Visitas, paseos, comidas, reconocimientos… Los políticos de toda España están recurriendo a un sinfín de bailes lingüísticos con tal de seguir haciendo precampaña, pero evitando a toda costa palabras como «inauguración», que están prohibidas por la nueva Ley Electoral. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. ¿Quieres saber qué trucos usan políticos como José María Barreda o Rosa Romero para esquivar esta ley? MICIUDADREAL.ES te los cuenta.
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El pasado 28 de enero, el Congreso de los Diputados aprobó una serie de modificaciones en la Ley Electoral destinadas a evitar la propaganda desleal de los partidos políticos en los meses inmediatamente anteriores a las elecciones. Tras la aprobación, la nueva Ley Electoral marcaba el 29 de marzo como fecha a partir de la cual quedaban terminantemente prohibidas una serie de actuaciones:
2. Desde la convocatoria de las elecciones y hasta la celebración de las mismas queda prohibido cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones.
3. Asimismo, durante el mismo período queda prohibido realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos o proyectos de éstos, cualquiera que sea la denominación utilizada, sin perjuicio de que dichas obras o servicios puedan entrar en funcionamiento en dicho periodo.
Curiosamente, PSOE y PP fueron los dos partidos que impulsaron estas modificaciones y los que las aprobaron. Y precisamente estos partidos han sido los primeros en incumplirlas. En MICIUDADREAL.ES ya contamos hoy el incumplimiento claro claro por parte del alcalde de Puertollano, Joaquín Hermoso Murillo. Otros políticos, como Rosa Romero o José María Barreda, optan por marear un poco la perdiz y darle esquinazo a la Ley de forma medianamente disimulada, pero con iguales resultados. He aquí dos ejemplos:
a) La plazuela del Nazareno. El pasado domingo, la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, acudía a la procesión del Jesús Nazareno, pero en su agenda no estaba simplemente la procesión. Previamente, la alcaldesa descubría una placa en la plazuela que a partir de ahora llevará el nombre del cristo, merced a la decisión tomada por su Junta de Gobierno el lunes 4 de abril. Es complicado determinar con exactitud si este acto se puede considerar una inauguración o no, pero hay otras normas de cuyo incumplimiento queda clara constancia. El Ayuntamiento de Ciudad Real emitía poco después una nota de prensa sobre el acto que rezaba lo siguiente: La alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, señalaba que en cuanto Sandalio León le planteó la idea inició los trámites necesarios para dar respuesta a su petición, «gesto al que estábamos obligados porque el pueblo de Ciudad Real, representado en su Ayuntamiento, es Hermano Mayor Honorario y perpetuo».
Por otro lado, el gabinete de prensa del Ayuntamiento también introducía en la nota institucional las declaraciones del Hermano Mayor de la hermandad, que incluían diversos elogios al Ayuntamiento: Por su parte, Sandalio León reconoció el excelente trato recibido de la alcaldesa y del Ayuntamiento durante estos 4 años, afirmando que «es un orgullo poder presumir de un ayuntamiento que está tan pendiente de la Semana Santa. Ciudad Real es la ciudad de las personas y esto es algo que se aprecia con gestos como este». Estas dos sentencias ponen en evidencia el cumplimiento, por parte del Ayuntamiento y su gabinete de prensa, de la nueva Ley, que prohíbe «cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos».
b) Las nuevas instalaciones de Marianistas. El pasado 8 de abril, Rosa Romero y José María Barreda acudieron a la colocación de la primera piedra de las nuevas instalaciones del colegio Marianistas. En esta ocasión, los gabinetes de prensa de ambos mandatarios supieron ser cautos: ni la nota institucional de la Junta ni la del Ayuntamiento de Ciudad Real contenían alusión alguna a ningún tipo de méritos ni logros. Sin embargo, tampoco hacían falta, ya que la colocación de una primera piedra en unas instalaciones bien podría considerarse «acto de inauguración de obras o servicios públicos o proyectos de éstos, cualquiera que sea la denominación utilizada», con lo que tanto Romero como Barreda ya estarían incumpliendo la Ley.
Por otro lado, y aunque los mandatarios anduvieron cautos y los gabinetes de prensa supieron no meter la pata, parece que Rosa Romero habló más de la cuenta, y así lo recogieron los medios: El Día, La Tribuna y Lanza recogieron en sus ediciones del día siguiente las palabras con las que Rosa Romero recordó que el Ayuntamiento había declarado esa obra como interés municipal, con lo que la alcaldesa hizo una clara alusión a las aparentes «realizaciones o logros obtenidos».
