MICIUDADREAL.ES te acerca los casos de diversos comercios u oficinas que, sin secundar la huelga, han optado por engañar a los piquetes para que sus centros de trabajo no fuesen clausurados.
Ante el riesgo de amanecer con las cerraduras siliconadas, algunos comercios y oficinas colgaron por la noche el cartel de ‘Cerrado por huelga’ para evitar acciones sindicales que les impidiesen hacer su trabajo. Ya de día, y una vez comenzada la jornada, han quitado los carteles y han trabajado.
Son las 20:30h del martes 28, y un edifico de oficinas del centro de Ciudad Real luce un cartel: ‘Cerrado por huelga’. Cualquier avispado que pase por ahí adivina que, evidentemente, allí no se trabajará al día siguiente. Craso error. Es una trampa. Los responsables del edificio, algunos de los cuales no pretenden secundar la huelga, han colgado ese cartel para engañar a los piquetes nocturnos a fin de no amanecer con la cerradura siliconada.
“La última vez que hubo huelga nos pusieron tanta silicona que hubo que llamar a un cerrajero, y los cerrajeros no te cambian una cerradura gratis”, nos cuenta el conserje. “Aquí hay de todo: gente que hace huelga y gente que no la hace. Lo que hemos hecho es ayudar a los que no la hacen para que puedan trabajar sin problema”. Así, sobre las 9h de la mañana el edificio abría sus puertas y quitaba el cartel, esquivando de este modo la posibilidad de encontrarse con un boicot que dificilmente podría provocarse a plena luz del día: “Podrían plantarse aquí unos piquetes e intentar que no trabajemos, pero a estas horas no se van aponer a echarnos silicona en la cerradura”.
Nos encontramos con otro local de oficinas cercano a la calle de La Mata. En él, los trabajadores que querían hacer huelga la han hecho sin problema, pero los que no la han secundado colgaron el martes el mismo cartel de ‘Cerrado por huelga’. No obstante, a las 9h de la mañana abrían las puertas de su oficina con la misma rapidez con la que han cerrado por dentro y bajado todas las persianas. El cartel sigue en su sitio. De cara a la calle nadie trabaja: cartel alertador, puerta cerrada, persianas bajadas… pero dentro hay cinco personas trabajando. Eso sí, gastando más luz de lo habitual.