etc.) a sus territorios de ultramar como pudiera haberlo hecho en su propio territorio europeo. Sin embargo, en la España actual, tanto los que denuncian el colonialismo norteamericano como los defensores de ese american way of life, denostado hasta por el propio Moore, son capaces de tragarse cualquier axioma que proceda del otro lado del océano, incluso la leyenda negra, como si fuera propio. Los turistas españoles se fotografían y contemplan con admiración, en Trafalgar Square, el monumento a Nelson, el marino inglés que con su victoria sobre la flota española marcó el declive del Imperio español y el advenimiento del Imperio inglés, setenta años después del intento de conquista de Cartagena de Indias que desbarató Blas de Lezo. No hay monumentos en España, ni siquiera los que conmemoran la derrota del ejército napoleónico, que nos provoquen semejante reacción.

En general, el conocimiento de nuestro sustrato cultural y nuestra historia es bastante deficiente, porque no hay una base ni un estímulo para que la sociedad española conozca su pasado.Son varias las generaciones que han tenido que soportar sistemas educativos poco eficientes.Los contenidos de historia se recortaban o se manipulaban en la España de Franco. Actualmente, si la asignatura de Historia se impartiera correctamente durante la E.S.O., los estudiantes de 2º de Bachillerato – de Ciencias – no tendrían necesidad de cursar esta asignatura. A base de series de televisión se va cubriendo esta laguna. Parece que hemos aprendido de la experiencia hollywoodense.

Volviendo al racismo y la esclavitud, es obvio que este pensamiento ha estado presente en todo momento y lugar, también en España, también hoy en día. Si hace ya mucho que la esclavitud dejó de ser legal, el racismo, aunque no esté bien visto, sigue muy presente – aunque de forma más civilizada: las agresiones son episódicas. Si menciono a George Floyd, ese nombre les sonará bastante ¿Pero si menciono a Ilis Thairis, alguien es capaz de decir algo? Ilis era un M.E.N.A. que murió en un centro de menores almeriense el 1 de julio del año pasado, de forma similiar a Floyd, solo que el maltrato que le llevó a la muerte fue en grupo ¿En qué se diferenciaba George de Ilis?¿Menas live matters – in Spain?

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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7 COMENTARIOS

  1. Maravilloso texto con un final clavado. Sin más.

    España sufre también una ola tremenda de racismo, que V.O.X. está intentando capitalizar. Una ola de racismo con quienes nos limpian las calles, el culo, el coche, nos cuidan a los mayores, nos cuidan la casa…es decir, con quienes tenemos en nuestras vidas como una parte más.

    Un racismo que tiene siempre cabida entre la gente con menos recursos intelectuales. Da igual ser rico o pobre en esto, hay racistas de todo tipo. Incluso se ha abierto en España una escuela de política supremacista con la Lepen de por medio, en Madrid, para formar a las clases altas en el nazismo más repugnante.

    Con independencia de nuestra historia en contra de Judíos o Musulmanes, es verdad que España es un espacio de convivencia que debemos trabajar cada día para que no caiga en manos de quien se cree mejor por su manera de pensar.

    Y los progresistas, debemos dejar de ser «buenistas» para convertirnos en el muro que impida que en España crezcan esos movimientos repugnantes. La España diversa es divertida, es muuuy inteligente, es puro avance, es solidaridad. Y lo que ha entrado en los plenos y parlamentos españoles es un puto agujero negro que acaba con todo lo que tiene alrededor.

    Así es que, pongámonos las pilas e impidamos que crezca esa escoria. Si un tipo de Almería vota a V.O.X. y tiene un invernadero de pimientos…que se los recoja él con sus huevos.

  2. «Y lo que ha entrado en los plenos y parlamentos españoles es un puto agujero negro que acaba con todo lo que tiene alrededor»….. tienes toda la razón….te referieres a los de Unidas Podemos y sus claras intenciones de a donde quieren llevar al país.

        • Y eso me lo dice un mononeurona que, si respira, echa heces por el trasero? Ufff.

          Anda que menudo ideólogo tiene V.O.X. en ti. Melón.

  3. Si realmente queremos progresar como sociedad y mejorar como personas, debemos eliminar los estereotipos hacia las diferentes culturas y empezar a aceptarlas y conocerlas de verdad. Al fin y al cabo, somos seres humanos que quieren ser queridos por los demás.
    En España la gente no se considera racista, pero lo es……

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