Los tonto-afiliados del PPSOE

LRafael Robleslevo todo el fin de semana pensando en los rasgos definitorios de quienes no han devuelto el carné de afiliación al Partido Popular o al Socialista en estos tiempos de bandolerismo político, partidos-mafias y palabras desahuciadas. Esos afiliados indecentes tamizan a sus bochornosos líderes de una pátina de normalidad en el manejo de la ley del embudo (llamando ayer a la rebelión y hoy insultando falazmente a quienes se rebelan), en el arte del cinismo más abyecto (criticando los recortes educativos pero aplicándolos desvergonzadamente allí donde gobiernan), en la destreza en el uso de la falacia tu quoque, la ad populum, la ad verecundiam y tantos otros asuntos insostenibles por alguien con conciencia moral. Mentar a los capos de estos partidos me provoca reflujos gástricos que llenan mi boca de una adensada bilis, pero los tonto-afiliados que les legitiman son infinitamente más dañinos porque me ocluyen el intestino produciendo un recurrente y dolorosísimo cólico miserere que arroja por mis labios lo que ustedes saben.

 La primera razón que explica la existencia de afiliados que no devuelven los carnés reside en su apego al cargo público que graciosa y arbitrariamente les han concedido sus compinches. La filosofía del “yo primero”, de la codicia y del trepar, salvo honrosas excepciones, se impone a la del bien común, por lo que el afiliado se transforma en una lapa adherida reciamente a su correspondiente red clientelar.

Por otro lado, no se dan bajas masivas debido a la sensación de vacío existencial que siente el afiliado fuera del corral. Los partidos políticos son redes de solidaridad de rebaño, lúdicas -instalan casetas en las ferias- y de comprensión interna frente a los demoníacos agentes externos, de este modo las agrupaciones se asimilan más bien a una secta donde el adepto-afiliado recibe amor y recompensas a cambio de una fidelidad y entrega que debe ser más acusada en momentos difíciles como el de ahora. La dualidad maniqueísta nosotros-los-buenos frente al otro-malo convierte al partido en una guarida de desesperados, indolentes y cobardes ciudadanos en busca de una autoridad a la que someterse por miedo a la libertad y al pensamiento crítico.

Una tercera explicación para no salir despavorido del PPSOE sería el padecimiento de un desequilbrio mental. Entre los más probables estaría el trastorno narcisista de la personalidad, los trastornos amnésicos y los relacionados con el alcohol y alucinógenos varios; también los trastornos bipolares y esquizofrénicos, así como el trastorno obsesivo compulsivo, el de ansiedad generalizada, el facticio y el de identidad. Además, dado que el uno por ciento de la población es psicópata, no hay que descartar que un porcentaje mayor medre en los partidos porque su perfil es muy adecuado para apoyar sin remordimientos los salvajes sacrificios que desangran a España.

Finalmente habría una cuarta categoría muy preocupante en la que encajaría la mayoría de afiliados que no devuelven el carné: son los afiliados escasos de entendederas, lelos y atropellados, son los adeptos soberanamente tontos que representan la exacerbación máxima de la necedad. Sin estos miles de tonto-afiliados los reyezuelos a los que apuntalan se derrumbarían facilitando la transición moral que tanto necesita España. Los tonto-afiliados son culpables del sufrimiento cada vez mayor que asola al Estado y de respaldar, sin saberlo, un ambiente de hostilidad que pone en peligro la paz social. Su terquedad la han elegido ellos, han decidido no formarse, no pensar, no leer, no criticar constructivamente; se han convertido en tontos por puro hábito y desean seguir siéndolo porque su efecto narcotizante les es placentero. Suspenden el juicio por elección personal y pierden el sentido de sí mismos entregándose a los deseos más turbios de sus superiores.

Sin embargo su tonta ensoñación será aniquilada por el hiperrealismo de un pueblo sufriente que algún día les exigirá cuentas sin contemplaciones. Avisados quedan.

http://www.rafaelrobles.com

@RafaelRob

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15 COMENTARIOS

  1. Además de los tonto-afiliados a los partidos están los profesores de filosofía idiotas que se creen que piensan como Hegel y hacen cometarios de Jaimito

    • Vergonzoso, al menos ten el detalle de responder al nivel intelectual del artículo. Me gustaría responderte como lo haces tú, pero en el formulario que relleno me piden que escriba con respeto a los demás.

      Este artículo, amén de valiente, es el artículo que deberían llevar en primera página El País y El Mundo, porque los papeles de Bárcenas, la existencia de Amy y demás no hacen más que corroborar PUNTO POR PUNTO lo que escribe Rafael. A quien felicito por sus formas literarias, a años luz de la prensa local -tipo yelmos de mambrinos y demás libelos- y por el fondo de su texto.

      Me alegra ver que la gente más preparada intelectualmente se acerca a MiCiudadreal y nis deja estas joyitas -como las de Rivero- que hace que nos enorgullezcamos de nuestra tierra. Porque si ponemos cualquier discurso de Rosa Romero, Caballero, Fernández o compañía, veremos que el nivel intelectual es infame.

