García Pavón reencontrado

Celebramos en 2019 el centenario del nacimiento en Tomelloso (24 de setiembre de 1919- 18 de marzo de 1989), del escritor Francisco García Pavón, y en Almud ediciones han decidido cumplir con la celebración del centenario recuperando un singular texto del escritor de Tomelloso.

Texto el recuperado desde Almud, publicado en 1951, curiosamente, en Jerez de la Frontera en la imprenta del Santo Escapulario y que se denominó con elegante precisión Estudios manchegos. (Tres ensayos y una carta). Estudios los publicados que se componen de  textos aparentemente diversos, pero hermanados en su raíz  profunda, de forma inequívoca por una rara coherencia interna.

Y así, Hacia un concepto de la personalidad manchega, fue el pregón pavoniano en los Juegos Florales de  Daimiel, ciudad en la se ubicaría la aventura de la revista de los años sesenta La Mancha. Revista de Estudios regionales, dirigida por García Pavón durante los cinco números de su existencia; Biología de un pueblo (Ensayo sobre Tomelloso) que anticiparía la Historia de Tomelloso (1530-1936) de 1955, y que prolongaría el trabajo los Momentos decisivos de 1948, publicados en la revista de Tomelloso Albores de Espíritu; y Teoría del paisaje manchego (Ensayo sobre la llanura), componen los Tres ensayos anunciados. Junto a la cuarta pieza Disciplina de molinos (Carta abierta a Gregorio Prieto), con la que se cierra esta gavilla de estudios de sorprendente observación, elevada intuición y fina observación.

Mi rastreo personal por el mundo de Francisco García Pavón arranca de las sesiones de hemeroteca a las que me dediqué durante largos meses de los primeros años noventa, en los trabajos de documentación y conformación de un trabajo sobre las artes plásticas provinciales, que acabaría siendo El sentido de la mirada. Las artes plásticas en Ciudad Real, 1939-1962 (1998). Y allí pude descubrir una faceta poco conocida de García Pavón como escritor de periódicos, como fuera su corta colaboración en el diario provincial Lanza, entre el 24 de febrero de 1953 y el 26 de enero de 1954, en una sección que denominó Hoy martes.

De todo ello, de ese lento descubrimiento de los periódicos, di cuenta en el número 13 de la revista Añil (otoño 1997), en el monográfico dedicado a Pavón, bajo el título de Obra menor y con el capitular acompañado de Ya no es mañana, que recogía los textos de Paco Gómez Porro, de Francisco José López Arribas y el mencionado trabajo propio. Capitulares que componían un viaje paralelo, tanto por la obra pavoniana como por las diferentes colaboraciones; así La infancia contada, El paleto universal, Mariposas blancas y Ya no es mañana. Obra menor, era el nombre del trabajo  cuya denominación  aludía, justamente, a los trabajos sueltos y desperdigados por medios diversos como Albores de Espíritu, Clavileño, Arcaduz, La Mancha y Lanza, y no a su estatura formal y su armazón estilística.

Volví a puntualizar algunos extremos más sobre este recorrido lateral por la obra menor de García Pavón, ya en 2007, en el trabajo colectivo Francisco García Pavón: el hombre y su obra (coordinado por Antonio Galán Gall y Agustín Muñoz-Alonso), donde hablé justamente de un García Pavón entre líneas. Para dar cuenta de perfiles menos vistos y tratados y de esa concurrencia de temas y argumentos que se abren y se repiten, o se abren y se cierran como un abanico de antaño, para reflejar una curiosa persistencia de miradas sobre algunos temas recurrentes: su pueblo, Tomelloso; el paisaje manchego de la llanura impertérrita y plana; el carácter manchego calmo y paciente y una inequívoca voluntad viajera por ciudades y pinturas. Que eso es finalmente el contenido de los pavonianos Estudios manchegos: Pueblo /Paisaje/Carácter/Pintura o Estampa. Temas centrales que componen la mejor escenografía de su obra narrativa posterior.

De los escritos del diario Lanza de los primeros cincuenta, y ya en 2009, se retomó por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, su crónica viajera Ciudad Real. Notas de un viaje apresurado. Que daba cuenta de los sueltos de prensa publicados entre el 18 y el 22 de septiembre de 1951, y que introduje con el estudio preliminar: García Pavón. El viaje apresurado o la quieta velocidad. Donde venía a indagar en la relación de los hombres y los nombres, que forman parte  de las piedras de las ciudades y de los recodos de los entornos naturales próximos. Interés de García Pavón por Ciudad Real, como por otras ciudades provinciales, que volvería a mostrarse en 1955 en la revista Clavileño con su trabajo Ciudad Real en el VII centenario de su fundación. Trabajo que cuenta con la formidable particularidad de estar ilustrado por Gregorio Prieto, al que cinco años atrás le escribió la carta Disciplina de molinos, que cierra el volumen  de Estudios manchegos.

