El triunfo de la ciudadanía europea

Mario Villamor Nodal.- Europa parece decidida a escuchar la opinión de la ciudadanía, tras haber lanzado la que, hasta la fecha, ha sido la consulta pública con mayor índice de respuesta, con más de cuatro millones y medio de votos : la relativa al cambio de hora. En este sentido, la Comisión Europea busca que los/as europeos/as puedan expresarse acerca de las nuevas políticas y proyectos legislativos, como parte de su programa «Legislar mejor».
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El incidir sobre esta propuesta tiene su origen en la Resolución de 8 de febrero del presente año del Parlamento Europeo sobre las disposiciones del cambio de hora , así como por distintas peticiones suscitadas por las partes interesadas.

Cerca de 500 consultas públicas por la Unión Europea han sido lanzadas, abarcando los más diversos ámbitos: medio ambiente, asuntos institucionales, fiscalidad, política de vecindad y ampliación de la Unión Europea, etc.

Centrándonos en la materia que nos ocupa, el 84% de la ciudadanía europea ha votado a favor de suprimir el cambio de hora dos veces al año, tal y como informó la comisaria europea de transportes, Victoria Bulc, la semana pasada. Efectos negativos en la salud, aumento de los accidentes de tráfico o la ausencia de ahorro energético fueron algunas de las razones esgrimidas por los/as votantes para justificar el porqué de su decisión.

Y es que si nos ceñimos a la argumentación de la propia consulta pública , el cambio de hora ataca al desarrollo del mercado interior europeo, afecta a los biorritmos de la ciudadanía, genera un ahorro de energía marginal e, incluso, incrementa el riesgo de accidentes de tráfico por la privación de la hora de sueño.

En la actualidad es la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001, relativa a las disposiciones sobre la hora de verano la que regula esta materia y es la que obliga a los Estados miembros a cambiar la hora el último domingo de marzo y a volver al horario de invierno el último domingo de octubre.

¿Qué pretendía este cuerpo legislativo? El objetivo no residía en armonizar el régimen horario en la UE, sino resolver los problemas derivados de una aplicación descoordinada de los cambios de hora a lo largo del año, sobre todo para los sectores del transporte y la logística.

Parece tener las horas contadas. Ahora llega el momento de actuar: la Comisión Europea propondrá acabar con esta práctica, siendo responsabilidad última del Parlamento Europeo y del Consejo. En caso de que esto prospere, sería tarea del gobierno de cada Estado miembro en particular el establecer el huso horario adecuado para su país.

Las opiniones en España son varias. Por ejemplo, la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios Españoles cree que la vida debería adaptarse al ritmo solar de Greenwich. De esta forma, el día más corto del año anochecería a las cinco de la tarde . Llegar a un acuerdo no va a ser fácil.

Sin embargo, a pesar del éxito que ha supuesto esta consulta pública a nivel europeo, tan solo ha votado un 0,19% de la ciudadanía española y todo ello a pesar del eco que ha tenido esta consulta en los medios de comunicación (cabe resaltar que el 93% de los/as españoles/as han votado a favor de la supresión del cambio de hora). Alemania ha sido el país más participativo.

Una idea está clara: desde Europa se nos quiere dar voz y, tal vez por falta de información, se genera tanta desafección hacia la Unión Europea, siendo la que, en mayor parte, regula gran parte de los ámbitos que nos afectan a diario. Conocer y poder ejercer nuestros derechos nos hace libres y nos da poder. El poder ejercer influencia en el proceso de toma de decisiones, también.

Supone un espacio de diálogo, un elemento imprescindible de la democracia participativa que caracteriza a la Unión Europea, una manera directa de relación con la ciudadanía y una nueva manera de actuar y hacer legislación, que permita mejorar la eficiencia de la gobernabilidad europea.

Europa somos todos/as y, por ello, debemos ser partícipes de su construcción y de su futuro, de la toma de decisiones y que no unos pocos países decidan por nosotros/as. La participación ciudadana permite responder a problemas colectivos, asumir de manera conjunta nuevos desafíos y otorgar voz a aquellos/as que nunca se escucha, debiendo incidir de manera especial en los ámbitos rurales y afectados por la despoblación. Democracia no es opinar una vez cada cuatro años, sino construir una comunidad entre todos y cuestión del día a día.

El presente artículo manifiesta de manera exclusiva opiniones personales y no representa de manera alguna responsabilidad para el centro Europe Direct Ciudad Real.

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