«Fundación Virtus, caso abierto». Capítulo I: Agujero negro

Instalaciones de la Fundación VirtusMICIUDADREAL.ES te ofrece hoy la primera entrega del artículo con el que descubrirás las claves de la historia de esta polémica institución

NOTA PRELIMINAR.- El presente trabajo ha sido realizado con el único afán de exponer al lector algunas de las claves que, aunque sobradamente conocidas en privilegiados ámbitos políticos y empresariales, nunca fueron, en su contexto, puestas a disposición del ciudadano desde una perspectiva periodística.

Este artículo no debe considerarse, en ningún caso, como una historia exhaustiva de la Fundación Virtus. Lejos de ello, se limitará a referir únicamente los hechos de los que miciudadreal.es haya llegado a tener constancia documental, con el único afán de arrojar más luz sobre algunos aspectos puntuales.

En consecuencia, el autor no pretende desvelar una utópica “verdad absoluta” sobre los motivos que han conducido a la Fundación Virtus a la difícil situación por la que atraviesa. Esto sería imposible, únicamente desde el prisma periodístico, teniendo en cuenta las limitaciones del autor, la complejidad de la situación financiera a la que se ha llegado, y la enmarañada trama de intereses políticos, empresariales y personales que han concurrido en este caso.

Las opiniones vertidas por el autor deben ser consideradas como tales,  aunque sean fruto de una exhaustiva labor de contraste de fuentes y del examen de diversa documentación; y como tales pueden estar sujetas a debate en cualquier momento. En este sentido, es necesario advertir de que probablemente el resultado esté en cierta medida condicionado por los intereses de los interlocutores que se han atrevido a abordar abiertamente el asunto con miciudadreal.es. En todo caso, la realización de este trabajo hubiera sido imposible sin el esfuerzo y la paciencia de estas fuentes.

«Fundación Virtus, caso abierto» se publicará los lunes en cuatro entregas a partir de hoy, y será puesto a disposición de todos los interesados en formato .pdf una vez publicado en su integridad. Es un artículo arriesgado e ingrato, en el sentido de que quizá no guste a nadie y deje insatisfechos a muchos. Sin duda tendrá lagunas y pozos de silencio. Pero el autor espera que el resultado final no contribuya a desinformar, sino que, por el contrario, aporte más argumentos para un saludable debate ciudadano y para que en un futuro no vuelvan a cometerse los mismos errores.

Al fin y al cabo, mientras los ciudadanos no reciban las explicaciones a las que tienen derecho, la Fundación Virtus es, y será, la protagonista de un caso abierto.

I. AGUJERO NEGRO

La Fundación Virtus (Puertollano, Ciudad Real) es un fantástico laberinto, una empalagosa pesadilla que desde hace años altera el sueño de políticos, gestores, trabajadores, padres y alumnos. Sobreviva o no, la historia reciente de esta entidad es el argumento de una novela de tintes negros cuyo desenlace es, triste y dramáticamente, previsible: la pérdida de millones de euros provenientes las arcas públicas como consecuencia de una estruendosa cascada de desaciertos.

Esta institución financiada con el dinero de todos los puertollanenses y castellano-manchegos, y encargada de gestionar la red de Centros de Excelencia de la localidad y el Centro de Formación Aeronáutica, presenta un estado crítico que amenaza seriamente su futuro inmediato. No faltan voces que ven en este oscuro atolladero un ejemplo antológico de las consecuencias de una delirante trama de errores de gestión, decisiones arbitrarias de origen político, y crudos enfrentamientos que en ocasiones rompieron la barrera de las relaciones personales.
Simulador de cabina
Vinculada inicialmente al vendaval de prosperidad que prometía la construcción del Aeropuerto de Ciudad Real, Virtus es hoy una empresa prácticamente devastada por la que antaño el dinero fluyera sin control, ya fuera, en el mejor de los casos, por error, imprudencia u omisión.

Esta fundación “sin ánimo de lucro”, que recibió durante los últimos siete años más de nueve millones de euros, presenta ahora unas deudas acumuladas de 3,5 millones. Ha sido denunciada por Soluciones Aeronáuticas, y embargada por impago de 620.000 euros. Fernando Muñoz Marín, sobrino del ex presidente del Congreso de los Diputados, reclama una deuda de 260.000 euros y ha solicitado un concurso necesario de acreedores que ha levantado no pocas suspicacias. El ente ni siquiera dispone de recursos para hacer frente a los gastos de teléfono y papelería, mientras arrecian las protestas de unos trabajadores que no cobran y ven el despido a la vuelta de la esquina.

La preocupación de padres y alumnos también ha sido manifiesta, temerosos todos de que se esfumara en el aire el instrumento de formación en el que depositaron sus sueños de porvenir.

