Pedro A. Adán Fernández.- Las empresas de Puertollano saben como afrontar una situación de crisis como en la que nos encontramos inmersos, pero ¿nuestra Administración está preparada para enfrentarse a la situación actual? Llevo días dándole vueltas a la cabeza y haciendo un análisis superficial de esta situación actual y lo único que encuentro son carencias.{mosgoogle}La Nava que era nuestra idílica panacea puede convertirse en una fantasmagórica pesadilla. Quizás todas las herramientas de promoción que hasta ahora hemos utilizado ya no tienen vigencia. Fundescop precisa una actualización metodológica. El modelo de nuestra agencia local de desarrollo, no solo ha perdido vigencia, también, por ello, ha dejado de ser una herramienta totalmente eficaz. Los tiempos marcan las pautas de la evolución de las estructuras funcionales y nuestra agencia de desarrollo no es intemporal. Hay que adaptar todas las medidas habilitadas para paliar la crisis a las necesidades de nuestras empresas y nuestra oportunidades emergentes y buscar los cauces para materializarlos.
Fundescop, agencia de desarrollo de nuestra ciudad, instrumento con forma jurídica de fundación, es una iniciativa de las organizaciones sindicales y el Ayuntamiento, a la que se sumaron los grupos políticos de la Corporación y la organización patronal local. Un órgano consultivo y también a nivel técnico, una entidad de promoción de nuestra potencialidad económica. Por la situación socioeconómica actual, no voy a privarme de sintetizar las carencias y deficiencias, en mi opinión, de esta fundación:
· Falta de independencia operativa. Corren tiempos en los que el supuesto intervencionismo de nuestros ediles y en general nuestra Administración local en sus fundaciones, aconsejan deslindar claramente, sin lugar a equívocos, las funciones de los órganos de dirección y gestión de éstas, con nuestro Ayuntamiento. Fundescop, Fundación Virtus, Fundación Fuente Agria y la Fundación Universitaria de Puertollano requieren la garantía de la independencia operativa que redundará en ser instrumento garante del existo en la gestión y en el papel que cada una de ellas deban jugar en el panorama socioeconómico local o incluso alguna de ellas supralocal.
· Falta de independencia funcional. El papel de los interlocutores sociales es crucial, pero es preciso que sea más activo. Los sindicatos y la patronal local no solo deben sentarse en una mesa, a modo de patronato, a analizar y decidir sobre situaciones previamente “mascadas”, el papel había de ser mucho más amplio. También a este respecto se hace necesario ese deslinde del que hablaba más atrás.
· Falta una visión global del desarrollo de Puertollano. El desarrollo de Puertollano no solo es atraer inversiones para nuestras actuaciones industriales y gestionar ese suelo. La promoción de nuestra ciudad, desde el prisma económico-turístico, las actuaciones especiales de empleo, excluyendo, como opinión personal, el social, los planes que contemplen el desarrollo comercial, etc. son una necesidad dentro de nuestra exigencia vital de desarrollo y casi supervivencia.
· Falta de un observatorio socioeconómico. No es la primera vez que refiero la necesidad de esta herramienta, muy simple por cierto: un observatorio externo, de carácter técnico, independiente, que garantice una visión-diagnóstico real de nuestra situación socioeconómica. Una garantía de eliminar los sesgos que supone mirarnos el ombligo, aunque sea con un espejo, pero que no conlleva otra cosa que conformarnos con maquillar, a nuestro antojo, cualquier situación en detrimento del ansiado adecuado desarrollo de Puertollano y su comarca.
· Falta una actualización a muy corto plazo de los planes estratégicos. Quienes instrumentaron, lo que vinieron a llamarse, planes estratégicos, tiene que hacer un ejercicio de responsabilidad ágil dentro de la mesa-patronato y adecuarlos a la situación actual de Puertollano.
· Falta de un gran pacto entre los interlocutores sociales en el seno del patronato. Qué mejor escenario para llegar a un gran pacto entre sindicatos y empresarios para el desarrollo de Puertollano, como instrumento contracrisis. Me consta y en este sentido tengo información de primera mano, que existe voluntad de caminar, hasta si fuera preciso, de la mano en pro del futuro de nuestra comarca. Esto si que es una oportunidad real que no debe verse truncada por el intervencionismo de nuestra Administración local.
En definitiva, que corren tiempos difíciles para Puertollano, por hallarnos sumidos en un particular brete socioeconómico y que si no hacemos gala de agilidad en nuestra respuesta, comprometeremos y será culpa de todos, el futuro de una población, una comarca y un destino, hasta ahora cierto. Digo culpa de todos porque es responsabilidad de todos y cada unos de nosotros, como ciudadanos de a pie, como representantes de los distintos estamentos, como políticos, etc. exigir y exigirnos que nuestras estructuras funcionen por el bien común, adecuándose a las circunstancias de cada momento.
Quiero, también, aprovechar estas líneas para desmentir esos rumores, malintencionados donde los haya, que circulan en las últimas semanas, que me encasillan en una marcada ideología y que me vinculan a un partido político, en concreto el Partido Popular e incluso me postulan como el número uno de esta formación a la Alcaldía de Puertollano en los próximos comicios locales. No tengo ninguna militancia de orden político, no estoy afiliado ni al PP, ni a IU, ni al PSOE y cualquier información, a modo de intoxicado rumor, lo único que pretenden es manchar y crear duda sobre mi independencia. De todos es conocido que mi única vinculación viene siendo con las organizaciones empresariales de ámbito comarcal, FEPU y en el ámbito provincial con CEOE-CEPYME de Ciudad Real. Todo lo demás que pueda oírse, es una malintencionada intoxicación que no pretende otra cosa que restar valor e independencia a mis opiniones.
