“La historia comienza cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose. En el instante menos esperado pero en el momento indicado”
SERENDIPIA
Se nos dice hasta la saciedad que, la Inteligencia Artificial va a revolucionar muchas cosas tanto en nuestra vida cotidiana como en la actividad de diversas disciplinas de la ciencia o las humanidades. Para muchos el uso de las aplicaciones, del tipo ChatGPT, puede acabar con un buen número de profesiones y con ellas con numerosos puestos de trabajo. Aunque seguramente también, se crearán nuevas profesiones y nuevas actividades.
Pero mientras se legisla y se crea un código ético a nivel internacional para su manejo, respetando, entre otros, los derechos de autor o evitando su invasión en ámbitos sensibles de decisión, esta herramienta sigue proporcionando ayuda en muchos campos. De momento sigue reduciendo el esfuerzo y el tiempo que requieren algunas operaciones, aportando un plus de fiabilidad considerable, sobre todo en los campos de la medicina y la ciencia.
Hace unos días se ha publicado una curiosidad en la revista Muy Interesante sobre una de las utilidades de esta aplicación, que ha llamado mi atención. Le han preguntado a ChatGPT, cuáles son las 22 palabras más bonitas de la lengua española. Y no ha dudado en responder. Ha elegido expresiones que yo mismo he considerado como tales antes de conocer esta consulta a uno de los oráculos del futuro que, en estos momentos, es ya una realidad.

Ha elegido palabras relacionadas con los estados del día y sus manifestaciones, como aurora, alborada, arrebol, infinito, amanecer, efímero, cenit, sempiterno o perenne. Expresiones referidas al estado de ánimo y las actitudes ante la vida, como melancolía, nostalgia, resiliencia, querencia, bonhomía o ataraxia. O relacionadas con la naturaleza, como libélula, crisálida, índigo o éter. Vocablos coloquiales, como ojalá. Y el sonido de las palabras quedas, como susurro.

Y faltaría una, serendipia. Palabra que no tiene encaje en ninguno de estos grupos y que tiene uno de los más originales significados. Es un descubrimiento o hallazgo afortunado o inesperado cuando se está buscando otra cosa distinta. Un ejemplo de serendipia sería el Descubrimiento de América, ya que lo que en realidad se buscaba era una ruta más corta para llegar a la India e islas próximas, donde se producían las codiciadas especias.
Los criterios que ha utilizado esta aplicación para elegir estas palabras tienen que ver con la sonoridad, su significado profundo o evocador, su rareza, su estética visual o que sean culturalmente significativas para el hispanohablante.

Pero quienes han realizado este trabajo, no se han conformado con el uso de esta aplicación y han recurrido a otro entorno de Inteligencia Artificial, GEMINI, al que le han preguntado qué le parece la elección que ha hecho su competidor ChatGPT. Su respuesta ha sido positiva. Dice que se ha seleccionado un conjunto muy diversificado que abarca desde emociones y sentimientos hasta conceptos más abstractos y descripciones de la naturaleza.
Ha valorado la variedad en su elección, la belleza sonora y la profundidad de algunas de ellas que invitan a la reflexión y a explorar las profundidades del alma, nos dice. Aunque incluye reflexiones adicionales sobre cualquier elección, como la subjetividad; la connotación cultural de algunas palabras, que están muy arraigadas en nuestra cultura; o la capacidad de las palabras para evocar emociones o crear imágenes mentales.
La literatura ha popularizado el uso de algunas de estas palabras, pero también les ha dado profundidad al significado de las mismas. Nostalgia, melancolía, susurro o aurora, son expresiones que se utilizan, sobre todo, en poesía, aunque también son frecuentes en textos de pensadores o novelistas. A veces las mismas palabras tienen múltiples sentidos. Para Joaquín Sabina, No hay nostalgia peor, que añorar lo que jamás sucedió. Mientras que para Milan Kundera, El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia.
Pero volviendo a las palabras llamativas por su rareza o exotismo, serendipia es la más original de todas ellas. Su origen es muy curioso. La palabra se debe a un inglés, Horace Walpole, —conde de Orford—, quien la introdujo en su idioma a mediados del siglo XVIII y que está inspirada en el cuento persa de “Los tres príncipes de Serendip”. Estos príncipes persas tenían una gran capacidad de deducción, que aplicaban a partir de vestigios encontrados por pura casualidad. En inglés se llamó serendipity y se tradujo al español como serendipia.

Hace algunos años supe que en Ciudad Real había una editorial que lleva ese nombre. Editorial Serendipia, se llama. Entonces busqué el significado de esta palabra y vi que todas las webs consultadas usaban el mismo ejemplo para ilustrar su definición. El del inesperado descubrimiento de la penicilina. Pero para mí, esta bonita palabra tiene un significado asociado al nombre de esa editorial que publica obras de literatura, de ensayo, de comics, o cualquier otro proyecto editorial que resulte interesante para sus editores y responsables.