Equívocos

joseRivero2Aunque parezca lo mismo, no es igual la Chance y la Chanza. La primera voz alude a la fortuna del juego o la suerte del envite de la vida misma. Mientras la segunda, da cuenta de una acción de broma o gesto burlesco. Y de aquí la expresión de ‘Chancear‘ que da cuenta de una broma que se prolonga y que se transforma en una Chanza.

Como si  el que no tuviera Chance, fuera objeto de Chanza, Y por ello se ‘Chancea‘ de su infortunio.

Si no tengo Chance, que al menos no sea objeto de Chanza.

También la visión de que toda Chance que dura, se transforma en una Chanza.

Si no hay mal que dure cien años, simétricamente podemos decir que no hay Chance perpetua.

Ni la fortuna ni el infortunio tienen hábitos de eternidad. Todos su trajes son provisionales y caedizos. Más aún, son de temporada.

Una cosa son las Ficciones, a la manera de Borges. Otra diferente, son las Aficiones.

La sola aparición de una ‘a‘ y la desaparición de una ‘c’, motiva el salto del campo imaginario a la campa de los vicios reales.

Toda Afición es un Vicio inverso. De la misma forma que toda Ficción es una Realidad inversa.

Aunque no siempre esa Ficción sea una Realidad dada la vuelta.

Pero ¿se puede dar la vuelta a la Realidad y convertirla en otra cosa?

Cuando a un guante o a un calcetín se le da vuelta, lo que surge es la izquierda donde había derecha y viceversa. Pero ¿eso es un  vuelta? o ¿es una simetría?

También hay vueltas simétricas, como la imagen que componemos en el espejo. Además pasamos de ser diestros a zurdos y al revés, por el sólo efecto del reflejo.

Por ello podemos decir que el espejo es una Ficción. Aunque tenga múltiples aficionados.

Como el pobre Narciso.

José Rivero
Divagario

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