Un agujero negro de fondos públicos

La ansiedad está justificada. Salvo una transfusión monetaria urgente que tape el agujero, la institución puede verle los colmillos al lobo de la quiebra muy pronto. Virtus es ahora una enferma al borde de la dolencia terminal cuya recuperación sólo podría venir por respiración asistida, en forma de las aportaciones extraordinarias de los patronos, si se lo pudieran permitir, o de un Ayuntamiento de Puertollano que no pasa por su mejor situación económica.

A pesar de todo, el final de estos agónicos estertores podría venir de la mano del Gobierno regional y, por ende, de la aportación de más dinero público. Pudiera ser, si se cumplieran las promesas, que incluso antes de que este artículo se publique en su integridad…

La consejera de Industria, Paula Fernández, quien se refirió a la deuda de 3,5 millones de euros como “un desfase económico”, ha asegurado que la Junta de Comunidades está elaborando un «riguroso informe» (se trata supuestamente de una nueva auditoría) que permitiría justificar el pago del cuantioso montante que se debe tanto a trabajadores como a acreedores. El visto bueno de semejante transfusión es la clave decisiva para que Virtus esquive los tribunales y el Ayuntamiento de Puertollano solucione el enmarañado rompecabezas en que se ha convertido este caso.

Hasta la fecha, los responsables municipales ha culpado de esta situación exclusivamente a la gestión de la ex gerente, quien fue despedida de manera sumarísima en diciembre de 2008. Pero, ¿cómo se ha llegado realmente a este estado? ¿Cómo ha sido posible la volatilización de millones de euros provenientes de las arcas públicas sin que durante años lo advirtieran ni los patronos (quienes conforman realmente el órgano superior de gobierno), ni los responsables municipales, ni la Intervención General de la Junta de Comunidades?

¿Quién controla a la Fundación?

Es paradójico que la salvación de Virtus provenga de la ayuda pública. Paradójico porque hay que recordar que, si bien la entidad es mantenida con partidas presupuestarias provenientes de fondos públicos (principalmente del Ayuntamiento y de la Junta de Comunidades), su naturaleza legal es la de una fundación autónoma, merced a lo cual gozó de una libertad equiparable a la de la empresa privada.
Instalaciones de Virtus
Esta pirueta jurídica ha permitido que el organismo gozara durante años de un alto grado de independencia, a pesar de la presencia de los portavoces de PP e IU en las reuniones del patronato, reducidos a meros convidados de piedra. No hay que olvidar, por ejemplo, que Izquierda Unida fue vetada en esos encuentros por el ex presidente de Virtus y alcalde de Puertollano, Joaquín Hermoso Murillo, a raíz de las críticas de la formación de izquierdas y del deterioro de las relaciones personales entre su portavoz, Florentino López Montero, y el primer edil.

A pesar de los insistentes requerimientos de la oposición, Hermoso Murillo se negó siempre a  abrir una comisión de investigación que esclareciera lo sucedido apelando a la naturaleza “autónoma” del organismo. En su momento, adujo que Virtus no es ningún departamento del Ayuntamiento. Defendió, en contra de lo establecido en los estatutos de la Fundación, que “el órgano de decisión y gestión es la gerencia”, y subrayó reiteradamente que esa gerencia actuó “con total autonomía en la toma de decisiones sin verse sometida a control por parte del Ayuntamiento ni de ninguna Concejalía”.

Los esfuerzos de Hermoso Murillo por desvincularse de Virtus fueron más allá, una vez se hizo vox populi el penoso estado de la empresa, hasta el punto de que el alcalde se retiró formalmente del Patronato, nombrando en su lugar como presidenta ejecutiva a la concejala Eva Morales, que aun así sigue, obviamente, supeditada a la Alcaldía.

En la actualidad, el Patronato de Virtus está compuesto por representantes de las consejerías de Industria, Energía y Medio Ambiente; Educación y Ciencia; y de Trabajo y Empleo; así como el Ayuntamiento de Puertollano, la Universidad de Castilla-La Mancha, Caja Castilla La Mancha, Aeropuerto Central de Ciudad Real y  Fundación Empresarial de Puertollano. Anteriormente Caja Rural de Ciudad Real también ocupó un puesto en este órgano.

Un cóctel explosivo y la responsabilidad del alcalde

La ex gerente ha sido, pues, la única persona a la que se ha subrayado oficialmente con la tinta roja de la mala gestión… Sin duda, su papel fue decisivo, pero las responsabilidades no se agotan con su marcha. La actuación de la gerente estuvo plagada de graves errores y dudosas actuaciones que deben ser esclarecidas (sería injusto, a pesar de todo, olvidar sus éxitos), pero también, en cierta medida, se encontraba condicionada por los intereses políticos y las luchas de poder en el seno del patronato. Se produjeron, incluso, claras injerencias del Equipo de Gobierno en las funciones del patronato, mucho más evidentes durante los tempestuosos días en los que se gestó el acuerdo del despido de la gerente.