Esa constancia de preocupaciones y de obsesiones en Pavón, ya había tomado cuerpo propio de forma anticipada en el repetido trabajo, Estudios manchegos. (Tres ensayos y una carta), donde se desvelan algunas de las claves citadas antes en el mencionado cuarteto pavoniano obsesivo: Pueblo /Paisaje/Carácter/Estampa. Obsesiones y miradas, que cómo el mismo Pavón anotaba no fueron miradas fugaces y capturas veloces; más bien esos estudios rumiados: “fueron producto de muy largas y rumiadas observaciones; no nacieron en el relámpago de súbita minerva, si a la violácea luz de  muchos y largos crepúsculos”. Estudios que no nacían, por ello, de ninguna improvisación sino de una lenta meditación y que podían inscribirse, por otra parte, en un proyecto global superior más avanzado.

Y así, el compendio de notas, apuntes, capturas, divagaciones, menudeos, escudriñeos, ensoñaciones y reflexiones pavonianas de todos estos años cincuenta, serían la antesala perfecta y el formato óptimo de una cierta Enciclopedia Popular Abreviada, como conjunto de saberes diversos y no muy académicos, sino encabalgados en cierta etnografía descriptiva, en cierta retórica del mejor costumbrismo y en ciertos aires de nuevos lenguajes. Los ensayos como Enciclopedia Popular Abreviada, que esa es la denominación que he dado al prologo de la edición actual de 2018 de los Estudios manchegos. (Tres ensayos y una carta), ‘García Pavón: los ensayos como Enciclopedia Popular Abreviada’. No los Ensayos como saberes minoritarios decantados y refinados tras muchas abstracciones y esfuerzos peculiares, sino los Ensayos como ejercicios de maduración reflexiva desde la captura de la realidad inmediata y de su posterior elaboración lingüística.

Una Enciclopedia Popular a la manera de la señalada Enciclopedia Hispánica, por el mismo Pavón en el arranque de Biología de un pueblo (Ensayo sobre Tomelloso) al advertirnos de que: “Si cada uno de los que nos sentimos honradamente preocupados por nuestra patria chica, y como secuencia y proyección por España, dedicásemos unas horas a coordinar nuestras ideas sobre aquella, se lograría una interesantísima enciclopedia hispánica”. Una rara obra de sabiduría colectiva, en una suerte de comunismo intelectual más rural que urbano, que bebe de fuentes diversas de los saberes populares ancestrales. Y de aquí el tono y el matiz de los Estudios pavonianos, exponiendo lo próximo local con la sabiduría lejana y hablando de lo distante con palabras casi cotidianas. Por ello, se aprecia el  carácter abierto y global de los Estudios, al vincular tanto el interés por el concepto vertical,  como la preocupación por el estilo horizontal, por más que se busque cierta oposición de ambos conceptos. Como ocurre con la afirmación de Castillo Puche en su trabajo García Pavón y su lenguaje itinerante (1997) al decir: “Una ley más física y sentimental que ideológica o estética hace que García Pavón repliegue y concrete su obra toda al pueblo de Tomelloso, a las gente sencillas que conoce al paisaje que es la parte horizontal de su existencia. Renunció a verticales o a ensayos experimentales de virtuosismo hermético”. Cuando, bien a las claras, Pavón se desplaza en los dos ejes citados con soltura caminera de andarín consumado.

P.D. El libro de Francisco García Pavón, Estudios manchegos (tres ensayos y una carta), se presentará el día 1 de febrero en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real, a las 19,00 horas.

Periferia sentimental
José Rivero

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5 COMENTARIOS

  1. Lo que se pierde la gente que no lo conoce. Es un maestro de la novela negra «manchega», poco tienen que envidiar a Sherlock Holmes y al Dr Watson, Plinio y Don Notario. Es más les da García Pavón un plus con su humor insupetable.

    Lo que me he reído leyéndolo. Recomendaría cualquiera de sus novelas, pero para empezar, «Una semana de lluvia» podría ser una experiencia inolvidable, luego las demás.

  2. García Pavón es uno de los grandes de la literatura española- no solamente castellano-manchega-, que si hubiera nacido en una comunidad autónoma histórica: Cataluña, Galicia o el país Vasco, sería de obligatorio estudio en la enseñanza primera y secundaria, pero nacer en La Mancha, ya se sabe…

  3. «…yo he tenido muy poca sensibilidad para hablar de otra tierra…» (F. García Pavón)

    Leyendo y conociendo al que no se consideraba escritor costumbrista, sino influenciado por sus vivencias, allá donde estuviese, uno aprende a como amamantarse literariamente de la teta que te da motivos de agradecimiento.

    Es bueno escribir sobre lo que se conoce, y García Pavón lo deja claro y bien expuesto para nuestro regocijo al leerlo.

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