La iglesia del convento

Estanislao Z.Navas.- Era el 25 de julio de 1972 cuando en algunos artículos de prensa se recogía la fatal noticia del fallecimiento de una persona en las aguas del río Guadiana al estar disfrutando de un plácido baño. La misa de corpore in sepulto y el sepelio oficiáronse en una iglesia por todos conocida en la capital. Este edificio también acogería en años posteriores otros duelos de personajes tan conocidos como el artista Alfredo Calatayud o el fotógrafo “Iferga”, por mencionar algunos. La iglesia está enclavada entre el actual Museo de Arte Contemporáneo – Antiguo Convento de la Merced y el edificio decimonónico del Palacio de la Diputación Provincial: el templo es la actualmente denominada como iglesia de la Merced, de la cual comentaremos algunos aspectos de interés.

Todo ocurrió tras la muerte del capitán de las Colonias en América Don Andrés Lozano, la cual sucedió en Sevilla. Consecuencia de este deceso, el legado testamentario precisaba que serían destinados mil ducados para la fundación de un Convento de Mercedarios Descalzos en la localidad de Ciudad Real, ciudad de origen del difunto. Con este legado no se alcanzó la suma necesaria para realizar la construcción de una iglesia, por lo que fue precisa la aportación económica de Fray Manuel de San Joseph, comendador, y de Don Alvaro Muñoz de Figueroa, caballero de la Orden de Santiago, regidor perpetuo de esta ciudad y familiar del Santo Oficio y su mujer Doña María de Torres.

Un 12 de abril de 1674 otorgaban escritura pública por la que se comprometían a realizar las obras de la Iglesia, finalizando así totalmente el Convento. Por parte de Don Álvaro Muñoz de Figuerosa se establecieron unas condiciones: poner sus armas fuera y dentro de la iglesia, por un lado, y convertir la Capilla del Santísimo Cristo Crucificado en lugar de enterramiento para él, su esposa y sus sucesores, misa todos los viernes en la capilla del Santo Cristo Crucificado y oficio y misa de Difuntos en la Octava de los Santos. Tal como indica don Inocente Hervás y Buendía, la obra la dirigió un religioso de la Orden -tal y como era costumbre en la arquitectura religiosa del siglo XVII-, y por gratitud el Definitorio acordó <que el convento se obligue por todo el tiempo de la vida de D. Alvaro a darle una palma el Domingo de Ramos o enviársela a su casa… y ofrecerle perpétuamente la Llave del Satmo Sacramento el día de Jueves Santo, que por dho Sr. D. Alvaro y Señora D.ª María de Torres, su muger, por su salud y augmentos espirituales y temporales. La citada construcción parece que tuvo por arquitecto a un religioso de la propia Orden.

Lo que hoy en día se conoce como Iglesia de la Merced, no es sino la antigua capilla, y único resto que se conserva, de lo que en su día fue el Convento de Mercedarios Descalzos de Ciudad Real, que ocupaba la actual iglesia, todo el edificio del Instituto «N.ª S.ª de Alarcos»-ahora Museo de Arte Contemporáneo- y parte de lo que hoy es el Palacio de la Diputación, todo ello obedece a que don Alvaro Muñoz de Figueroa levantó a su costa un Pósito pío, junto a la iglesia, en el lugar que ocupa hoy la puerta falsa de la Diputación, para facilitar granos los años de escasez de cosechas a los labradores modestos.

Este convento siempre estuvo ocupado hasta que el proceso desamortizador afectó a sus moradores. Así sería el primero de estos edificios que fue suprimido en Ciudad Real, tal como les fue comunicado en 1821 por el Ministro de Gracia y Justicia, motivando el traslado de los frailes al monasterio de Rivas en Madrid.

La subasta pública de la que fue objeto al formar parte de los Bienes Nacionales y tal como refleja el inventario de 1835, muestra cómo en sus pertenencias se hallaban unos 1.151 volúmenes en su biblioteca, y 17 pinturas. No obstante, este bien desamortizado no llegó a entrar en subasta pública, pasando a ser en 1843 el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, para lo cual fue adecuado y así desarrolló sus nuevas funciones. Por lo que respecta a la iglesia, continuaría dedicada al culto, que sustituiría como parroquia con igual advocación a la actual Catedral, tras convertirse este templo en Basílica con motivo del Obispado Priorato de las Órdenes Militares.

Cuando nos dirigimos hacia el centro de la ciudad recorriendo una de sus vías principales como es la calle de Toledo, el edificio perteneciente a este templo lo hallamos adosado al del Palacio de la Diputación Provincial, el cual tienen incorporada dentro de su estructura parte de la nave central de aquella.

