Concentración por Olga, la niña gitana de ocho años que murió aplastada en Keratsini (Grecia)

Comunicado.- El pasado 17 de noviembre, en Keratsini (Grecia), una niña de 8 años, inocente y libre de toda culpa, muere aplastada en una fábrica entre una pared y una puerta de metal. Su muerte fue lenta y tortuosa; soportó más de una hora, concretamente 70 minutos, asfixiada, con una hemorragia interna y la columna vertebral aplastada por la puerta.

Pero el mayor daño no se lo causó esta estructura metálica, esto no fue la causa principal de su muerte; la indiferencia de algunos de los trabajadores de la fábrica fue la mayor tortura que Olga pudo sufrir. Estas personas ignoraron la presencia y agonía de la niña, llegando incluso a darle con un palo para comprobar si estaba muerta o si aún vivía, enfocándola con una linterna para luego irse sin hacer nada. En el vídeo que captaron las cámaras de seguridad de la fábrica, se puede comprobar que hasta en 7 ocasiones los trabajadores la ven y tienen la oportunidad de salvarla, pero el resultado es nulo. Olga llora y nadie la ayuda. Nadie la rescata. Olga se muere. Nadie hace nada.

¿Puede existir un acto que refleje menos humanidad? ¿Se puede considerar que estas personas son asesinas? Sensibilidad, empatía, solidaridad; principios y valores elementales inherentes al ser humano que han estado ausentes en este caso. Pero la pregunta principal es ¿por qué? La respuesta es contundente: porque Olga era gitana.

El antigitanismo es una de las principales causas de homicidios en la historia en España, desde 1499 con la Pragmática de los Reyes Católicos, que anunciaba torturas a la comunidad gitana como azotes o pena de muerte, pasando por genocidios, persecuciones, redadas o esclavitud. Dichos actos se han alargado en el tiempo y han llegado a nuestros días en forma de la mayor discriminación a una etnia en España, la falta de oportunidades laborales a la comunidad gitana, la formación de aulas-gueto en los colegios, la vulneración del derecho al acceso a la vivienda, y un largo etcétera que en estos días ha culminado con la muerte de una inocente niña de 8 años.

La falta de visibilidad y repercusión mediática, legal y social ha hecho que convoquemos una CONCENTRACIÓN este viernes día 3 de diciembre a las 13:00 en la Plaza Mayor (Ciudad Real), donde exigimos que este caso no quede en el olvido, y que no existan más Olgas.

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