El presidente García-Page defiende una reforma constitucional que ahonde en un blindaje “más real” de los derechos sociales

El presidente de Castilla-La Mancha ha defendido una reforma de la Constitución que conserve los principios básicos del texto de 1978 y que, en cualquier caso, “contribuyera a hacer más real el blindaje de los derechos sociales” como la Sanidad, la Educación y “aquellas prestaciones que más se han puesto en duda durante esta crisis”.
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Durante el acto institucional con motivo del XXXIX aniversario de la Constitución Española, que se ha celebrado este lunes en el Parlamento autonómico, y que el presidente regional ha valorado como uno de los mejores textos del constitucionalismo mundial que “se puede matizar” y “actualizar” pero “nunca bajo el chantaje ni el ultimátum”. En cualquier caso, García-Page, ha rechazado todo cambio “trascendental” sobre la actual Carta Magna, con la vista puesta en el año próximo, coincidiendo con el cuarenta aniversario de la norma.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha alabado el valor de la Constitución del 1978, cuyo principio básico –“una persona, un voto”–, ha subrayado, “no es sustituible”. Del mismo modo, ha expresado su deseo de que “ojalá nunca se pueda producir un cambio como el que se suscitó en España en 1978”, porque entonces se trataba de “un cambio de régimen” y “no hay cambio de régimen a la vista”.

Por el contrario, ha valorado los avances que ha experimentado España durante estos casi cuarenta años de democracia, bajo el amparo de la Constitución del 78; período que el presidente regional ha calificado como “los mejores años de la historia de España”, como así lo avalan “los resultados” de estas casi cuatro décadas de constitucionalismo.

Del mismo modo, ha puesto énfasis en la solidez de nuestro principal texto normativo, “frente a las inseguridades que nos ha traído la crisis”. “Los anclajes que tiene el sistema constitucional español son infinitamente más sólidos” ahora que los que había hace cuarenta años, ha subrayado García-Page.

Por último, el presidente regional ha hecho hincapié en que la Constitución de 1978 deja claro que la soberanía del pueblo español reside en el pueblo español –y no en la suma de los pueblos españoles–, como una unidad evidente que encierra la pluralidad y diversidad que caracteriza a nuestro país.

Un sistema de financiación autonómico que evite privilegios y destierre egoísmos

Respecto a la reforma del sistema de financiación autonómica, el presidente de Castilla-La Mancha se ha mostrado pesimista en cuanto a un posible acuerdo en el corto plazo. En cualquier caso, ha rechazado que “el precio de la convivencia” deba ser “la resignación de una parte de España”, cuando los independentistas “llaman derechos históricos a privilegios económicos”. En este sentido, García-Page, ha afirmado que “no vamos a permitir ni un solo milímetro” en esa dirección cuando se inicie el debate sobre la reforma del Sistema de Financiación Autonómico.

“Intentaremos un debate para ver cómo se financian en España los derechos básicos”, ha avanzado el presidente regional, quien ha defendido un nuevo sistema en el que se eviten privilegios y se destierren egoísmos, que deje claro que “tenemos derecho a la misma Sanidad, Educación y prestaciones sociales”.

“España es rica en cultura; no hay que tenerle miedo a la riqueza lingüística o cultural”, pero, ha matizado el presidente de Castilla-La Mancha, dicha riqueza lingüística o cultural “no pueden ser excusa para privilegios” y, ha advertido, “estaremos muy atentos” a aquellos que piensen que los sentimientos de un pueblo pueden ser objeto de “mercadeo, compra o alquiler”.

Desafío independentista

El presidente del Ejecutivo regional ha sido igualmente crítico con el desafío independentista catalán, frente al que ha defendido “lealtad” y “sentido común”. En opinión de García-Page, no tiene sentido que los mismos que quieren separarse de España, concurran luego a las elecciones generales y cuenten con acta de diputado. “Me parece del todo incoherente”, ha remarcado el presidente regional, quien ha vuelto a mostrar su apoyo a la acción de todas las instituciones del Estado en este sentido.

En palabras de García-Page, una cosa es que haya personas que quieran independizarse y otra que “haya presidentes”, surgidos dentro del marco de la Constitución y del ordenamiento jurídico español, que quieran la independencia.

Frente a esta situación, el presidente de Castilla-La Mancha ha reconocido el surgimiento de un “nacionalismo moderno del siglo XXI” que “no se mide en metros de bandera ni actos en la calle”, sino que es “razonable” y “tiene que ser sereno”.

“En el fondo, la Constitución del 78 es un antídoto a los fanatismos. Que no haya fanatismo en las calles, no significa que no tengamos las cosas claras y los sentimientos definidos”, ha finalizado el presidente regional.

El acto en el interior del hemiciclo del antiguo convento de San Gil, en el que también ha tomado la palabra el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Gregorio Jesús Fernández Vaquero, ha contado con la actuación musical de Alfonso Aldeanueva, profesor de la Orquesta de RTVE y con sendas proyecciones con momentos históricos que marcaron el nacimiento de la Constitución de 1978, así como de Castilla-La Mancha y su Estatuto de Autonomía.

Posteriormente se ha realizado el tradicional izado de banderas de España, Castilla-La Mancha y Europa, que ha contado con la interpretación del segundo movimiento de la Sinfonía número 7 de Beethoven y del himno nacional a cargo de la Orquesta Sinfónica ‘Jacinto Guerrero’.

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