Podría decirse que el colapso financiero de Virtus es fruto de un cóctel explosivo elaborado tanto por el equipo de Gobierno municipal como por la gerencia y unos patronos que no supieron, o no pudieron, hacer efectiva su labor de tutelaje, inspección y vigilancia. Los ingredientes de la mezcla: extralimitación en ciertas funciones del personal directivo, descontrol en los gastos corrientes, imprevisión de la ejecutiva y concejalías delegadas en la valoración de las consecuencias jurídicas de algunas decisiones, enfrentamientos personales, oportunismo, acusaciones de enriquecimiento personal, y pulsos de fuerza entre algunos miembros del patronato… Con el telón de fondo de las subcontrataciones a empresas de servicios. La Fundación Virtus ha sido un viciado microcosmos de disparates.

A pesar de sus declaraciones, el propio alcalde de Puertollano también formó parte la pasada gestión de Virtus, y no debiera eludir, por tanto, las posibles responsabilidades finales como presidente del Patronato con poderes ejecutivos. Y es que éste es, estatutariamente, el verdadero órgano superior de gobierno.

De este modo, y en contra de lo defendido por el primer edil, el control de facto sobre el ente también ha estado orquestado por la batuta del Consistorio: a modo de ejemplo, más adelante veremos que el alcalde propuso, votó a favor y ejecutó algunas decisiones de calado, como la no renovación del contrato con la empresa  Indra y la contratación de Everis; o cómo avaló la rescisión del contrato con Soluciones Aeronáuticas, a propuesta de la entonces concejala delegada Raquel Gómez, y con el respaldo de los informes del entonces secretario de Virtus (y del propio Ayuntamiento), el abogado Juan Luis Vázquez Calvo.

En lo que atañe a la ex gerente, hay voces entre los propios trabajadores y algunos funcionarios municipales que apuntan a su “traición de confianza”. Según estas denuncias, actuó supuestamente, en determinadas ocasiones, y en circunstancias que aún deben ser aclaradas, de forma ambigua, en contra de los criterios de la presidencia, o favoreciendo temerariamente las relaciones comerciales con  empresas como Obras y Servicios Almodóvar (en la que podría existir un interés familiar) o Interconsult (la empresa de Fernando Muñoz Marín), que serán analizadas más adelante.

Pasión, política y empresa

La historia de Virtus es también una larga trenza de ligazones. Las relaciones personales y profesionales entre los protagonistas, las vinculaciones entre fundaciones y los enfrentamientos en el seno del patronato fueron la yesca que avivó la llama de la descoordinación.
Instalaciones de Virtus
Como se verá, hubo diferencias entre los criterios de Hermoso Murillo y los de Rafael Ariza, ex patrono de Virtus y ex director general de para la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones de la Junta de Comunidades. Pero hubo encontronazos con otro de los patronos, la Fundación Empresarial de Puertollano, organización que bajo la presidencia de Antonio Cabañero y la mediación de su vicepresidente,  Pedro Adán, se mostró afín a la gestión de la gerente hasta los últimos momentos, incluidos los tensos días de gestación de las condiciones de su despido.

Durante aquellas semanas, la Fundación Empresarial intentó mediar con el alcalde de Puertollano, aunque no faltaron los enfrentamientos, ni ocasiones en las que no se comunicaron a los empresarios, o al menos no en la forma adecuada, las convocatorias de algunas reuniones decisivas del Patronato.

Pero la trama se complica con muchos más ejemplos: se da la circunstancia de que la gerente contó con la defensa jurídico-laboral de Carlos Calatayud, abogado que prestó servicios a la Federación de Empresarios de Puertollano (Fepu)… Y de que la ex gerente también contrató en otro momento, y para un asunto estrictamente personal, los servicios jurídicos del secretario de Virtus y Ayuntamiento, Juan Luis Vázquez Calvo… Éste, a su vez, mantenía relaciones privadas de “asesoramiento legal” con el administrador único de Interconsult, Fernando Muñoz Marín, quien a su vez es un viejo conocido en Puertollano desde su paso por la Fundación de Desarrollo de Puertollano (Fundescop) y la propia Federación de Empresarios…

http://santosgmonroy.blogspot.com
Fotos: Fundación Virtus y Ayuntamiento de Puertollano

¿Quieres saber más? La semana que viene te ofreceremos la segunda entrega con muchas más claves de este caso. Podrás conocer cómo algunas de las decisiones sobre empresas subcontratadas, tomadas entre los años 2007 y 2008, condujeron a Virtus, irremisiblemente, al Juzgado.


YA PUEDES CONSULTAR LA SERIE COMPLETA:

Capítulo II: La semilla de la discordia

Capítulo III: Daños colaterales

Capítulo final: Un asunto tenebroso

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