      Por ello, y aunque estés absolutamente en desacuerdo con las verdades como puños que se dicen en este magnífico texto, te ruego, te vuelvo a rogar, que respondas en términos similares y con razones que podamos analizar.

  2. Viva la madre que te parió, Rafael. Con dos cojones. La verdad duele, por hermosa y por dura.

    Ni Hegel ni Shopenhauer ni Descartes. Antes que la filososfía está la valentía. Yo pensaba que no quedaba un solo valiente en este país de cobardes y falsarios. Me rindo a tus pies.

  3. Vaya articulazo!

    Los lunes, con artículos como este, son puro gozo.Voy a escuchar el coro de Il Trovatore para rematar. Qué gusto olvidar por unos momentos que estoy desempleada.

  4. No se puede ser más claro. En los partidos el que no lame el culo lo convierten en un cadáver. Y lo peor es que los lameculos no saben que lo son. Creen que cumplen con un deber de lealtad.

    Siga poniendo negro sobre blanco la verdad. A quien le escueza que se rasque. Que esta es una sociedad de estómagos agradecidos. De no ser así, no se explica tanta fidelidad en las urnas a tanto mafioso.

  5. Soy afiliado a un partido político que no ha devuelto su carné en estos tiempos que corren.
    La reflexión que motiva su artículo, dice, le ha llevado todo un fin de semana. Yo le digo que no ha sido suficiente y me temo que el motivo no es su interés en comprender razones, sino en aparentat y chulear en un tema de actualidad que, hoy en día, produce rédito. Muy fácil lo suyo. Salude al tendido. Lo siento, sin embargo por sus alumnos.
    Usted no me conoce y ya me mete en el saco de los tontos, los indecentes y de los que le provocan estreñimiento. Salvo lo último, que tendrá que hacérselo mirar, supongo que será el tema de la Lección 1 (El racionalismo en Robles).
    Presume queel hecho de que un afiliado que no devuelve el carné es porque tiene apego al cargo público que le han concedido sus compinches. Yo, ni tengo ni he tenido nunca nada de eso, pero, según usted, soy una lapa adherida a una red clientelar. Lección 2 (El empirismo en Robles).
    Otra opción para no devolver el carné es que yo padezca un desequilibrio mental o que le dé al frasco, o me flipe con algo. En ese punto sigue usted con una retaíla de taras y psicopatías múltiples sacadas de barato en algún manual de internet que usted seguramente no comprede en profundidad. Lección 3 (La dialectica en Robles).
    Por último, menos mal que el fin de semana no dio para mucho, debo ser lelo, tonto del haba y terco -porque insisto en no pensar-. Tonto por puro hábito, de capirote, vamos. Lección 4 (El fundamento de la democracia en Robles).
    Después de leer su artículo no he necesitado más de tres segundos para saber que usted ni héroe ni nada parecido. Es usted un pedante un oportunista y un idiota.

    • Yo también estoy afiliada a un partido político. Debo tener la cara muy dura porque a mi el artículo del Sr. Robles lejos de ofenderme me ha hecho pensar que, por encima de la ideología, se encuentra la libertad de pensamiento y de expresión. Mea culpa,mea culpa, yo confieso. Me gusta el ingenio, la provocación ,la sana o perversa crítica a la ciudadanía. Cuando voy al teatro me regocija removerme en el asiento cuando el actor , en un soliloquio o diálogo, expresa algo que provoca mi perplejidad y rubor por identificarme con sus proclamas cáusticas. Me gusta Mamet, Wilde, Valle Inclán… y detesto lo políticamente correcto, el chiste fácil y los que compadecen a alumnos que, probablemente, disfruten de la fortuna de tener un profesor que expresa lo que muchos sentimos y no nos atrevemos a manifestar. Confiteor . Soy, como algunas comentaristas, tendido, puro tendido, populacho.Y me aburren los que no saben reírse de si mismos. Y no me daré de baja en mi partido: soy una sentimental . Pero no me faltan ganas.

  6. Esto es ecologismo puro, no el de Ecologistas en Acción. Con artículos como este se respira mejor, huele mejor, el sol brilla más y los seres humanos de buena voluntad volvemos a creer en otro ser humano, Rafael Robles. Gracias, sr. Robles, por escribir tan hermoso y sincero artículo. ENHORABUENA. LLEGÓ LA HORA DE LOS VALIENTES.

  7. Sostres de medio pelo. De andar por casa. Provinciano y castizo. Ahora, eso sí, como buen corporativista, está presto a decir «qué hay de lo mío» cuando le tocan las habichuelas de la filosofía aunque ello signifique denigrar al resto de materias. Como un político cualquiera.

    • pisco, le fallan los términos, los conceptos y las ideas. Revise su crítica creo que no ha llegado a entender nada de nada sino a usar una falacia argumentatitva.

      «Suspende el juicio» y «Suspende en juicio»

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