Ramón Castro Pérez.- Solicito ayuda urgente. Vivo en una cueva de la que apenas puedo salir pues unos desalmados, organizados con palos y antorchas, amenazan con arrebatármela. En el pasado, usaron tretas para distraerme y llevarse la comida. Apenas cuento con fuerzas para moverme. No tengo a nadie que pueda explicar qué ocurre, por qué anochece, de dónde vengo, quién soy y qué debo hacer mañana si las cosas se ponen feas. No hay libros de los que aprender ni anciano alguno que pueda emitir algún consejo. El que conocía afirmaba ser mi padre y se lo comió una bestia tras un golpe de mala suerte, mucho antes de que supiera algo más de lo que yo conozco ahora. Ignoro lo que es el amor aunque sé que el odio discurre por un único camino. Los de ahí fuera acabarán ganando porque parecen (y son) más listos. Los oigo confabular y cada uno de ellos sabe hacer una cosa mejor que los demás. Lo llamarán especialización. Al tiempo. No aguantaré demasiado. Soy un neandertal inadaptado a la nueva vida en sociedad. Estoy solo en este mundo primitivo y eso es malo. Sospecho que sobrevivirán miles de años. Cumplen con la única condición, la de mantenerse en grupos amplios, capaces de perdurar a pesar de los exterminios, más que probables. Finalmente, lo llamarán humanidad. Los míos no estarán para contarlo. De esto hace 28.000 años y pareciera que es hoy mismo.
Genial