La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, ha destacado esta mañana el gran valor documental y sociológico de “Frater affectu”, el libro editado por la Junta General de Cofradías que recorre los cerca de cinco siglos de historia de la celebración de la Semana Santa en Campo de Criptana.
Olmedo, que ha asistido a la presentación del libro en el Pósito de la Villa de los Molinos, ha recordado el enorme potencial religioso, cultural y turístico de la Semana Santa criptanense, la “emocionante atmósfera” que crea en la localidad y singularidades como la procesión del Silencio en la Sierra de los Molinos, atributos que contribuyeron decisivamente a que el Gobierno de Castilla-La Mancha la declarara Fiesta de Interés Turístico regional en 2008.
La representante del Ejecutivo regional ha agradecido el arduo trabajo de investigación de los autores de “Frater affectu”, Jesús García Casarrubios y Santiago Carrasco, y la colaboración que les han prestado historiadores, periodistas y personajes de relevancia en la Semana Santa criptanense con finalidad de conseguir una documentación histórica de primer orden.
A estos valores documentales, sociológicos y afectivos del libro hay que añadir que con su publicación culminan los actos conmemorativos del 75º aniversario de la constitución de la Junta General de Cofradías, razones de peso que han llevado al Gobierno de Castilla-La Mancha a sufragar la edición de “Frater affectu” con una subvención de seis mil euros como nueva muestra de su apoyo a la celebración de la Semana de Pasión de Campo de Criptana.
A lo largo de sus casi trescientas páginas, el libro realiza un amplio recorrido por la Semana Santa criptanense, desde sus orígenes, pasando por la semana Santa moderna, el nacimiento, crisis y resurgir de las cofradías, las distintas reformas surgidas en el seno de la Semana Santa, los orígenes de la Junta de Cofradías, para finalizar con las dos primeras décadas del siglo XXI.
La Semana Santa de Campo de Criptana recrea fielmente la pasión, muerte y resurrección de Cristo gracias a la participación de cientos de personas que cooperan como nazarenos, anderos, manolas, músicos, horquilleros o camareras en las nueve procesiones que se celebran entre el viernes de Dolores y el Viernes Santo. Como afirma el actual presidente de la Junta de Cofradías, constituye toda una muestra de “catequesis en la calle”.