El edificio barroco data de 1760, así lo muestra en su fachada, la cual muestra un gran rectángulo vertical en su forma, que se encuentra coronado por un triángulo a modo de frontón con óculo. En la parte rectangular se observa una puerta de entrada enmarcada entre pilastras almohadilladas y dintel sobre la cual se sobreponen una hornacina, con una imagen de la Virgen, y una sencilla ventana cuyo cometido no es otro que la iluminación de todo el interior de la iglesia, y más concretamente el espacio ocupado por el coro. Esta portada fue realizada con arenisca, tipo de piedra muy utilizada en este tipo de obras en la zona, para facilitar su labra. El leve almohadillado con que es tratada le da un ligero toque de claroscuro a toda la superficie. El modelo seguido para este tipo de fachada procede del Convento de San José de Medina de Rioseco, proyectada por Fray Alberto de la Madre de Dios, tipología muy difundida por todo el país.

En cuanto a su planta, su única nave de salón tiene capillas laterales adosadas en su lado derecho. Estas aparece comunicadas entre sí, y abiertas a la nave por medio de arcos. La cabecera del templo lo forma un amplio crucero, cubierto con una gran cúpula, con unos brazos extremadamente cortos, y un presbiterio plano. Se une así la planta de cruz latina con la central, que sería el crucero. Estamos hablando de un tipo de planta muy utilizado en el Barroco cristiano, siguiendo las pautas que surgieron del Concilio de Trento. Localmente, existe otra planta similar en la iglesia del Carmen, construida también durante la misma época.

Finalmente, en el interior observamos que la cubierta de la nave es una bóveda de cañón con lunetos, y junto con las paredes, todo ello aparece enlucido con yeso, cubierto éste con pinturas. Dicha fórmula trataba de disimular la pobreza de los materiales utilizados en su constgrucción, consistente generalmente en ladrillo. Las pinturas citadas, encontradas en las capillas laterales y en el lado contiguo del crucero, parecen ser producto de la casualidad el que hoy en día las podamos contemplar. Esto es así, puesto que allá por 1985 al realizar el desmontaje del retablo y limpiar su entorno de polvo y telarañas, se hallaron fortuitamente unas antiguas pinturas murales. Así se puso al descubierto pequeñas zonas de la obra pictórica original, tras el desprendimiento de lascas de pintura. La autoría y antigüedad de estas pinturas parece ser desconocida y de al menos el siglo XVIII, según los expertos. Ocupan la totalidad de la nave lateral izquierda del crucero, representando principalmente motivos vegetales, angelotes, así como signos alusivos a la Orden Mercedaria. Las pinturas en sí responderían a un conjunto ornamental que enmarcaría una hornacina e incluso a una puerta que comunicaría la iglesia con el convento. Baste recordar que esta iglesia sufrió numerosas reformas, desde los tiempos que era la capilla del convento, hasta que fue abierta al culto público.

Estas pinturas han sido sometidas a un proceso de restauración, por lo que hoy se pueden contemplar con todo su esplendor y colorido.

Este proceso de restauración, que fue sufragado por la Junta de Comunidad y por la propia parroquia, duró varios años, y tras la obtención del título de Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, se reinauguró este templo a finales del año 1990. Las fases de esta restauración son esencialmente dos: la primera afectó a la estructura del coro, cubierta y portada del edificio; y la segunda, a la cúpula central que presentaba problemas gravísimos en cuanto a su estabilidad. Dicho esto, también se restauraron las pinturas de la iglesia, se modificó la instalación eléctrica, el solado de la iglesia y todo aquello que viniese a completar la restauración integral del templo.

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3 COMENTARIOS

  1. ESTIMADO SR. CABEZAS:LO ARRIBA PRESENTA TRATA DE MOSTRAR TANTO LOS ASPECTOS HISTÓRICOS COMO ARTÍSTICOS DE CADA EDIFICIO O ELEMENTO PATRIMONIAL QUE SE DESCRIBE. NO OBSTANTE, SI HAY QUE HACER HINCAPIÉ,LA PARTE ARTÍSTICA SUELE PREVALECER,SIENDO LA DE ÍNDOLE HISTÓRICO MÁS CONTEXTUALIZADORA.
    GRACIAS POR SU INTERÉS

  2. GRACIAS RG: TE INVITO A QUE CONSULTES LOS ARTÍCULOS YA PUBLICADOS EN MI SECCIÓN Y LOS QUE VENGAN A PARTIR DE AHORA. TAMBIÉN ESPERO QUE SEAS PARTICIPATIVO Y QUE SI VES CARENCIAS EN MIS OPÚSCULOS NOS MUESTRES LO QUE SABES.
    UN SALUDO

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